Nos despertamos pronto y le comento a Jose las noticias de la noche. quizás no debería haberlo hecho, pero necesito compartir la preocupación. Desayunamos y salimos hacia el Fuerte Rojo (LAL QILA). La nube de nieblación nos sigue acompañando y la maldigo porque no podré sacar fotos decentes. No sabemos si llevamos buena dirección, pero al momento vemos a 2 turistas con guía y nos decimos que sí, que seguro la entrada está por ahí. Sorteamos a la gente que nos asalta para pedir, a los bultos humanos que salpican la acera y finalmente llegamos a la entrada.
Vemos que han subido el precio de la entrada a 250 INR (será el principio de la confirmación de la subida del IPC en la India con respecto a los precios de la Lonely, jejeje). Nos dirigimos a la cola de extranjeros (no hay nadie), pagamos religiosamente y le enseñamos la mochila al señor para que nos indique donde dejarla, ya que hemos visto fuera que no se pueden entrar. Nos dice que no pasa nada y nos dirigimos a la entrada. Alí, sin embargo, nos dan el alto. Un militar nos dice que con mochilas "nai de nai". Le explicamos que el de los tickets dijo que "NO PROBLEM", pero él se mantiene firme "the rules, the rules". Las 2 turistas de antes llegan con sendas mochilas e "idem de idem". Explicaciones, discusiones porque sus pasaportes están allí pero "rian de rian". A nosotros como no llevamos nada de valor en la mochila nos da igual y volvemos a la ventanilla de los tickets, le preguntamos al mismo de antes (al del NO PROBLEM!) y ahora sí nos indica una habitación con taquillas (qué cachondo!). Por fin! Volvemos a la entrada, el militar nos mira y reimos y continuamos. Momento de control: mujeres por un lado, hombres, por otro. La policía que me toca a mi me da un repaso "sobonil" de arriba a abajo y de abajo a arriba. Jose tarda un poco más porque hay más hombres que mujeres haciendo turismo a esas horas (y siempre, vamos!). Finalmente atravesamos la puerta del fuerte. La nieblación nos persigue, no cesa. No podré sacar ninguna foto chula y además como es muy temprano tampoco hay demasiados turistas autóctonos para darle ese toque especial. Pienso que no podré colgar ninguna foto de concurso en el foro, jejeje aunque eso ya lo sabía porque el nivel está muy, pero muy alto.
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Veis la nieblación al fondo? Pues así todos los días
A medida que pasamos por los edificios me ayudo de las exlicaciones de la Lonely Planet. No es muy extensa pero suficiente para formarse una idea de lo que en su día fue, testigo del período de máximo esplendor del Imperio Mongol. Grupos de estudiantes se nos acercan y nos preguntan. Realmente son un pueblo que rezuma curiosidad: country, religion, like India... son las preguntas más frecuentes. Eso o cuando terminando de echar una foto me veo rodeada por un grupo de gente que quiere ver la foto que he acabado de hacer, jajaja
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[IMG]Una de las salas de audiencias
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[IMG]Detalle de las incrustaciones en el mármol
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[IMG]Detalle de un lateral
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[IMG]Para que luego digan que en España 3 miran y 1 trabaja, aquí miran todos! o estará almorzando? jeje
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[IMG]Familia entrando con la mezquita del Fuerte al fondo
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[IMG]Una de andamios a la india
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[IMG]Grupo entrando a la galería abovedada llamada Chatta Chowk (Bazar cubierto)
Terminada la visita, recuperamos las mochilas y nos adentramos por Chadni Chowk, vemos el templo jainista y seguimos un poco más hacia adelante hasta llegar a la calle que hay frente a nuestro hotel. Ahora nos dirigimos a la mezquita. Hoy se nota que es más tarde porque hay muchos autobuses y policía en la puerta. Subimos la escalinata, nos quitamos los zapatos y entramos. Por la explanada vamos esquivando excrementos de paloma y echamos en falta un protector para los calcetines . Vemos a turistas zapatos en mano y Jose (que teme por los únicos zapatos que poseemos) se dirige a recuperarlos. Cuando estamos a punto de entrar con los zapatos a salvo, el señor de la entrada nos dice que tenemos que pagar por la bolsa y la cámara. Nosotros le replicamos y como nos ve con cara de españoles (que es alucinante como lo adivinan siempre! ), nos lo dice en español y de malas maneras. Pero para chulos nosotros, le decimos en catalán que ya volveremos otro día que no esté él, temprano, cuando no sea hora de rupias andantes (dígase turistas) que la pela es la pela y que si algo nos sobra a nosotros es tiempo. Y con toda la dignidad que se puede tener calzándose de pie unas botas de trekking, nos despedimos.
Como aún es pronto decidimos ir al Raj Ghat donde Gandhi fue incinerado. Según el mapa no está muy lejos, propongo a Jose ir andando y nos ponemos en marcha. Al momento nos sentimos desbordados por la suciedad, el ruido, la contaminación y la gente que nos asalta por la calle. Vemos a un conductor de rickshaw y le llamamos para que nos lleve. Nos montamos y empieza a pedalear. Está delgado, pero sus pantalones esconden fuertes músculos hechos a golpe de pedal. Duele ver como se tensa en las subidas y como, tras verse obligado a parar porque un vehículo mayor se ha cruzado en su camino, debe bajar de la bicicleta y tomar carrerilla. Hay que ver con qué ligereza vuelve a subir. Sin embargo, en una de las ocasiones resbala y una de sus piernas queda atrapada en la rueda. Suerte que Jose le detiene a tiempo. Aunque es su modo de vida, Jose y yo coincidimos en que no cogeremos ninguno más.
Llegamos y dice que nos espera fuera. Andamos hasta la entrada y como no! hay que quitarse los zapatos. Tienes 2 opciones: sin vigilancia (y te advierten, bajo tu responsabilidad) o con vigilancia y pagando la voluntad. Por supuesto, decidimos pagar. Los jardines que lo rodean están limpios y cuidados contrastando con el exterior. Una música relajante suena de fondo y te envuelve en una atmósfera como etérea. Y allí está: mármol blanco y negro componen la lápida. Es sencillo pero imponente.
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[IMG]Salimos del Raj Gaht y le decimos al conductor que nos lleve hasta la estación de New Delhi, ya que así nos acercaba un poco al centro. Más allá los conductores de rickshaw ya no pueden ir porque entorpercerían el tráfico del centro (sólo circulan por Old Delhi). Intentamos cotillear un poco la estación (para un futuro viaje), pero hay tal maremagnum que recapacitamos y pensamos que el día que nos toque verla por dentro, ya la veremos. Tomamos un aurotickshaw hacia Connaugt Place para dirigirnos a nuestro maravilloso restaurante de Dosais (que Jose tiene monoooooo!). Hoy como es más tarde nos toca hacer cola. Es curioso porque el restaurante tiene en el exterior más de 20 sillas dispuestas a lado y lado y enfrente para que la gente que espera pueda hacerlo sentado (todo un detalle! y además útil porque la cola es impresionante). Esperamos y al momento nos llaman (la verdad es que la gente circula rapidillo). Compartimos mesa de cuatro con una pareja india. Por acuerdo tácito nos sentamos las mujeres dentro y los hombres fuera, . La pareja india es discreta y solo se piden un mix thali cada uno. Jose y yo (un poco más animales) nos pidemos 2 entrantes tipo samosas y un dosai para cada uno. Creo que nuestros vecinos de mesa nos miran raro como preguntándose cómo podemos comer tanto. Y yo me río para mis adentros y pienso: pues esperad! porque aún faltan los batidos, jajajaja . Por supuesto, terminan de comer antes que nosotros, pero los batidos llegan antes de su marcha YUJUUUUUU! un hurra a los estómagos españoles! jajajaj .
Nos despedimos de los del restaurante hasta dentro de casi un mes, porque fijo que volveremos. Decidimos ir a la zona nueva y ver la puerta de la India y lo que encontremos por allí. Cuando llegamos hay una especie de manifestación y Jose teme por un posible atentado. Yo estoy la mar de fresca haciendo fotos y no lo pienso, jejej. Damos una vuelta por allí y llegamos a un parque en el que están jugando a criquet. Nos sentamos a mirar al lado de otros occidentales que al cabo del rato nos piden que les echemos una foto. Aprovechamos la ocasión y pedimos nosotros también.
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[IMG]Puerta de la India
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[IMG]Volvemos a Connaught Place y nos damos otra vuelta por los alrededores a seguir comparando precios, objetos y calidades. Descubrimos unas tiendas de saris que están bastante bien. Lo apuntamos para el regreso y es que la madre del mejor amigo de Jose nos ha pedido un sari rojo (sí como el libro!).
Nuestro tren sale a las 20.45 horas. Como es la primera experiencia "trenícola" y no sabemos qué nos encontraremos y (añado) Jose es un maniático del estar 4 horas antes en los sitios (y más si esos sitios concretamente tienen algo que ver con medios de transporte ) decidimos ir con tiempo. Pero antes, volvemos a ir a nuestro superestaurante a despedirnos de los batidos. Jose se pide otro dosai y yo doble ración de dulce: batido de mango y helado de chocolate. BUENISIMOOOOOOOOOOOO!
Cogemos otro aurotickshaw y hacia el hotel se ha dicho. Nos colgamos la mochila, nos despedimos también de los del hotel hasta dentro de un mes y hacia la estación de Old Delhi!. Falta una hora y media para que salga el tren. Pasamos el control de la entrada, nos piden los billetes y pasamos bajo un detector. Nos habían advertido sobre las estaciones, pero nada más lejos de la realidad. Hay gente pero no es caótico. Nadie nos molesta. Preguntamos al master de la estación y nos indica la plataforma. Vamos hacia allí y Jose ve que es el tren estacionado. Decidimos ir caminando a lo largo del tren para cotillearlo un poco. Vemos lo que cremos que es nuestro vagón y no está mal. Seguimos recorriendo los vagones de segunda hasta que llegamos a Sleeper. Allí ya se ve a gente sentada dentro. No hay luz y el espacio es minúsculo. Volvemos sobre nuestros pasos y le preguntamos a un encargado si aquél es nuestro vagón. Mira el ticket y nos dice que sí, pero que aún no podemos subir. A esperar! Entonces veo los famosos paneles con las listas de nombres. Vamos hacia ellos a comprobar que realmente estamos. Y sí! Allí aparece el nombre de Jose (hice las reservas poniéndole a él como titular). En primera clase sólo hay 3 nombres. Y todos extranjeros. El resto de listas son inmensas. Al momento unos chicos (que van haciendo lo mismo por todo el tren) pegan un papel en nuestro vagón y ahí estamos otra vez! Y esta vez ya viene mi nombre también! . Tenemos el compartimento C. En total hay 3 compartimentos: en el A, van 4 personas; en el B 2 y en el C, nosotros.
Jose tiene ganas de verse sentadito en su compartimento y no para de asomarse a la puerta diciendo que quiere barrera! Yo empiezo a partirme de risa imitándolo y gritando: Déjame subir, déjame subirrrrrr! (esta escena la repetiremos en todas y cada una de las estaciones a lo largo del viaje ). Al final el pobre hombre encargado del vagón, nos abre la puerta (creo que para no ver sufrir más a Jose o porque ya estaba hasta las mismísimas de verle asomado al cristal de la puerta, jajajja). El vagón está realmente bien y el compartimento fenomenal. Ya están colocadas las literas y todo!. Tenemos un armario, mesita, espejo y luces individuales. Al día siguiente descubriremos que la mesita grande esconde un lavabo. Todo un lujo!. Al momento llega nuestro attendant y nos trae las sábanas, cojín y manta. Están limpias, así que no sacamos los sacos de dormir que nos compramos para la ocasión. Hacemos las camas partiéndonos de risa e ilusionados por la novedad. Nos aseamos un poco y sacamos fotos.
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[URL=http://g.imageshack.us/img232/imgp5155.jpg/1/][IMG]Cenamos unas galletas que habíamos comprado por la tarde por si nos entraba hambre (debo tener el azúcar al límite, jajajaj). Y quién dijo que los trenes indios no eran puntuales) A la hora prevista se pone en marcha y al momento nos acostamos, pues queremos descansar. Cuando estoy a punto de dormirme llaman a la puerta: el revisor. Jose saca el billete, lo comprueba en su lista, le pide el pasaporte y OK. A dormir! Cuesta un poco dormirse con el traqueteo del tren, pero finalmente caigo en un profundo sueño.