Después de recoger la habitación, check out y café del McDonald's, emprendemos el largo camino hacia el South Rim del Gran Cañón del Colorado.
Pasado el hotel Mandala nos detenemos para hacernos la foto de rigor con el Welcome Las Vegas,
había cola y una chica que por propinas te hacía las fotos. La noche la pasaríamos en un motel de carretera de Valle,
a unas 28 millas del centro de visitantes y a unas 10 millas de Tusayan. Tras un largo viaje llegamos al motel a las 15:30, soltamos las mochilas, probamos el wifi y al Gran Cañón. Entramos a las 17 más o menos, esperamos al bus azul y nos llevó a la parada del rojo, el que queríamos para hacer un buen trekking y ver el atardecer en uno de los mejores miradores. Dicho y hecho, nos bajamos al final del recorrido del bus e hicimos una buena ruta de regreso por los mejores miradores,

q se iban llenando poco a poco de gente, Hopi Point era el elegido por nosotros, pero debido a la gran cantidad de gente seguimos andando un poco más, nos topamos con un conejo y nos situamos junto a varias mujeres asiáticas, una de ellas estaba realizando una especie de ritual, genial. Al final se nos juntaron unos franceses que no paraban de hablar y no fue todo lo genial que pudo de haber sido, pero ese atardecer no lo olvidaremos jamás.
Tras el magnífico espectáculo, cogemos el bus que nos lleva al coche y paramos a cenar en Tusayan. Restaurante de los de allí, alitas de pollo picantes y una mega pizza especial, buenísimo todo y rodeados de trabajadores del pueblo, ya estábamos un poco cansados de tantos turistas. Los demás turistas estaban en otra pizzería más arriba donde era mucho más comercial, local más grande y luminoso. Volvimos al motel, wasapeamos con la familia y a dormir. Eran las 24:00 y habíamos decidido poner el despertador a las 5 y salir a las 5:30 ya que nos esperaba el día más duro de todos en el coche.




