Desde Barcelona hasta Hong Kong...por tierra ✏️ Blogs de GlobalViaje desde la ciudad de Barcelona hasta Hong Kong, por tierra en su mayor parte. París, Estrasburgo, Glaciar Express, Chur, Viena, Cracovia, Auswitch, Varsovia, Riga, Tallín, Laponia (Inari), Helsinki, San Petersburgo, Moscú, Ruta del transmongoliano (vladimir, Suzdal, Nizhny Novgorod, Kazán, Irkustch, Olkhon, Ulan Ude), Ruta por Mongolia, Ulan Bator, Beijing, Xi'an, Chengdu, Kumming, Guilin, Yangshuo, Longshen Hong KongAutor: Raquelredo Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (10 Votos) Índice del Diario: Desde Barcelona hasta Hong Kong...por tierra
01: PREPARATIVOS DE VIAJE . LA PESADILLA DE LOS VISADOS!!!
02: PREPARATIVOS DE VIAJE. EL SEGURO
03: DÍA 0: FROM BARCELONA TO PARÍS
04: DÍA 1: ATRENIZAJE EN PARÍS
05: DIA 2: MI TORRE ES MÁS ALTA..NO, ¡LA MÍA MÁS!
06: DÍA 3: DÍA DE MUSEO
07: DÍA 4: PENSANDO EN THE WALKING DEAD
08: DÍA 5: ¡QUÉ LE COR—TEN LA CABEZA!
09: DÍA 6: EL OTRO PARÍS
10: DÍA 7: AU REVOIR PARIS
11: DÍA 8: ON TRANSIT
12: DÍA 9: MEET ME IN ESTRASBURGO
13: DÍA 10: COLMAR
14: DÍA 11: Y EL LUNES, RAQUEL DESCANSÓ
15: DÍA 12: EL TREN EXPRESS MÁS LENTO DEL MUNDO
16: DÍA 13: REVENTADITA
17: DÍA 14: DE CAMINO A LA CIUDAD DEL CROISSANT
18: DÍA 15: PRIMER DÍA EN VIENA
19: DÍA 16: SACHER Y JUSTIN BIEBER
20: DÍA 17: NIEVE Y LA ALBERTINA
21: DÍA 18: LA ABADÍA DEL NOMBRE DE LA ROSA
22: DÍA 19: EL PALACIO DE SCHÖNBRUNN
23: DÍA 20: EL TREN CHOPIN Y PRIMER DÍA EN CRACOVIA
24: DÍA 21: EL HORROR DEL HOLOCAUSTO
25: DÍA 22: AAAAAA…CHÍS!
26: DÍA 23: APATRULLANDO LA CIUDAD DE VARSOVIA
27: DÍA 24: RIGA
28: DÍA 25: TALLÍN, SOL SOLET VINE’M A VEURE QUE TINC FRED!
29: DÍA 26: EL REY HA VUELTO
30: DÍA 27: ÚLTIMO DÍA EN TALLIN Y HACIENDA SOMOS TODOS
31: DÍA 28: “¡ARRIBA EN EL CIELO! ¡ES UN AVE! ¡ES UN AVIÓN! ¡ES..
32: DÍA 29: APRENDIENDO SOBRE LA CULTURA SAAMI
33: DÍA 30: TORTUGUEANDO Y EL POR QUÉ DE LA AURORA
34: DÍA 31: UN MES ENTERO
35: DÍA 32: ROVANIEMI
36: DÍA 33: HELSINKI, CAPITAL DEL DISEÑO INDUSTRIAL 2012
37: DÍA 34: MUSEO DEL DISEÑO
38: DÍA 35: SÓLO MUSEOS
39: DÍA 36: LA FORTALEZA DE SUOMENLINNA, PATRIMONIO DE LA UNESCO
40: DÍA 37: WHIRPOOL POWER
41: DÍA 38: SEURASAARI
42: DÍA 39: AL SOL DE HELSINKI
43: DÍA 40: ¡LA CRISIS DE LOS 40 NO EXISTE PARA NOSOTRAS!
44: DÍA 41: OMG
45: DÍA 42: TSÁRSKOYE SELÓ
46: DÍA 43: LA FORTALEZA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO
47: DÍA 44: A 200 KM/H
48: DÍA 45: MOSCÚ, LA CAPITAL DEL PAÍS MÁS EXTENSO DEL MUNDO
49: DÍA 46: SI NOS PERDEMOS, NOS IMPORTA UN BLEDO.
50: DÍA 47: SUZDAL
51: DÍA 48: EL 1 DE MAYO. SWEET DREAMS ARE MADE OF THIS
52: DÍA 49: VLADIMIR
53: DÍA 50: CAMBIO DE BILLETES DE TREN
54: DÍA 51: NIZHNY NOVGOROD
55: DÍA 52: EL MUSEO DE ARTE ESTATAL Y EL KREMLIN
56: DÍA 53: HOY TOCA…ESPERAR
57: DÍA 54: LLEGADA A KAZÁN
58: DÍA 55: DÉJÀ VU, EL HERMITAGE
59: DÍA 56: EL DÍA DE LA VICTORIA. EKATERINMBURGO.
60: DÍA 57: PRIMER DÍA EN EL TREN HACIA IRKUTSK
61: DÍA 58: LA GENEROSIDAD RUSA.
62: DÍA 59: LLEGADA A IRKUTSK Y CAMINO A OLJÓN.
63: DÍA 60: EXPLORANDO KUZHIR.
64: DÍA 61: EXCURSIÓN AL CABO DE HOBOT
65: Día 62: RELAXING
66: DÍA 63: REGRESO A IRKUTSK
67: DÍA 64: CIRCUMBAIKAL, RODEANDO EL BAIKAL
68: DÍA 65: SALIDA DE RUSIA
69: DÍA 66: LLEGADA A ULAN BATOR
70: DÍA 67: ZANGANEANDO EN LA CAPITAL DE LOS NÓMADAS
71: DÍA 68: PARQUE NACIONAL DE GORKHI-TERELJ
72: DÍA 69: REGRESO DE GORKHI-TERELJ Y OTRO DÍA EN ULAN BATOR
73: DÍA 70: VISITA AL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE ULAN BATOR
74: DÍA 71: EXCURSIÓN AL GOBI: ERDENEDALAY
75: DÍA 72: EXCURSIÓN AL GOBI: LOS ACANTILADOS FLAMEANTES, PARQUE NATURAL BAYANZAG
76: DÍA 73. EXCURSIÓN AL GOBI: LAS DUNAS DE KONGHOR
77: DÍA 74. EXCURSIÓN AL GOBI. EL VALLE DEL HIELO . NOCHE EN DALANZADGAD
78: DÍA 75. EXCURSIÓN AL GOBI. EL ACANTILADO ROJO.
79: DÍA 76. EXCURSIÓN AL GOBI: TSAGAAN SUVARGA, LA MONTAÑA BLANCA.
80: DÍA 77. EXCURSIÓN AL GOBI: ROCK FORMATION
81: DÍA 78: BEAUTY DAY
82: DÍA 79: EL DÍA DE LA INFANCIA.
83: DÍA 80: PRIMER RECORRIDO EN TREN...EN CHINA.
84: DÍA 81: BEIJING HUAN YING NI.
85: DÍA 82: LA CIUDAD PROHIBIDA Y EL DRAGON FLY
86: DÍA 83: YONGHEHONG Y EL TEMPLO DEL CIELO
87: DÍA 84: UIBE.
88: DÍA 85. LA GRAN MURALLA, MUTIANYU
89: DÍA 86: SANLITUN Y YASHOU MARKET.
90: DÍA 87: RUMBO A XI’AN.
91: DÍA 88: LOS FAMOSOS GUERREROS DE TERRACOTA.
92: DÍA 89: DESCUBRIENDO CHENGDU.
93: DÍA 90: DRAGON BOAT..¡NO!, ¡PANDAS!, !SÍ! PANDAS EN EL DRAGON BOAT FESTIVAL!
94: DÍA 91: TREN DE CHENGDU A KUNMING.
95: DÍA 92: À LA VILLE DE...KUNMING
96: DÍA 93: EL BOSQUE DE PIEDRA DE KUNMING
97: DÍA 94: LA VILLA DE LAS MINORÍAS ÉTNICAS DE YUNNAN
98: DÍA 95: RUMBO A GUILIN. KAME-HAME-HA
99: DÍA 96: ELEPHANT HILL
100: DÍA 97: TIANTOU, LOS CAMPOS DE ARROZ
101: DÍA 98: 2,1,3.
102: DÍA 99 : DE DAZHAI A PING’AN
103: DÍA 100: ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
104: DÍA 101: EL RÍO LI
105: DÍA 102: CHILLING OUT.
106: DÍA 103: HAKUNA MATATA.
107: DÍA 104: LET’S SAY SENZHEN, LET’S SAY HONG KONG
108: DÍA 105: LANTAU Y TAI O
109: DÍA 106: CAUSEWAY BAY
110: DÍA 107: MERCADOS
111: DÍA 108: FIN…(CASI, CASI)
112: Números
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Etapas 7 a 9, total 112
Hoy es lunes, hoy es lunes, hoy es lunes.
El día parece haberse levantado claro. Como tenía pendiente la visita a Notre Dame y es un “must see”, he decidido hacerlo lo primero de lo primero. No os lo vais a creer, pero esta mañana seguía pensando que hoy era domingo y por tanto vería..bueno… oiría los cantos gregorianos que he leído que cantaban los domingos en misa. Así que después del desayuno bienvenue a Nuestra Dama. A la entrada hay una pequeña carpa conmemorando los 850 años de la catedral. Un pasillo con preguntas del estilo “¿por qué hemos sido creados?”y “¿de dónde venimos?” conducen hasta un pequeño andamio de madera. La idea es que el visitante reflexione sobre todas estas preguntas mientras se acerca a la catedral, para que se vaya preparando para lo que va a ver. Todo esto me lo explica una anciana “amiga” de la catedral que está por allí pululeando (¿esto lo escrito bien?) en busca de alguien con quién hablar y que le sepa escuchar. Me explica, además, que esa fue la 5 catedral construida en todo el mundo, siguiendo el estilo gótico, las 4 restantes están todas a las afueras de París, marcando el antiguo reinado del Rey. Después de agradecerle toda la información que me ha dado, sigo mi camino hasta entrar a la catedral, y guaaauuuu! es muy bonita. En ese momento están haciendo misa pero los visitantes somos todos muy respetuosos y no hacemos ninguna foto con flash, ni nos metemos en el terreno dónde hacen el oficio. No pude visitarla la otra vez que estuve, puesto que estaba en proceso de restauración, y por ello, tenía muchas ganas de verla. La visito con calma. Es pronto y somos pocos los visitantes que pululamos (es que me encanta esta palabra, pero sigo sin saber si la he escrito bien) por allí. He leído que si se quiere entrar a la torre o la cripta, hay que estar al principio de abrir puertas, porque las colas son tan monumentales que si no ya no merece la pena esperar. Así que localizo enseguida la puertecita de la torre. Apenas una docena de turistas están haciendo cola, puesto que aún quedan 30 minutos para que abran las puertas. Y menos mal que he ido! porque no han pasado ni 10 minutos que empiezan a venir grupos en masa. ufff. Entro en el primer grupo que dejan pasar. Las escaleras de caracol llevan a un primer rellano donde compramos el ticket (8,50 €), para luego continuar subiendo…ufff… casi no puedo subir por esas escaleritas tan chiquititas (¿os he dicho que cargo con el ordenador?). Pero al final llegamos a un primer nivel en el que pueden ya verse algunas de las gárgolas que ¿Disney? hizo famosas. Un segundo tramo de escaleras lleva a un nivel mucho más alto. De hecho creo que es la terraza más alta posible. Este último tramo me ha costado también lo mío (sí, sí..un ordenador a la espalda más los bártulos de turistas… Sí, Xi el gorrito rosa incluido :)). Dejan estar arriba 5 minutos, quizás entre todos, conseguimos extenderlo un poco más. Nuevamente unas escaleras de caracol conducen hasta abajo. Como todos bajamos mucho más rápidos pero dando las medio-vueltas que la escalera nos ordena, yo tengo la sensación de estar un poco mareada. La niña de detrás va contando los escalones de bajada. Según ella son unos 650 escalones, pero por detrás oigo a la madre diciendo que no los estaba contando bien. Así que no le hagamos mucho caso. Seguro que en en su país el gobierno también la ha ca**ado con la educación como en España y la reforma de la reforma reformada, hace que no se aprenda a contar hasta bien entrados los 18. Al salir hago un break para un café. Creo que la visita a la cripta la dejaré para otra ocasión. No me apetece mucho dedicar mi tiempo a hacer más colas de las necesarias y ¡algo tendré que dejar para otro viaje!. La idea que inicialmente tenía para hoy era ir al Sagrado Corazón y el cementerio de Montmatre que queda cerca. Quiero aprovechar el día que hace, así que decido marchar hacía allí en cuanto consigo levantar el culo (que no es poco!). Desde la parada de metro tardo en orientarme un poco. Al final el instinto me dice que si hay una cuesta hacía arriba, habrá que subirla. Es un camino tedioso y pesado (¿os he dicho que llevo un….?). Después de unas cuantas escaleras hacia arriba y de subir calles empinadas, aparezco por detrás del Sagrado Corazón. Así, sin avisar! ¡como el mejor de los enemigos! El día se ha puesto feucho, pero aspiro a que aguante el tiempo suficiente para hacer todas mis visitas del día. Visito la Basílica por dentro. Después de venir de Notre Dame, no me parece gran cosa y el mirador de la cúpula ya no tiene tampoco nada especial. Decido bajar las escaleras, aunque esta vez por la parte delantera, para hacer algunas fotos , pero ha empezado a llover y hacer un viento fuerte. Todo el mudo se ha recogido dentro de la Basílica y allí no cabe ni una aguja. Decido hacer uso del equipaje contra la lluvia, que voy cargando todo el día y empiezo a bajar con la esperanza de que al llegar abajo haya parado o si menos, amainado un poco. Una vez he descendido hasta la base del monte, me dirijo hacia la derecha para visitar el cementerio de Montmatre. Esto si que lo recuerdo de la la otra vez que lo visité, pero me daré un garbeo por allí. Me ha costado un caminito llegar, pero lo he hecho. La puerta por la que entro está precisamente en la Avenue du Rachel . Una vez allí me pierdo por sus calles. Cuando digo “me pierdo”, no me refiero al sentido más romántico y literario del término, sino al sentido estricto y literal que quiere otorgar la Real Academia de la Lengua Española, RAE para los amigos. Mientras camino entre tumbas, de las que por cierto no colgaré fotos, empieza a llover otra vez. Así que como no hay nadie con quien hablar, busco la salida. Mientras camino por los pasillos embarrados, no paran de venirme imágenes de la serie Walking Dead… Así que el final , se me hace un poco espeluznante la situación por lo que me pregunto varias veces el por qué he venido hasta aquí. Salgo (por fin!) del laberíntico cementerio por el mismo sitio que he entrado, y localizo un buen sitio para comer y descansar un rato. Mientras comía, se me ha ocurrido localizar un Fnac para comprar un cable y poder cargar la cámara. En el albergue están cortos de enchufes y si lo tuviera, podría cargarla con el ordenador mismo, como hago con el resto de electrónica. Localizo en el móvil un par de Fnac en París y los marco con un interesante cuadrado negro en el mapa. Decido ir a Odeón porque es el que me parece que tiene una mejor combinación para luego regresar al hostal. En Odeón lo busco y lo busco. Y no lo encuentro. El interesante cuadrado negro del mapa ha dejado de parecerme cuco.. por que para qué no me he apuntado la dirección?… ¡seré lerda! con un MBA y dos licenciaturas… pero también lerda, de toda la vida. Así que aprovecho que estoy por la zona y veo por fuera el Partenon (lo recuerdo de la otra visita que hice, y no tengo más ganas de ver más tumbas) y los Jardines del Palacio de Luxemburgo. Con tanta caminata perdida estoy cansada así que me voy al hostal a tomar algo caliente y descansar para el día de mañana. Toca salir un poco del centro de París: Versalles! Etapas 7 a 9, total 112
Hoy toca Versalles. Tengo muchas ganas de verlo, pero no sé por qué. Recuerdo que tenía un juego de ordenador que era sobre un ladrón que entraba en Versalles. Tú misión era entrar, robar las joyas y conseguir salir sin ser detectado. Era ya de la época de los cd’s y por lo menos tenía 10 de éstos para ir cargando a medidas que pasabas pantallas. No me preguntéis cuál era porque yo juegos de verdad sólo recuerdo el nombre de: el manic miner en mi adorado spectrum 48K, la saga de los monkey island (y sus concursos de escupitajos) y la saga de Lara Croft que introdujo a la mujer como protagonista en el mundo de los vídeo juegos de aventura gráfica.
Bueno, el caso es que ese juego tenía (o al menos en esa época me lo pareció), muy buenos gráficos! y entre eso y que ha sido escenario de numerosas películas de época, pues me picaba la curiosidad de ver qué se esconde detrás de la verja dorada. He dicho “ver” no “robar” lo del vídeo juego era un párrafo introductorio a modo de cortinilla…una pequeña madalenita Proustiana. Para ir hasta allí se ha de coger un tren de cercanías, el C ramal 5, que acaba en el mismo castillo de Versalles. El billete son unos 3.25€ por cada trayecto. Yo he tenido suerte, porque a los 6 minutos de mi llegada pasa uno . El viaje son unos 35-40 minutos. Una vez allí, no hay pérdida. Yo voy dónde Vicente, como dicen en España. Es decir, hacía donde veo que va la gente. Una vez atravesada la verja de hierro que parece que tiraron en la Revolución francesa para tomar el castillo, a mano izquierda se compran los billetes. La mayoría de gente de la multitud que hay (y no son ni las 10!) son autobuses de viajeros que deben tener ya su billete, y por tanto somos pocos los viajeros individuales que no tenemos el Paris Pass. (Nota sobre el Paris Pass: yo hice números con el precio de las entradas de lo que quería visitar, del número de días en que quería hacerlo y sumándole un cierto número de billetes de metro que estimaba iba a coger, no me salía a cuenta, pero si venís a Paris haced números y decidid) Me explican que hay dos entradas. El Palacio & los jardines y luego eso añadiendo los jardines de Maria Antonieta, son 15 € y 18 € respectivamente. Pregunto a información si merece la pena visitar los jardines de Maria Antonietta con el día tan terrible que hace. Me dice que sí que es precioso, pero algo dentro de mi me dice que no me apetece visitarlos con el paraguas en la mano. (Sorry Fred, pero tu consejo me llegó tarde!). Así que me decido por la entrada primera. La cola para acceder una vez tienes la entrada, no tiene desperdicio. Aquí el idioma que más se oye es el español, con diferencia, y los que más intentan colarse son los Indios. Así en plan, “yo soy más listo que tu “ Dentro hay una consigna pero no me dejan dejar el ordenador. Lo que más les preocupa es que entres comida . “¿Yo? ¿comida? mon Dieu! qué cutre! que soez! qué de pobre! ¿que los españoles si podemos nos traemos el bocata de jamón de casa? no sé por quién me ha tomado! yo viajo a tutti plenni. Bueno, pues como solo me ha preguntado por lo que llevaba en la mochila del ordenador y no ha querido cogerla, pues te jorobas y entro el tabulé que compré ayer en el Día %, y el resto de cosas para comer cuando me entré el hambre.:p ” (esto es uno de esas conversaciones que una tiene con su ser más interior, por supuesto que al señor le dijo “no, no es comida” y paso la siguiente habitación. Una vez dentro me entregan la audio guía Ésta, en la primera planta, se activará automáticamente cuando en las salas que proyecten vídeos y luego en la planta superior ya he de marcar el numerito correspondiente. Me parece curioso lo de que se active automáticamente y celebro la ocurrencia. Pero el mayor inconveniente es ¡empezar la visita con vídeos! todos nos aglomeramos en las primeras salas y el fluir de la gente es muy lento. De hecho, los escolares se disputan los pocos asientos libres y los empujones al resto de visitantes son constantes. Si yo fuera un dibujo animado a mi me estaría saliendo humito de la nariz o por las orejas. Los vídeos repasan brevemente la historia del palacio. desde que empezó como una pequeña casa de caza hasta ser lo que nos ha llegado hasta ahora. Los Reyes de la casa (nunca mejor dicho) iban haciendo reformas, ampliaciones y demoliciones constantemente. La explicación de la audio guía no desvela grandes secretos dignos de ser mencionados y la visita se me hace hiper corta para lo que podría tenerse abierto al público. Una vez fuera, faltan los jardines. El día parece aclararse y aprovecho para tomar algunas fotos. Empiezo a perderme (hoy sí en el sentido literario del término), por los puntos mencionados en el mapa que llevo y ¡Oh Mon Dieu! las fuentes están todas secas, los parterres levantados, Las figuras del jardín todas, absolutamente todas, cubiertas. Y por si fuera poco aparecen nuevamente unos nuvarrones a lo lejos y se levanta un aire frío y helador. Aprovecho el espacio que ofrece el jardín para comer en uno de los momentos que el sol ha salido de su madriguera. La verdad es que al final tanto caminar me he alejado bastante del Palacio y de la entrada Principal. No es que me alejara pensando que iban a sonar las alarmas cuando sacará mi tabulé, pero es que he ido caminando (con mi ordenador a cuestas) y como aquel que no quiere la cosa he llegado hasta el otro jardín. Me da mucha pereza hacer el camino de regreso, pero lo hago porque hoy por hoy el transportador espacial aún no existe y por tanto no tengo más remedio. Desandar el camino me lleva su tiempo. Planteo sentarme en alguno de los cafés que rodean (¡cachis! aquí no puedo usar “pululan”) la estación antes de regresar a París. Por el camino entro en alguna tiendecita de souvenires, pero no compro nada, porque todo lo que compre significará más peso en mi maleta. Los cafés están atiborrados y desprender un olor a comida rápida que me tira atrás. Así que cruzo hacia la estación pensando que allí encontraré algún que otro establecimiento dónde tomar algo caliente. Pues no lo hay, pero veo que en 3 minutos sale un tren de regreso a París. Han pasado ya más de 8 horas desde que he salido del albergue y me toca descansar, así que 40 minutos sentada en el tren me dejan aplataná! Bajo en los Inválidos para verlo ni que sea de lejos. A medida que nos acercábamos a París las nubes eran más negras y vuelve a llover. No tengo batería ni en la cámara ni en mi cuerpo. Así que creo que pasaré a descansar por el hostal para luego explorar París de noche. En cualquier caso aquí acabo de exponer lo que pasa en el día de hoy. Etapas 7 a 9, total 112
Ahora que ya he hecho (casi) todo lo que quería hacer.. me toca apartarme de la monumentalidad antigua de País.
La mañana ya apunta que hoy hará buen tiempo, así que quiero aprovechar para callejear por París por un lado e ir a la zona moderna, por el otro. Después de un desayuno en el albergue, que mejoro notablemente con las viandas compradas en el super, y de una interesante charla con una profesora de idiomas, que queda tremendamente horrorizada por la decisión del gobierno español de seguir la reforma laboral Merkeliana, emprendo mi camino matutino, decidido empezar mi caminata por el Ponte Neuf y la orilla del Sena. El día que lo recorrí hacía un viento de narices y no lo pude disfrutar. Con calma, esta vez, recorro nuevamente calles y sitios que ya he visitado y descubro rincones y calles nuevas. Cuando me canso del lugar, cojo el metro y me dirijo a la explanada de la Defensa, la zona de negocios del nuevo París. Es una zona de edificios altos y una gran avenida que la parte por la mitad. A lo lejos de ésta, puede verse el Arco de Triunfo y si giro la cabeza hacia el otro extremo puedo ver el Grande Arche que es un arco mucho más moderno, de hecho es el arco de triunfo del siglo XX. Es como que el París Antiguo que se encuentra con el París más moderno. La zona está salpicada de pequeñas obras de arte de Diseño Moderno. Yo he bajado en la parada de la Explanada y por tanto recorro el equivalente a una parada de metro hasta alcanzar el Grande Arche. Hay mucho ajetreo de gente entrando y saliendo de los edificios y el centro de convenciones. Localizo un FNAC y voy en busca del cable perdido, pero no tengo mucha suerte: cuando dos dependientes me han dicho que “no”, me doy por vencida. He llegado al arco a la hora de comer y allí hay multitud de opciones culinarias aptas para cualquier bolsillo. Encuentro buen cobijo en el centro comercial que se encuentra allí. Es un centro comercial moderno, con música zen en el hilo musical, zona de recarga de teléfonos y asientos para apoltronarse y disfrutar de la wifi gratuita. En el interludio de la comida, mi amiga Frederique, me ha recomendado una ruta que sale publicada en linternaute, una revista electrónica dónde hay información actual sobre cultura y vida en Francia. La ruta discurrre por el barrrio parisino de la Marais que ya hice en parte en mi primer día perdida por París . Empieza en la catedral de Notre Dame, en el Kilométro cero que hay frente a su planta principal, y acaba en la Place des Vosges que ya conocí en mi primer día. Tenía anotado el barrio como recomendado para pasear así que como el día parece que se va a comportar, no me cuesta mucho decidirme. Dice que dura unas 2 horas, pero yo le dedico mucho más tiempo. Me lo tomo con calma y descanso todas las veces que estimo necesario. La ruta, más o menos traducida es esta (espero haber hecho una buena traducción) De Parvis de Notre Dame, en la Place des Vosges (2:00) El Parvis de Notre Dame Este paseo comienza en la parte delantera de Notre-Dame de París, ya que es aquí donde encontramos el kilómetro cero de París, es decir el punto exacto desde el que se calculan todas las distancias de la capital. Para encontrarlo, fíjate en el centro de la fachada de la catedral, a unos 25 m de la misma. Está representado por un medallón incrustado en el suelo. También es un punto de vista perfecto para admirar la fachada gótica de la catedral que ha sido restaurada. Sal desde la Catedral hasta la plaza de la ciudad hacia el norte y gira inmediatamente a la izquierda. Llegarás al mercado de flores. Mercado de las flores Casi hace dos siglos que el mercado está aquí establecido Abierto de lunes a domingo de 8 am a 19 30 horas, ofrece todo tipo de plantas, desde los más simples hasta los más exóticos (incluyendo las plantas carnívoras conocidas). El domingo, también se ha convertido en un mercado de aves. Continúa por la calle Lutèce que bordea el mercado de las flores en su lado sur y entra al famoso boulevard du Palais. Puedes ver la torre de la Sainte Chapelle. Chapelle Sainte, el Palacio de Justicia y la Conciergerie. Ahora te encuentras en uno de los sitios más antiguos de París, en el corazón de la Île de la Cité. Aquí es donde los reyes de Francia establecieron su primer palacio real, después de la Conciergerie, ya que fue habitado por el”Concierge” (es decir, el equivalente al actual alcalde de París). Hoy en día se alza la Sainte Chapelle, a menudo considerada como una joya del arte gótico. Se dice que la corona de Cristo se mantiene en el mismo. Habiendo servido como prisión durante los años posteriores a la Revolución, la Conciergerie se convirtió en un museo. Se puede visitar todos los días. Continúa hacia el norte por Boulevard du Palais y cruza el Sena por el Pont au Change. A tu derecha hay una de las vistas más hermosas del Ayuntamiento de París. Llegas a la Place du Chatelet. La Place du Châtelet y sus dos teatros. Place du Châtelet debe su nombre a un antiguo castillo que mantiene esta pequeña parte del Sena frente a los ataques que podrían venir desde el río. El lugar no se resistió a la modernización de París llevado a cabo por Napoleón en 1802. En su lugar se encuentra una fuente en el centro y en los laterales dos teatros construidos por Davioud entre 1860 y 1862 bajo las órdenes del barón Hausmann. Uno situado al este se encuentra el Teatro de la Ciudad, antiguo Teatro Sarah Bernhardt que ha conocido el triunfo y donde se puede visitar la casa de campo. Continúe su camino hacia el norte, tomando el Boulevard de Sebastopol. A su derecha está el inmenso Tour Saint Jacques. Torre Saint Jacques Esta torre se ve extraña tan sola en el medio del parque. Pero esto no siempre ha sido así: era el campanario de la iglesia de Saint-Jacques-de-la-Boucherie construida en el siglo XV y destruido después de la Revolución. En frente de la torre hacia el norte, toma la rue Nicolas Flamel (el nombre del alquimista), cruza la calle Pernelle (esposa de Nicolas Flamel!), Luego gira a la derecha por la rue des Lombards y entra inmediatamente Rue Saint- Martin. Allí verás la iglesia de Saint-Merri. La Iglesia de Saint-Merri Durante la restauración, la iglesia debe su nombre Mérédicus, abad de Saint-Martin fue elegido como jefe de la orilla derecha del Sena, en el año 884. El edificio actual fue construido durante la primera mitad del siglo XVI en estilo gótico en el modelo de Notre Dame. Sigue tu camino en la rue Saint-Martin (eje norte-sur de París, que data de la época romana), y llegarás en el Parvis de Beaubourg. Centro Beaubourg Construido por iniciativa del presidente Georges Pompidou, este enorme edificio se entiende el templo del arte contemporáneo. La vista desde la terraza del restaurante con vista panorámica es increíble para descubrir el sur-oeste, y al norte de la capital. Toma la calle que bordea el lado sur del Centro Pompidou, en la transición de la refrescante fuente Niki de Saint-Phalle siempre en movimiento, cruza la calle de Fox, y llega a la rue Saint Merri y Sainte-Croix-de-la-Bretonnerie. St. Croix-de-la-Bretonnerie Esta calle, cuya existencia ha sido desde 1232, debe su nombre al convento de St. Croix. Fue precisamente en el lugar de la actual plaza Sainte-Croix de la Bretonnerie. Fue destruido después de la “laxitud moral” de los monjes en el siglo XVIII. Hoy es el bastión de la comunidad gay en París. Gira a la derecha en rue des Archives en algunos metros. Descubres Le cloître des Billettes Le cloître des Billettes Es uno de los últimos monasterios que se mantienen en buen estado en el centro de París. Se trata de factura gótica. Toma la rue Sainte-Croix de la Bretonnerie a la derecha y luego gira a la izquierda en Aubriot. Se puede encontrar la iglesia de los Hermanos Blancos. L’église des Blancs Manteaux La Iglesia de los Hermanos Blancos (monjes que visten hábito blanco) se trasladó aquí en 1258 desde St. Louis, ofrece a los visitantes un refugio para el descanso. Continúa la calle des Blancs-Coats a la derecha hasta la rue Vieille-du-Temple, vuelve a dirigirte hacia el norte y gira inmediatamente a la derecha en la rue des Francs-Bourgeois. A la izquierda, un pequeño callejón sin salida: es la muerte (o el ¿pasaje?) de Los Arqueros. L’impasse des Arbalétriers Llamado así porque se utilizaba por los arqueros a modo de campo de tiro, el callejón conserva aspecto medieval y por qué no soñar un poco, el aspecto que tenía cuando Juan Sin Miedo mató a su primo y rival Luis de Orleans, hermano del rey, y por este acto revivió la Guerra de los Cien Años. Continúa unos metros por la rue des Francs-Bourgeois, luego gire a la derecha en la Hospitalarios-Saint-Gervais hasta llegar a la rue des Rosiers. La rue des Rosiers Es la calle más famosa de la zona judía del Marais. Puedes encontrar cualquier cosa referente a la cultura judía, librerías, pero la mayoría de las tiendas de alimentación con la famosa marca “Chez Marianne” o el abastecedor carnicero ”Goldenberg”. Aquí es donde es más probable encontrar Judios con el vestido tradicional con rizos y kipá. Muchas placas recuerdan la persecución durante la década de 1940. Sigue la calle Rosiers hacia la izquierda y luego toma la Pavee Rue. Pasado el número 17, descubrirás dentro de lo que parece ser un antiguo granero una Librería enorme. En la esquina de la rue Pavee y la rue des Francs-Bourgeois se encuentra la biblioteca de la ciudad de París. Hotel Lamoignon / Biblioteca de la Ciudad de París El Hôtel de Lamoignon, hoy biblioteca histórica de la ciudad de París, es uno de los hoteles más antiguos de la Marais. Fue construido por Diana de Francia en 1584. Murió a los 81 años, después de siete reyes de Francia. Su hijo, Carlos de Valois, murió en 1650 y su esposa, Françoise de Nargonne, le sobrevivió 63 años. Así que murió en 1713, 139 años después de su padrastro, el rey Carlos IX! Toma la rue des Francs-Bourgeois, pasada la biblioteca se descubre una mansión enorme: es el Carnavalet Hotel. El Hôtel Carnavalet Este Hotel Renaissance fue adquirida en 1880 por el Ayuntamiento de París para instalar su museo histórico. En el centro de los jardines se encuentra una famosa estatua de Luis XIV. El Hôtel Carnavalet es ahora un museo. Sigue recorriendo la rue des Francs-Bourgeois: estás ya en la entrada de la Place des Vosges. Place des Vosges Iniciado en 1605 bajo el reinado de Enrique IV, la construcción de este lugar, en el sitio de un antiguo palacio de Catalina de Medici, fue terminado en 1612. Es famoso por las fachadas de simetría y el orden que lo rodea. Etapas 7 a 9, total 112
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