Amazing India: Diario de un viaje ✏️ Blogs de India

Como todos los días que hemos amanecido en un tren, Jose pone el despertador 1 hora antes del horario anunciado para la llegada; yo, como en todos los amaneceres "trenícolas" remoloneo un poco en la litera (y es que le estoy cogiendo el gustito a esta forma de viajar).

Tenemos todo preparado pero esperamos pacientes a que el responsable nos avise (para algo le dimos propina ). Entramos en una gran ciudad, pero el señor no acude. No estamos en Delhi todavía? Lleva retraso el tren? Jose es´ta nervioso y se va por el pasillo en busca del señor. El tren para y oimos como la gente golpea la puerta desde el andén. Seguimos sin ver al señor. Al final Jose lo encuentra durmiendo en su litera. Lo despierta. El hombre está profundamente dormido y Jose casi tiene que zarandearlo. Al final reacciona. Jose le pregunta si estamos en Delhi. Los del andén siguen golpeando y chillando. El señor no contesta. Alguien consigue abrir la puerta y veo a los porteadores. Esto es Delhi? Me parece entender que sí. Ahora llega el señor aún con legañas. Le preguntamos si es Delhi. Nos responde afirmativamente. Jose le lanza algunas maldiciones. Los porteadores ya han asaltado el vagón. Volvemos como podemos a nuestro camarote y recogemos los bultos. Todavía deambula con cara de sueño por el pasillo. Entre una marea, salimos del tren. Nos quieren coger las mochilas pero respondemos taxativamente que no. Jose, menos mal que no te has fiado del hombrecito porque hubiéramos llegado a Bombay durmiendo!

Qué ajetreo se respira en esta estación. La masa de personas que sube y baja por las escaleras de acceso a las diferentes vías no creo que cese nunca. Esta estación no duerme.

Un conductor intenta engancharnos en una de las rampas pero, como es normal, pide mucho dinero por el trayecto. Seguimos avanzando. Llevamos el paso firme y rápido. No dudamos al salir a la calle; que se note que llevamos 26 días por la India. Sabemos hacia donde vamos, así que no omitimos detalle a la hora de dar la dirección exacta. Sacamos un buen precio por la carrera e incluso guiamos al conductor al llegar al mercado. Old Delhi, Mercado de bicicletas... ya estamos aquí de nuevo!

Volvemos a entrar por el lúgubre y estrecho callejón que da a nuestro hotel. Habíamos estado pensando en hacer un cambio y buscar alguno mejor para pasar los últimos días en la India; pero como el trato recibido fue muy bueno y no tenemos queja alguna, optamos por seguir en el mismo hotel y hasta nos atrevemos con una habitación de categoría inferior.

De nuevo el ritual de la puerta y cuando entramos en el diminuto hall... allí están los mismos de siempre. Se acuerdan de nosotros solo con vernos y se alegran de nuestro regreso y el éxito del viaje (bueno, eso dicen ). Celebramos no haber cambiado de hotel. ¿En qué hotel de lujo de Delhi nos habrían recibido así? ¡Yo creo que en ninguno!

Aunque es temprano nos dan ya la habitación. Resulta estar mejor y más renovada que la que tuvimos la primera vez... y más barata! . Dejamos los bártulos, nos aseamos un poco y a la calle otra vez!

El caos de Delhi ya no nos intimida y nos pasamos el día recorriendo sus calles, bien andando o en tuk tuk. Nos las ingeniamos para estar por la zona de Connaught Place a la hora de la comida. Por supuesto... antes de las 13 horas ya estamos en el Sarawana. Echaremos de menos estos platos y estos precios al regresar a España.

Ahora toca esa parte del viaje que menos me gusta pero a la que nos vemos un poco obligados desde que visitamos países en los que se puede comprar sin arruinarse. Sí, he dicho "comprar" :-(. Es el momento de las compras para familia y amigos. La familia lo merece por haber aguantado estoicamente el mes de ruta sufriendo por nuestra seguridad; los amigos, pues también :wink:. No es que sea muy dada a los compromisos, aunque sí me gusta llevarme algo de cada país que visitamos y así tener algún recuerdo más a parte de las vivencias y las fotos. Y de paso vamos llenando la casa de objetos varios que aún la tenemos a mitad montar :oops:.

Así que nos pasamos el resto de la tarde buscando por los emporios que rodean Connaught alguna ganga. No compramos nada, pero vamos memorizando precios y piezas. Aún no he perdido la esperanza de encontrar algún salwar kameez por el que entren mis piernas, jajajjaa.

Por la noche tenemos la mala idea de mirar las noticias. El tema de la guerra con Pakistán sigue estando en el candelero y abriendo noticias. Insisten en que los dos países tienen los misiles preparados apuntando hacia el otro. No deseamos la guerra, pero si desgraciadamente comienza... que sea en 2 días que ya no estamos aquí. Los ánimos siguen caldeados y las manifestaciones continúan. Nos dormimos deseando que el conflicto se resuelva pacíficamente por el bien de todos, ya que en una guerra, todas las partes pierden.

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He decidido agrupar los dos últimos días en Delhi bajo la misma etapa para no alargar más este, casi eterno, diario.

Durante los dos días, entre otras cosas, seguimos con nuestra ronda a las tiendas y al frenético regateo con los vendedores por todas las partes de la ciudad que pudimos y supimos.

En la guía de Lonely Planet recomiendan una tienda llamada Fabindia. Tienen sucursal en Connaught Place. Nos cuesta Dios y ayuda encontrarla ya que está en un primer piso y es realmente pequeña pero nos mantemos firmes hasta hallarla. Sin embargo, el esfuerzo no se ve recompensado ya que no encuentro nada fuera de lo común y los precios no son baratos, precisamente . Un poco decepcionada salgo de la tienda. Supero la crisis tomándome un batido de chocolate en nuestro querido Saravana :lol:.

Regateamos un par más de zapatillas para mi colección de "merceditas indias" en el mercado callejero (mitad tibetano, mitad de todas partes) que hay en Janpath, pero el señor está duro y no hay forma de bajarle. Finalmente me compro las mismas en uno de los emporios de Sansad Marg. Más baratas y hasta con fundita colorista para transportarlas. Un apunte: Son una monada, además de cómodas, y estoy supercontenta con ellas. Por si las véis, las hay de muchos colores y dibujos (aunque siempre llevan una buena paleta de colores) y son como de tela. No sé si he aclarado mucho pero si alguien está interesado que pregunte y si me acuerdo les haré una foto y las colgaré .

Otra tienda que recomiendan en la guía es Anokhi. Antes de ir a la India había entrado en su página web y me había gustado mucho lo que había; aunque no sabía cómo serían los precios. Aún así, decidida a seguir probando suerte con los pantalones indios y animada por Jose, nos montamos en autorickshaw y le damos la dirección de un Centro comercial en el que Anokhi tiene sucursal. Se llama Santushti. En la guía lo define como "un apacible refugio verde, salpicado de ostentosas boutiques". Se encuentra en la zona diplomática de Delhi. A medida que nos acercamos, el bullicio y el caos de la Delhi conocida hasta el momento desaparecen. Ante nosotros, espléndidos hoteles salpican las anchas avenidas en las que apenas hay coches. Estamos en Delhi? Sí, estamos "en la otra Delhi".

Nuestro vehículo se detiene ante un control. Es el acceso al centro comercial. Varios "seguratas" nos piden la documentación. Después de observarla, nos dejan pasar. Con toda la dignidad del mundo entramos con el autorickshaw en aquel vergel. Lo dejamos en el parking y nos frotamos los ojos porque aún dudamos si aquéllo es real. Si las avenidas me habían sorprendido, lo que encuentro aquí dentro me deja perpleja. La definición de "apacible refugio verde" es casi una vulgaridad; aquéllo no es un refugio, es el mismísimo PARAÍSO. Tras las verjas nos encontramos con un oasis repleto de vegetación diversa. Hay un plano enorme con la disposición de los diferentes comercios. Un sendero empedrado nos guía hasta las primeras tiendas. Las llamadas "boutiques" por la Lonely resultan ser un conjunto de construcciones que imitan a pequeñas cabañas con estilo a las que se accede rodeados de más vegetación y de gráciles sendas. Encontramos la de Anokhi rápidamente. Es preciosa. Las personas que atienden son muy amables y les voy preguntando mientras me ayudan a elegir. No me gusta comprar y odio ir de tiendas, pero en Anokhi... hice una excepción . En menos de 10 minutos me encuentro con 6 o 7 camisas estilo oriental en la mano, 2 pantalones y algo más. Me lo pruebo y ... EUREKAAAAAAAAAA! Tendremos traje, tendremos traje! :aplauso:.

El estilo de Anokhi mantiene los colores y la estética oriental, adaptada un poco al gusto occidental siendo la calidad de los tejidos excelente. La relación calidad-precio es también extraordinaria: más barato que Fabindia y de mejor calidad. No hace falta decir que me lo quedo TODO, TODO Y TODO!; incluso cojo algunas camisas "repes" para mi hermana. Pululando por la tienda, veo unas chaquetitas de pana fina en rojo y negro... Lo habéis adivinado, "pa España se vienen, pa España se van". .

Como la tarjeta aguanta todavía, le pregunto a la dependienta por unos modelos que vi en la web. Me dice que lo que tienen ellos allí es de la nueva temporada pero que en la sucursal que hay en el centro comercial del Khan, puede que tengan algo. Como no está muy lejos, decidimos acercarnos. Me da pena no poder pasear más por el resto de las tiendas del complejo, pero desgraciadamente hoy es nuestro último día en Delhi y no nos podemos demorar más. Así que cargados de bolsas y con más dignidad aún que cuando entramos, nos montamos en el autorickshaw y le damos la nueva dirección.

Llegamos en un momento. Este centro ya es más normalito. Se trata de diferentes bajos que comprenden varias manzanas. En algunos tramos, volvemos a ver algún que otro agujerito "callejil". Hemos vuelto a Delhi, jejej. También se ve mucha más gente que en el otro, aunque también puede ser debido a que han pasado algunas horas. TEMPUS FUGIT y de qué manera! :roll:.

La tienda es más pequeña pero los diseños abundan. Agrupados por tonos se disponen por toda la habitación. No veo nada de lo que vi en la web. De repente un abrigo llama mi atención. Es reversible: negro por una cara, morado por la otra. Me enamoro automáticamente y otro que se viene PA ESPAÑA! También tienen unas libretas artesanales y las compramos para pequeños detalles con el personal. Bueno, creo que la jornada de shopping ha llegado a su fin. Y es que ya no puedo más! Al hotel para dejarlo todo preparado y a por la última cena en el Saravana. Sí, vale! ya sé que tenemos Saravanaadicción pero... id, id y probadlo! Ya me contaréis .

Nos despedimos del personal del hotel agradeciéndoles el trato recibido y abandonamos con tristeza el obscuro callejón que da al mercado de las bicicletas.

Hasta siempre Old Delhi, NAMASTE.

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Todo lo que comienza, acaba... y este diario, por increible que pueda parecer a estas alturas, no nació con voluntad de ser sempiterno. Después de tantas noches ante el ordenador recapitulando, evocando vivencias pasadas, experiencias guardadas, recuerdos imborrables...llegó el momento de despedirse, de decir adiós.

Pero antes de dar por finalizado este cúmulo de sensaciones, de echar la llave a esta etapa en mi vida que ha representado "descubrir la India" querría agradecer a todas aquellas personas que me han acompañado a lo largo del viaje y que se han divertido, se han asombrado o se han visto atrapadas por este insólito país. Todo aquél que escribe, lo hace en primer lugar porque disfruta con ello; en segundo, con el propósito de ser leido y provocar alguna sensación (ya sea positiva o negativa) en el lector. En mi caso, además de haber disfrutado narrando nuestra aventura india, solo me cabe esperar que mis palabras hayan representado un pequeño acicate que os incite a descubrir este país cuya mera evocación reúne un vasto repertorio de atributos: inmenso, inabarcable, estimulante, sorprendente, odioso, repulsivo, abominable, angustioso, gratificante, increible, insólito, desconcertante, sugestivo, ecléctico, dispar, cambiante, diverso... único. Hay muchas Indias esperando ser descubiertas, el resultado depende de cada cual.

Antes de partir oí infinitas veces la frase de " a India, se la ama o se la odia". No sé hasta qué punto este tópico puede ser cierto. Sin embargo, sea cual sea tu disposición antes, durante y después de realizar un viaje a este pequeño-gran subcontinente lo que sí te aseguro es que no te dejará indiferente.






Gracias Jose por dejarte convencer

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