Después de la fiesta de la noche anterior holgazaneamos un poco más. Preparamos las mochilas y abandonamos la habitación. Nuestro tren hacia Kalka sale por la tarde, así que tenemos otro día de relax para pasear por "The Mall". Aunque cuando planifiqué el viaje tenía la esperanza de encontrarnos con un poco de nieve y días antes el pronóstico del tiempo daba nevadas, el sol sigue haciendo acto de presencia y no le hacemos ascos. Resulta muy agradable el paseo por las calles peatonales de Shimla, lejos de los humos de autos y autorickshaws, lejos de los timbrazos y pitidos tan comunes en el resto de ciudades por las que hemos pasado.

Hemos visto un restaurante panorámico en el centro del paseo que tiene muy buena pinta. Así que decidimos que la comida de Navidad la celebraremos allí. Nos pasamos por la Iglesia que está llena de fieles oyendo misa.
No hay un banco libre para sentarse y tomar el sol en todo el paseo. Yo no sé de donde salen pero siempre hay gente


Nos despedimos del paseo, echamos el útlimo vistazo a la cordillera del Himalaya que brilla reluciente bajo los últimos rayos de sol del día y regresamos al hotel a la captura de nuestras mochilas. Justo al lado está el ascensor con el que se salva el desnivel de Shimla. Compramos 2 billetes de bajada y entramos. En la parte inferior los taxis esperan a sus posibles clientes. Le pedimos a uno que nos lleve a la estación de tren. No es que esté lejos pero la carretera lleva mucho tráfico y no merece la pena correr el riesgo de morir atropellado por unas pocas INR.
Hoy somos nosotros los que bajamos con el tren descarrilado. Espero que no haya ningún problema y lo hayan solucionado todo. La estación es pequeña pero "apañá". Tiene también zona VIP y entramos un rato para usar los baños. Nos aseguramos de que no haya problemas de retrasos y esperamos.
Nos llaman puntualmente y nos montamos con presteza. Ahora lamento no haber sacado fotos del "minitren"

El tren hace varias paradas a lo largo del recorrido. En una estación un grupo de adolescentes al verme comienzan a zarandear el vagón sin mala intención (espero). Me río y les hago (como diría mi vecinita) una "cara fea". No se esperan mi reacción y el chico más cercano se queda tan sorprendido que los demás se burlan de él



Con un poco de retraso llegamos a Kalka. Nuestro tren hacia Delhi ya está en las vías. Probamos suerte por si nos dejan entrar y finalmente nos abren la puerta. El responsable nos trae las sábanas. Jose le advierte que bajamos en Delhi. ¿Nos despertará? El hombre nos pide dinero. Jose es tan rápido sacando el billete que no tengo tiempo de decirle que le pague a la llegada. Bueno, no pasa nada. Siempre nos han avisado.
Preparamos las literas y a dormir. Mañana por la mañana, despertaremos en Delhi de nuevo.
