![]() ![]() Argentina. Patagonia, Torres del Paine, BBAA e Iguazú en Marzo 2010 ✏️ Blogs de Argentina
En Marzo de 2010, viaje por la patagonia argentina y chilena (Torres del Paine), incluyendo el crucero Mare Australis. Completado con Buenos Aires y las cataratas de IguazúAutor: Pecinado Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (8 Votos) Índice del Diario: Argentina. Patagonia, Torres del Paine, BBAA e Iguazú en Marzo 2010
01: Etapa 1. Creación del Itinerario.
02: Etapa 2. Llegada a Buenos Aires y dos días en la Capital
03: ETAPA 3. Iguazú. El espectáculo de las cataratas y la selva.
04: ETAPA 4. Ushuaia, la puerta al Fin del Mundo
05: ETAPA 5. Crucero Mare Australis. De Ushuaia a Punta Arenas, por el Cabo de Horno
06: ETAPA 6. Por la Patagonia Chilena a nuestro aire.Torres del Pain
07: ETAPA 7. El Calafate. Visitas al PN Los Glaciares
08: ETAPA 8. Bariloche, 3 días en la Región de los Lagos por libre
09: ETAPA 9. Vuelta a Buenos Aires. 3 días y final de la Aventura!
10: HOTELES ARGENTINA. Valoración muy positiva!
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Etapas 7 a 9, total 10
De la etapa anterior, llegábamos a El Calafate en autobús, después de visitar Torres del Paine durante tres días...
Decidimos llegarnos hasta el hotel andando, es céntrico y así intentaríamos pasar por “Hielo y Aventura” para reservar ya la excursión de visita y minitrekking en el Perito Moreno. Por más que intentamos reservar anticipadamente esta excursión cuando preparábamos el viaje, no hubo manera. La empresa Hielo y Aventura es la única concesionaria para realizar esta excursión en el parque nacional, así que lo contrates con quien lo contrates, al final el minitrekking lo acabas haciendo con ellos. Contactamos tiempo atrás con ellos por e-mail y nos confirmaron que no se podía contratar vía Internet. Desde el hotel nos comentaron también vía e-mail que nos la podían contratar ellos, y al mismo precio que resultó finalmente, pero no lo aconsejaban, para evaluar el clima el día anterior a la excursión. Nos comentaron además que no nos preocupáramos porque realizaban diversas salidas al día y que normalmente no había problema para encontrar plazas. No sé si en pleno verano se puede complicar la reserva. Bueno, pues de camino al hotel encontramos la oficina de Hielo y Aventura (está en la calle principal, Av. Libertador, 935) y entramos para reservar plazas para el día siguiente. Hay que pagar al contado (importante saberlo!) y el precio es de 390 pesos la excursión y 60 pesos más por el transporte ida y vuelta desde El Calafate al glaciar. Hay que sumarle además el precio de la entrada al parque nacional, otros 75 pesos por persona; es decir 525 pesos por persona por la excursión de todo el día. Con la excursión contratada y pagada nos vamos al hotel para dejarlo todo y salir a comer por El Calafate, de restaurante que los dos próximos días volvía a tocar comida de merienda!!. La tarde la dedicamos a conocer un poco El Calafate, buscar una lavandería para hacer una colada, que ya tocaba y acercarnos a la oficina de “Fernández Campbell” para informarnos sobre la excursión de navegación a los Glaciares. Evaluamos otras alternativas de excursión, ya que sabíamos que esta excursión ha sufrido una importante modificación desde hace un año y medio aproximadamente. Hubo un gran desprendimiento de hielo en el glaciar Upsala (aproximadamente 17 km de hielo), y los témpanos (o icebergs) resultantes hacen imposible que el barco pueda pasar hacia el Brazo Upsala. Esto imposibilita la visita al frente de los glaciares Upsala y Onelli, y el desembarco que se hacía en Bahía Onelli. Como alternativa, además de la navegación hasta el Glaciar Spegazzini, que también la hacían antes, ahora incluyen la navegación hasta el frente del Perito Moreno. Compañeros que habían realizado la excursión, nos habían comentado que es un poco pesada, porque te pasas todo el día en el barco (en total son unas 7 horas dentro del catamarán, con bastante gente). Con estos datos intentamos buscar alguna alternativa de excursión, siempre que fuera algo relacionado con los glaciares (para eso habíamos venido). Evaluamos la visita a la Estancia Cristina, que en una de sus versiones incluye subir a un alto desde donde sí que se ve el Glaciar Upsalla, pero no nos convenció ni por precio ni porque, según parece, te quedas aún a unos 7 kilómetros del frente del glaciar. Buenos, acabamos de pasar la tarde por El Calafate, comprando “vianda” para el día siguiente merendar en el parque. También aprovechamos un poquito las instalaciones del hotel, que estaban muy bien... PN Los Glaciares Día 1. Pasarelas y Minitrekking Perito Moreno A las 8 de la mañana estamos listos en la recepción del hotel esperando a que pasen a buscarnos para empezar la excursión. Se retrasan unos 20 minutos, seguramente por el tour de hoteles que van realizando. Bueno, pasamos por algún hotel más y a eso de las 9 ya estamos en la carretera camino del parque nacional. El guía es Mariano, y el conductor Matías (siempre se presentan todos, muy bien hecho!!). Durante el camino nos explica rasgos característicos de la patagonia y del cordero patagónico, buenísimo, vaya por delante el comentario... Parada técnica de 5 minutos en unos servicios al lado del Lago Argentino (mayor lago del país, con unos 1600 km2) y continuamos hasta la entrada del parque. En la entrada suben los agentes al autobús y allí mismo abonas los 75 pesos de la entrada. En relación a esta entrada, decir que no disponen de ninguna entrada combinada para más de un día, cosa que no encontramos del todo lógica. Es decir, por los dos días que visitamos el parque, acabamos con 150 pesos por persona (unos 30 €). Los pagas por que merece la pena, pero al igual que en Iguazú por ejemplo, se agradecería mucho que hicieran una entrada combinada para más de un día no. Bueno, el paisaje cambia enseguida, dejamos la patagonia más árida y empiezan los bosques preandinos. Mariano nos avisa...”falta una curva para que ustedes tengan la primera vista del glaciar, atentos... porque en ocasiones la primera impresión es la que cuenta.... Con todos ustedes... el Perito Moreno”. Aun en la lejanía, hay que decir que sí, que impresiona. El autobús para en un pequeño mirador y bajamos 5 minutos para tomar las primeras fotos. Sí está lejos, pero Mariano tiene razón, la primera impresión cuenta y mucho!! Bueno, volvemos a subir al autobús y llegamos a la zona de pasarelas. Allí nos dejan dos horas para que recorramos las pasarelas a nuestro aire... Mariano nos aconseja acercarnos primero hasta el mirador Norte, el primero de ellos y después centrarnos más en los miradores del Sur, donde el Glaciar queda más cercano. Las dos horas permiten hacer todo el recorrido de las pasarelas del Sur, pero no las del Norte (la Norte es la cara que se visita con la excursión de navegación, así que es un buen consejo si se piensa hacer esta excursión también). Poco que contar del paseo por las pasarelas... vistas muy espectaculares, pero poca “fortuna” con las roturas del Perito. Oímos y vimos algunas, pero desde la distancia los trozos que se desprendían eran pequeñitos. Las “” de fortuna, las ponemos porque, personalmente, sí es muy espectacular ver cómo rompe un glaciar (al día siguiente lo vimos en el Glaciar Spegazzini) pero por otra parte te da que pensar en el tema del cambio climático... Según comentan el Perito es de los pocos glaciares que no está en retroceso, pero en otros de la zona sí que se está produciendo este fenómeno...Y en otros que hay por el mundo. Ver como se rompe el hielo (que por otra parte, seguro que es normal y también necesario) te hace reflexionar un poquito en sí las cosas podrían ser y hacerse de otra manera... Acabadas las dos horas de visita a las pasarelas, el autobús nos traslada hasta la zona de embarcación, el Puerto Bajo las Sombras, para cruzar el Brazo Rico y llegar a la cara sur del Perito. Allí esperan los guías del glaciar que nos acompañan, en grupos de unas 20 personas, durante todo el minitrekking. Breve caminata por el bosque y en la playa del Brazo Rico, explicación de la formación de los glaciares y su evolución. Os la reservamos para que la viváis en directo... interesante. Sólo unos datos: se estima que el hielo que forma el frente visible del Perito tiene entre 300 y 400 años de antigüedad. La capa de hielo tiene unos 60 metros de altura visible, y por debajo del lago del orden de unos 160 metros más en el frente. En zona interiores del glaciar han llegado a medir profundidades de unos 400-500 metros! (a ver si coincide con lo que os cuentan a vosotros!!) Bueno, pues llega la hora de la verdad, nos ponen los crampones (o grampones,?) y a los pocos metros entramos en el hielo. Al principio le tienes respeto al tema, porque es un terreno nuevo y no te sientes del todo seguro, pero si sigues las instrucciones de los guías, no hay ningún problema en superar subidas y bajadas por el glaciar. Importante llevar los guantes puestos, porque en caso de caída te evitan que el hielo te corte las manos. En cuanto al frío y demás, dependerá de la estación claro, pero nosotros no íbamos excesivamente abrigados y no pasamos frío. Hay que tener en cuenta lo que nos contaban los guías y que quizás no queda claro antes de ver el glaciar: el hielo no se forma allí mismo, se forma en el campo de hielo patagónico, a una altura muy superior a la del lago y allí sí que hace frío, pero al pie del glaciar mucho menos. En todo caso, conviene llevar piezas de ropa para poner y quitar en función de los cambios de temperatura. Cuando le empiezas a coger el gusto a la caminata... se acaba. La verdad es que la vuelta es pequeñita, pero bueno, como bautizo en el hielo vale la pena. Ofrecen otra excursión “Big Ice” de mayor duración, pero que ellos mismos recomiendan para gente con un buen estado físico y con ganas de caminar durante más tiempo (dura unas 7 horas). Para finalizar, te ofrecen un whisky con hielo del glaciar. Nada más a destacar. Vuelta por el bosque hasta el embarcadero, de nuevo cruce del Brazo Rico y al autobús hasta El Calafate, donde se llega alrededor de las 17 horas. Toda una experiencia. Para nosotros, sin duda la mejor de las excursiones organizadas, un poquito por arriba de la Gran Aventura en Iguazú (eso ya depende, nuevamente, de los gustos de cada uno!). Al llegar al Calafate, vamos de nuevo a la oficina de Fernández Campbell, porque el día anterior nos habían comentado que la excursión se puede contratar únicamente el día antes a su realización, así que tocaba reservarla para el día siguiente. Al igual que en el caso anterior, Fernández Campbell es el concesionario del parque para la navegación así que se puede contratar en muchas agencias, pero el servicio final lo realizan ellos. PN Los Glaciares Día 2. Navegación Glaciares por el Lago Argentino Hoy nos hacen madrugar un poquito más, a las 7 de la mañana hay que estar listo y esperar el autobús en la recepción del hotel. No pasan a buscarnos hasta las 7’40 (molesta un poquitín... porque el sueño se acumula... y perder así como así 40 minutos..., bueno es lo que hay!). Más o menos igual que el día anterior, entrada al parque nacional por otra carretera, ya que el catamarán sale de Puerto Bandera, en uno de los extremos del Lago Argentino. Llegamos allí a eso de las 9 de la mañana, y 75 pesos por persona nuevamente para entrar al parque. Por cierto, los precios de la navegación son: 295 pesos por persona para la navegación en sí, y 40 pesos más por el traslado de ida y vuelta desde El Calafate a Puerto Bandera (se contrata en la misma oficina de Fernández Campbell pero con otra empresa). Total de la excursión, 410 pesos por persona. Nuevamente se tiene que pagar en metálico. Sí, El Calafate es uno de los lugares donde más presupuesto se necesita. Hala, a la embarcación y todos en un asiento (importa poco donde se siente uno, porque cuando hay algún punto de interés lo mejor es salir a la cubierta para verlo y fotografiarlo, claro). Antes de salir, vuelven a explicar los cambios en el programa de la excursión a causa de los icebergs en el canal Upsala. Dan la opción de si alguien cambia de opinión, devolverle el dinero (de la parte de navegación) y que vuelva a El Calafate. Bueno, pues a navegar por el Brazo Norte se ha dicho. Al rato aparecen los primeros icebergs, y se desata la locura fotográfica... a quemar las cámaras!! (el tono es medio sarcástico, sí, pero nos incluimos en la quema claro). No somos buenos fotógrafos, sea dicho, pero aún así, diríamos que es muy complicado que una fotografía o un video por buenos que sean puedan plasmar la belleza y las sensaciones que transmiten los glaciares y las zonas de icebergs... Llegamos a la entrada del Brazo Upsala y el capitán confirma lo ya sabido, que no se puede entrar por los icebergs. Un ratito parados para contemplar los hielos, y reemprendemos el rumbo hacia el Glaciar Spegazzini. Allí sí que llegamos hasta el frente, y se repite la secuencia de contemplación y fotografía. Hay un primer desprendimiento en el glaciar y se desata la locura colectiva!. Impresiona. La gente reacciona, esperando más... se crea un silencio y una expectación repentinos... con el paso de los minutos, la gente se relaja claro...hay que continuar haciendo fotos... pero el glaciar no avisa y... cuando menos te los esperas... dejar caer otro buen trozo de hielo!! Hay que ser rápido con la cámara para cazarlo!! Bueno, algo se consiguió, tanto en foto como en video (cada uno con una cámara, claro). Eso sí, los gritos locos de más de uno ahogan el estruendo de la rotura y la caída del hielo... una pena!. Ya hemos cubierto una buena parte de la navegación, y llega el momento de dirigirse al Canal de los Témpanos para acercarse a unos 300 metros del frente norte del Perito Moreno. No sé si era por las horas que llevamos en el catamarán o porque el capitán reduce la marcha para justificar el tiempo de la excursión, pero este tramo se nos hace largo largo... y de hecho en el Canal de los Témpanos había menos, y más pequeños que los vistos en el Brazo Norte (lógico, por la rotura que hubo en el Upsala). Llegamos al Perito Moreno, a cubierta todo el mundo y a fotografiarlo se ha dicho. Nuevamente pensamos que es complicado plasmar su belleza en una foto. Quedaros sobre todo con el recuerdo, pero con alguna foto también (o no, también hay gente que no hace fotos, y en parte yo personalmente las envidio). Unas cuantas vueltas por el frente del Perito y de vuelta a Puerto Bandera. De allí al autobús y durmiendo hasta El Calafate (la bromita de levantarse a las seis de la mañana pasa factura). Por la noche, a cenar pizza y a probar alguna cerveza patagónica que están muy ricas, y poca cosa más. Al día siguiente tenemos un ratito de avión, para trasladarnos hasta San Carlos de Bariloche, última etapa de nuestro viaje antes de volver a Buenos Aires. El Calafate Día 3. Esperando el vuelo a Bariloche Tenemos el vuelo a eso de las 19 horas. Podríamos realizar alguna excursión de medio día por los alrededores de El Calafate, porque a la ciudad en sí no le encontramos ninguna gracia. Hay algunas que te llevan hasta algunas cumbres cercanas en camión o a alguna estancia. Finalmente no realizamos ninguna, porque ya habíamos tenido bastante con los glaciares. Dedicamos la mañana primero a pasear por la orilla del Lago Argentino y contemplar a patos y flamencos que están comiendo en sus aguas. Después volvemos al centro para comprar postales para familia y amigos, y algunos recuerdos, imanes de nevera y demás. Tenemos tiempo, así que hoy toca comer bien que hemos acumulado nuevamente dos días seguidos de bocata y ya cansa... Además hay que darle caña al cordero patagónico que está muy bueno. Para más referencias, haremos una etapa específica de restaurantes y de la gastronomía probada en el viaje. Una última vuelta y nos vamos a recoger las maletas al hotel. El transporte lo hemos reservado directamente en una empresa de remisses de una calle del centro, que tenía el viaje al aeropuerto a 50 pesos. En el hotel nos pedían por el mismo servicio 80. Buenos son 30 pesos. En el aeropuerto hay que pagar tasas, porque es un aeropuerto privado. Pagamos 38 pesos por persona. El vuelo sale con algo de retraso, aproximadamente una hora. Llegaremos a Bariloche a eso de las 10 de la noche. Se acaba así la etapa de los Glaciares. Si alguien quiere recortar alguna noche en El Calafate, se lo puede plantear. Lo imprescindible son las pasarelas del Perito y el Minitrekking. La navegación es un buen complemento, pero un poco cargante... Lo malo es quedar sin margen por si el día sale malo o te falla el avión por ejemplo y te quedas sin poder hacer el Minitrekking. Hay que decidirse!! Etapas 7 a 9, total 10
De la etapa anterior, llegábamos a San Carlos de Bariloche desde El Calafate a eso de las 10 de la noche...
Para visitar la región de los lagos habíamos alquilado un coche durante 3 días, y así descubrir por nuestra cuenta un poquito de esta zona. El coche lo buscamos por Internet, hay muchas casas de alquiler en la zona. Ya que teníamos la intención de alquilar coche, miramos de recogerlo en el aeropuerto, para disponer de él desde el primer momento y poder llegar directamente al hotel, que en esta ocasión estaba retirado del centro de la ciudad (el coche nos daba libertad de movimiento, así que en esta ocasión no nos importaba que el hotel estuviera en las afueras). Acabamos reservando un Volkswagen Gol (no Golf, el Gol es el equivalente al Polo europeo) por un importe de 600 pesos para los 3 días y con un límite de 600 kilómetros (es bastante habitual los contratos con límites de unos 200 al día). Nosotros lo hicimos con la empresa “Andina rent a car” y todo fue bien. En el aeropuerto no estaba esperando Carlos de Andina con las llaves del coche y los papeles del contrato. Como es habitual, tienes que dejar un “voucher” de una tarjeta de crédito como garantía por el alquiler (al finalizar el servicio te lo devuelven y se realiza el pago por el importe acordado). Nos ha cambiado el tipo de coche reservado por un Chevrolet Corsa familiar... mucho mejor!!, tiene un maletero enorme, perfecto para las maletas que teníamos (sobre todo el último día, que las pudimos dejar en el coche sin que quedara nada a la vista hasta la hora de ir al aeropuerto). El cambio es evidentemente manteniendo el precio acordado. Como el hotel que tenemos le queda más o menos de paso, se ofrece a que le sigamos para encontrar el hotel con facilidad y habituarnos un poquito a la ciudad, que hemos llegado de noche, y sin luz las cosas siempre se ven de otra manera... (realmente estamos encontrando a muy buena gente en este viaje!, nos referimos a que sí, estas contratando un servicio, pero además te ofrecen una ayuda a la cual no están obligados). Bueno sin mayor problema que seguir a Carlos por algún punto de las carreteras, llegamos al hotel y nos vamos a descansar, que ya hemos decidido la actividad para el día siguiente: iremos a El Bolsón, que es sábado y hay feria!! Hay un poquito de mono de pasear por un mercadillo y esas cosas, y también se puede combinar con alguna visitilla por los alrededores. Región de los Lagos Día 1. El Bolsón, su feria y alrededores. El Bolsón es un pueblo a unos 130 kilómetros al sur de Bariloche, tradicionalmente famoso por su feria y gran afluencia de hippies que venden en ellas sus manualidades. Se llega por la Ruta 40 (la típica de la Patagonia), que en este tramo está totalmente asfaltada. Salimos tempranito, porque tenemos por delante casi dos horas de viaje. Entre la distancia a cubrir y que contamos con parar en alguna ocasión a contemplar el paisaje y a tomar fotos, preferimos aprovechar y continuar con la tónica de levantarnos prontito. El paisaje cambia por completo respecto a la patagonia de días anteriores. La carretera bordea algunos tramos del Lago Gutiérrez, Lago Mascardi y Lago Guillelmo, y las zonas boscosas abundan. De las carreteras argentinas, nos sorprende la presencia más o menos regular de controles de policía a pie de carretera, y además de carácter fijo (casi todos ellos con casetas de resguardo para los agentes). A veces los agentes están fuera, entre los dos carriles de circulación y a veces permanecen en la caseta. También sorprende la poca señalización existente, ya que el 90% del tiempo hay doble línea continua, sin más. Te sorprendes, y entonces ves que el conductor que viene por detrás, no tiene ningún problema en pasar de la línea y adelantarte... (será algún temerario piensa uno..., aunque sí, había bastante visibilidad..,), pero no, la doble línea continua sigue y sigue... y te encuentras que te pasa otro igual..., al final somos nosotros los que nos encontramos un camión delante... y claro, acabas imitando la forma de conducir... porque realmente no hay más remedio, y adelantas en zonas donde si se debería poder adelantar... (queda dicho, si alguien conoce más al respecto y quiere opinar, adelante!). Llegamos a El Bolsón más o menos en el horario previsto y nos acercamos un momento a la oficina de turismo para informarnos del pueblo y sus alrededores. En la feria están justo iniciando el montaje de las tiendas, y no será hasta dentro de un buen rato que esté un poco más animado el tema. En la oficina nos comentan que en esta época los comerciantes aguantan hasta las 4-5 de la tarde. En pleno verano, cuando hay más visitantes los alargan hasta más tarde. De la información que nos dan en la oficina, decidimos realizar un primer itinerario hasta lo alto de una montaña para tener buenas vistas sobre el Río Azul y la cordillera que lo rodea (Cerro Lindo, Cerro Hierro Azul,...) con el Lago Puelo al fondo. Son unos 5 kilómetros por camino de ripio y sirve para hacerse una idea general del valle. Como tenemos el coche de alquiler lo hemos de aprovechar, así que allá vamos. Llegamos sin problemas hasta el que llaman “Mirador del Azul”. Un ratito para contemplar y fotografiar el paisaje, y deshacemos el camino (de seguir por el mismo se llega hasta una caminata a una formación rocosa llamada “Cabeza del Indio”). Nos desviamos hacia el camino inferior, más cercano al río, con la intención de poder llegar a su orilla, pero no lo conseguimos. Decidimos volver y cruzar todo el pueblo para subir por la otra cordillera que limita la población. Para contemplar una vista general de El Bolsón nos han aconsejado llegarnos hasta el Mirador Cerro Amigo, que está a tan sólo dos kilómetros del pueblo. Desde el estacionamiento hasta el mirador hay un paseo muy cortito, y sí que merece la pena la vista. Completado este segundo mirador, llega el momento de bajar a la feria. Ya está en plena actividad, con puestos de todo tipo, los típicos de artesanía en madera, prendas de vestir joyería, venta de calabazas y demás. También tienen una parte dedicada a la restauración. Nosotros aprovechamos para comer unas empanadas buenísimas y a un precio de escándalo, 2 ó 3 pesos la unidad!! También probamos una cerveza roja artesanal y muy fresquita, de la que guardamos un buen recuerdo. Ya que estamos de mercadillo, y los precios nos parecen más o menos razonables, aprovechamos para completar la compra de recuerdos para todo el mundo. El final del viaje está cercano, y hay que ir concretando... Unos imanes más por aquí, puntos de lectura pintados sobre madera, alguna pulsera y unas calabazas y bombilla para el mate, destinados a los más allegados. Así finalizamos nuestra visita a El Bolsón y reemprendemos el camino de vuelta a Bariloche. El resto de la tarde la pasamos en el hotel, en la piscina para relajarnos. El día siguiente queremos ir al norte, para realizar toda (o parte) de la Ruta de los Siete Lagos. Otro clásico! Región de los Lagos Día 2. Ruta de los “Siete” Lagos. Villa La Angostura y Villa Traful Al recoger el coche de alquiler nos entregaron información y planos turísticos de carreteras suficientes para realizar las excursiones más habituales, como la que queríamos realizar ese día, la Ruta de los Siete Lagos. La Ruta de los Siete Lagos parte de Bariloche por la Ruta 231 hacia Villa La Angostura, bordeando el Lago Nahuel Huapi (cubre buena parte de su recorrido dentro del Parque Nacional del mismo nombre). Pocos kilómetros después de pasar esta población, y ver el segundo lago (Lago Correntoso) se debe abandonar la Ruta 231, que continúa hacia la frontera chilena, y seguir por una carretera de ripio para visitar el Lago Espejo (y de nuevo el correntoso). Ya llevamos 3 lagos. Posteriormente (y siempre en camino de ripio) se llega a un desvío, en caso de querer completar los siete lagos, hay que continuar hacia San Martín de los Andes y visitar Lago Villarino, Lago Falkner, Lago Hermoso y Lago Machónico hasta llegar a esta población y completar la “ida” de la ruta. Según indicaba el plano que teníamos, el ripio se convierte más adelante en carretera pavimentada. El camino de vuelta a Bariloche puede hacerse por otro camino, con una buena parte del camino en ripio que acaba llegando a la Ruta 40 en el Valle Encantado, concretamente en Confluencia. Si en el desvío comentado no se continúa hacia San Martín de los Andes, y se gira a la izquierda, este otro camino lleva hasta Villa Traful y al Lago del mismo nombre. Continuando por el camino (todo de ripio) se acaba llegando al mismo punto de la Ruta 40 que el comentado, Confluencia. Allí se retoma la Ruta 40 para llegar a Bariloche. Esta Ruta opcional a la más completa (acabas viendo 4 lagos) recibe el nombre de “Circuito Grande”. De las dos opciones nosotros acabamos haciendo el Circuito Grande, con una distancia total de unos 275 kilómetros. La ruta de los Siete Lagos venía indicada en el plano con una distancia total de 360 kilómetros. La razón principal para realizar el Circuito Grande fue la cantidad de kilómetros que se hacen por caminos de ripio, en distancia total no es que sea muy grande, pero a la velocidad que se recorren y el cansancio que se acumula, nos hicieron desistir. Creemos que el Circuito Grande sirve para hacerse una buena idea del paisaje y de los lagos que existen por la zona, y que es suficiente y justo para una excursión de un día, relajado, parando cuando uno quiere a contemplar los lagos, a comer en alguno de los merenderos o zona de acampada que hay, o en alguno de los restaurantes existentes en Villa Traful como hicimos nosotros. Existen circuitos de día entero para cubrir la Ruta completa de los Siete Lagos, pero a nuestro entender deben ser de un trajín elevado, porque el ripio ralentiza mucho la marcha. Así pues, en caso de querer realizar la Ruta de los Siete Lagos, quizás es mejor plantearla pasando una noche en San Martín de los Andes, pueblo del que hay muy buenas referencias, pero que nosotros como decimos, no llegamos a conocer. Bueno, descritas las dos rutas posibles, poco más que decir. Creemos que tanto una como la otra son muy recomendables para conocer la región de los lagos, y sobre todo si en etapas anteriores del viaje se han visitado las zonas de la patagonia más meridional (El Calafate por ejemplo), porque se notará un contraste absoluto. Como decíamos nosotros realizamos el Circuito Grande. Como referencia en cuanto a tiempos, decir que empezamos en Bariloche a eso de las 8 de la mañana, pasamos un ratito en Villa La Angostura, nos llegamos a equivocar en el desvío hacia el camino de ripio y tuvimos que deshacer unos cuantos kilómetros y a las 14’30 estábamos en Villa Traful, donde comimos con unas vistas excelentes sobre el lago. Continuamos posteriormente completando el circuito y llegamos a Bariloche a eso de las 18’30. En Villa La Angostura hay la posibilidad de hacer la excursión a Isla Victoria y Bosque de los Arrayanes. Nosotros estuvimos en la oficina de turismo del pueblo preguntando y nos acercamos hasta el puerto, pero no hicimos la excursión porque había muchísima niebla en el lago y porque en caso de hacerla te supone unas 3 horas en total, tiempo que nos quitaba para la ruta por la zona de los lagos. En resumen, esta zona tiene muchas posibilidades para disfrutar de sus lagos y sus bosques. El Parque Nacional Nahuel Huapi nos agradó, y con la excursión de un día nos hicimos una idea del entorno. Para los amantes de los bosques y de la acampada. Ofrece muchas alternativas y en pleno verano debe ser una gozada poder quedarse más de un día, para pasear, navegar en alguno de los lagos,... Al llegar a Bariloche a eso de las 18’30, aprovechamos para dar una vuelta por su zona más comercial y céntrica, por las Calles Bartolomé Mitre y Perito Moreno. Hay muchas chocolaterías, es una especialidad de la ciudad y buen ambiente para realizar un paseo hasta el Centro Cívico. Poco más que ver según nuestra opinión. Región de los Lagos Día 3. Circuito Chico. Alrededores de Bariloche. Vuelta a Buenos Aires. Hoy tocaba subirse a un avión a eso de las 15’30 para volver a Buenos Aires. Eso quería decir que teníamos hasta las 14 horas para completar nuestra visita a la zona de Bariloche. A esa hora habíamos concertado devolver el coche en el Aeropuerto, y hasta allí teníamos aproximadamente media hora desde el centro de Bariloche. Salimos a eso de las nueve de la mañana del hotel, con las maletas cargadas en el coche. Así no tendríamos que volver por el hotel, y podríamos aprovechar las horas que teníamos disponibles. Con medio día disponible, es suficiente para realizar el llamado “Circuito Chico”. Son unos 65 kilómetros de recorrido, para conocer el Parque Municipal de Llao-Llao, el hotel del mismo nombre y puntos panorámicos diversos. El itinerario que hicimos nosotros, tiene los primeros 18 kilómetros aproximadamente comunes para la ida y la vuelta (la Avenida Bustillo). Llegados a ese punto, recorrimos circularmente la avenida del mismo nombre, en nuestro caso en sentido horario, y fuimos parando para contemplar la Bahía López, el Lago Perito Moreno Oeste, y vistas extensas del Lago Nahuel Huapi, Puerto Pañuelo (punto de salida de diversas excursiones lacustres) y el Hotel LLao LLao. De vuelta hacia Bariloche paramos en el Aerosilla Cerro Campanario (30 pesos por persona para subir y bajar), y llevarnos como recuerdo final unas vistas generales de la zona. Es muy recomendable porque tiene vistas en todas las direcciones. Acabado el Circuito Chico, pasamos un momento por Bariloche, para comprar un poco de chocolate, que si hay tantas chocolaterías será porque es bueno. Con el chocolate comprado, nos fuimos finalmente hacia el aeropuerto, donde devolvimos el coche a Carlos sin ningún problema, y de allí a la facturación de equipaje y a esperar nuestro vuelo a Buenos Aires. Habíamos completado un total de 645 kilómetros entre las excursiones y los transportes al aeropuerto. Para que os hagáis una idea del coste de la gasolina, en total nos gastamos en carburante 159 pesos. De esta etapa por Bariloche, destacar que recomendamos sin duda realizarla con coche de alquiler (aunque se tenga que padecer un poco el ripio), porque se disfruta mucho más, parando cuando y donde a uno le apetezca, y los posibles itinerarios son muy fáciles de identificar y recorrer. Nos quedamos con el gusanillo de poder dedicarle algún día más y disfrutar de los magníficos bosques y lagos que tiene, pero eso deberá quedar para otra ocasión!!. En invierno esta zona se convierte en un centro de esquí muy importante, pero en verano-otoño también resulta ser una zona muy agradable, como habíamos comprobado. Acababa así nuestra visita a Bariloche, y también nuestras vivencias por la patagonia. Era momento de volver a la ciudad de Buenos Aires y agotar los últimos días antes de la vuelta a Barcelona. Etapas 7 a 9, total 10
De la etapa anterior, volvíamos a Buenos Aires, tras haber disfrutado de Iguazú, Ushuaia, el Crucero Mare Australis, el Parque Torres del Paine en Chile, los Glaciares en El Calafate y la Región de los Lagos en Bariloche...(ahí es nada!).
El avión sale puntual de Bariloche, y con un vuelo tranquilito estamos en Aeroparque a eso de las 17’30 horas. Allí cogemos un remise al hotel que se encuentra en el centro, muy cerca del obelisco. En esta ocasión nos cuesta 43 pesos con Transfer Express, justo a la salida con las maletas, en el vestíbulo del aeropuerto, hay 2 o 3 empresas de remises. Los precios se publican en las pantallas del aeropuerto, así que el tema está bastante claro. Bueno, hemos vuelto al mismo hotel en el que empezamos nuestra aventura. Ahora nos quedan por delante 3 días, y 4 noches, para despedirnos de la ciudad y del país. Son muchos días en Buenos Aires y más si tenemos en cuenta que ya estuvimos dos al inicio, así que seguramente aprovechemos uno de los días para visitar algo en las afueras, y los otros los pasaremos con calma por la ciudad. De momento pasamos la tarde cerca del hotel, cenamos bien porque en el avión ha tocado el típico bocadillo frío e insulso de Aerolíneas, y ya llevamos cinco iguales!. Bueno, para el hotel y a descansar. Buenos Aires días 1 y 2. Completamos la visita a la ciudad, a nuestro ritmo. Los dos primeros días de esta segunda etapa los dedicamos a completar la visita a la ciudad. Habíamos visto la existencia del Bus Turístico (Buenos Aires Bus), que te permitía subir y bajar en las diferentes paradas que tiene. La primera de las paradas, la central para comprar los billetes, está en Plaza de Mayo. Decidimos comprar el billete válido para dos días consecutivos, que cuesta 60 pesos por persona (el billete de un día cuesta 50 pesos, por 10 pesos, pensamos que adelante con el completo). El itinerario tiene un total de 12 paradas por las zonas más singulares de la ciudad. La idea era clara: ir subiendo y bajando del bus para visitar las zonas, hacerse una idea general de las mismas y después centrarse en alguna en especial si ha despertado más curiosidad. Así visitamos el barrio de San Telmo, y después La Boca (Caminito,...) y la Bombonera por la mañana del primer día. Por la tarde completamos todo el itinerario del bus turístico. Al día siguiente decidimos empezar la jornada a pie, con una buena caminata hasta la zona de Palermo y a los jardines japonés y 3 de Febrero. De allí nos trasladamos con el bus turístico hasta Plaza de Mayo, para ir caminando nuevamente hasta Puerto Madero (a comer en uno de los restaurantes clásicos de los foros). Un nuevo paseíto y al bus para llegar a Plaza San Martín, desde donde recorrimos la Calle Florida y adyacentes paseando. En resumen, nos hicimos una idea de las zonas más típicas de la ciudad, sin cansarnos mucho porque después de tanto día las fuerzas y las ganas de marcha van cuesta abajo, el hecho de que el viaje se acabe siempre “chafa” un poquito... El Bus turístico es muy poco recomendable por no decir que nada. Independientemente de si gusta más o menos esta forma de visitar la ciudad, el principal problema que encontramos es que está muy mal organizado. Sobre el papel, puedes comprar el billete en cualquiera de las paradas y subirte al bus sin problemas. La realidad es bien diferente. El bus pasa cada 30 minutos (casi siempre es puntual...) y cuando llega a la parada con él pueden llegar los problemas. Primero, en dos ocasiones vimos que la guía que viaja a bordo del bus se negó a vender billetes en las paradas diferentes a la principal (incumpliendo lo que decían tanto en las paradas como en el plano de información que te dan). Comentaba que para ese bus ya estaban vendidos todos los billetes y que no podía hacer nada (aunque en el bus quedara sitio?). Remitía a la gente a que comprara el billete en la primera parada. Es decir, en caso de querer cogerlo, mejor empezar siempre en la primera parada (Plaza de Mayo). Segundo, si llega el bus y no hay sitio, que puede pasar perfectamente, porque la gente suele bajar en masa en los mismos sitios, los primeros que se fastidian son los que no tienen billete (y se creían que lo podrían comprar en cualquier parada!). Después se fastidian los demás, aunque tengan billete. A esperar otra media hora y a rezar para encontrar sitio. O a pasar del bus olímpicamente... Nuestro consejo es claro, al menos el servicio de este bus (Buenos Aires Bus) no funciona bien. Hay algún otro pero no sabemos que tal está. Buenos Aires Día 3. El Delta del Tigre. El tercer y último día en Buenos Aires lo dedicamos a visitar la zona del Delta del Tigre, zona de recreo veraniego típica de los bonaerenses. Además coincide con el Jueves Santo, festivo, y seguro que hay ambiente en el Delta. Decidimos ir por nuestra cuenta en transporte público. En primer lugar cogemos el metro (Subte) hasta la estación de trenes de Retiro (1,10 pesos cada viaje). De allí cogemos un tren que finaliza su recorrido en Tigre (1,35 pesos cada viaje). Total llegamos en aproximadamente 1 hora y 10 minutos a Tigre y por un importe de 2,45 pesos por persona (unos 0,50 €!!) El Delta del Tigre es muy recomendable para ver una zona típica de veraneo o de fin de semana cerca del río y de casas típicas al borde de los canales, cada una con su embarcadero propio. Nos recordó (salvando muchas diferencias), al Delta del Mekong en Vietnam sobre todo por el color de las aguas en los canales y por algunas de las embarcaciones que se pueden ver. En la zona realizamos una navegación de una hora aproximadamente para hacernos una idea sobre los canales. Existen multitud de ofertas para realizar excursiones de un día, o de varios muy completas y visitando canales del delta más alejados del núcleo urbano. En estas excursiones, con embarcaciones pequeñitas, se conocen zonas con abundante vegetación y fauna autóctona, según nos comentó un guía que ofrecía una opción de las muchas existentes. A estas alturas del viaje, nosotros con unas pinceladas del lugar tuvimos suficiente (sin duda el cansancio de días y días de excursiones había calado hondo en nosotros...). Después de la navegación aprovechamos para pasear un rato por la zona más histórica y alejada del muelle del puerto. Sólo alejarte una calle del muelle, la tranquilidad es absoluta y se pueden contemplar casas unifamiliares muy bonitas. Comimos tranquilamente en un chiringuito cerca del puerto y nos acercamos hasta la estación del Tren de la Costa, para regresar a Buenos Aires con este otro transporte, de carácter mucho más turístico y que era el típico incluido en todas las excursiones organizadas que se ofrecían por doquier. Grave error a nuestro entender. El precio de un solo trayecto es de 12 pesos por persona y no te deja en el centro de Buenos Aires. Hay que hacer trasbordo en la estación del final (en el Barrio de Olivos) a la estación de Mitre, en donde se coge un tren convencional que llega hasta la estación de retiro. En teoría los atractivos del Tren de la Costa son por una parte su recorrido cercano al río y por otra sus “bellas” estaciones donde existe la posibilidad de bajar para visitar zonas comerciales. A lo mejor nos lo perdimos, pero nosotros no le encontramos ningún encanto a este tren... En resumen nuestra visita al Delta del Tigre nos sirvió para conocerlo muy por encima, y hacer el apunte mental de que puede ser un buen destino por si algún día volvemos a Buenos Aires, disfrutar de algo diferente a lo que hemos hecho en este viaje. De vuelta a la ciudad, queremos gastar nuestros últimos pesos en comprar alfajores para la familia y alguna botellita de vino. Cuando la abramos en casa, con una buena carne en la mesa, intentaremos recordar algo de este fabuloso viaje y país. Compramos Malbec, una de las variedades típicas de las bodegas argentinas. Con las compras terminadas y los pesos justos para el taxi del día siguiente, nos vamos para el hotel, que es la última noche y tenemos que recoger y hacer las maletas. Buenos Aires Día 4. Nos vamos para casa! A la mañana siguiente, desayuno, cerramos la maleta y a la hora convenida pasa el Taxi Ezeiza que habíamos reservado en su Web la tarde anterior. La tarifa de vuelta al aeropuerto es de 88 pesos. Aquí acaban las etapas de este viaje por Argentina y Chile, sobre todo por la patagonia. En total han sido 25 días por estas tierras, que nos dejan un montón de buenos momentos que contar a nuestra gente y que recordar para siempre!! Etapas 7 a 9, total 10
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