Tras desayunar, damos un último paseo por Baños, acercándonos al puente sobre el río Pastaza, donde vemos a algunos chicos haciendo puenting. A esto no nos animamos, jaja.
Nos despedimos de Ramiro con mucha pena y a las 12:20 cogemos el bus hacia Riobamba (2$) que tardaría 2 horas. Aunque le explicamos al señor que se ocupa de las maletas, que queremos bajarnos en Riobamba para tomar el bus a Alausí, y una vez en el bus les preguntamos cuatro o cinco veces donde debíamos bajar y que nos avisen por favor... a nuestra siguiente pregunta nos responden que nos hemos pasado! Nos dejan en Cajabamba, que ni tan mal porque está de camino a Alausí. Esperamos media hora en la carretera principal para parar algún bus que vaya a Alausí, mientras detrás nuestro venden hornado en puestos callejeros, y a las 15:00 pasa uno (2$, 75 km).
El bus para en el cruce de la panamericana y la entrada al pueblo de Alausí, donde hay un restaurante. Aprovechamos para comer un arroz con borrego y una bebida (4$). Tienen la comida preparada y el borrego son apenas dos pedacitos, no nos gustó nada.
Fuimos andando hasta el hostal Gampala que se encuentra en la misma calle de la estación de tren. Pasamos por la plaza principal, con el parque y la iglesia al fondo que es muy bonita. Los niños y señoras que nos encontramos por el camino nos saludan y sonríen a nuestro paso. Tardamos una media hora, luego si hubiésemos visto un taxi, que por 1$ nos hubiese llevado, hubiera sido mejor opción. Pagamos 60$ la noche, con desayuno. El trato bueno, la habitación muy amplia y muy cerca de la estación.
Al planificar el viaje tuvimos duda de si parar en Alausí para realizar la ruta en el Tren Nariz del Diablo, o bien ir de Baños a Cuenca del tirón. No estábamos seguros de si nos iba a gustar lo del tren, pero al final nos decantamos por hacerlo y partir el trayecto de Baños a Cuenca en dos, haciéndolo más ameno.
Tras dejar las maletas en el hostal, paseamos por las calles adoquinadas del pueblo. Subimos al mirador de San Pedro, con una estatua gigante del mismo, desde donde se tiene una bonita panorámica de todo Alausí.
Hay puestos callejeros de comida y algunos restaurantes con sanduches, hamburguesas, pollo etc. No hay mucho donde elegir, las tiendas están cerrando, y entramos en el bar que está frente a la estación de tren. Comemos un sanduche y una hamburguesa con bebidas (9,50$ los dos).
El pueblo es muy tranquilo, no vemos apenas turistas, y los que hay vienen a la ruta del tren.

Nos despedimos de Ramiro con mucha pena y a las 12:20 cogemos el bus hacia Riobamba (2$) que tardaría 2 horas. Aunque le explicamos al señor que se ocupa de las maletas, que queremos bajarnos en Riobamba para tomar el bus a Alausí, y una vez en el bus les preguntamos cuatro o cinco veces donde debíamos bajar y que nos avisen por favor... a nuestra siguiente pregunta nos responden que nos hemos pasado! Nos dejan en Cajabamba, que ni tan mal porque está de camino a Alausí. Esperamos media hora en la carretera principal para parar algún bus que vaya a Alausí, mientras detrás nuestro venden hornado en puestos callejeros, y a las 15:00 pasa uno (2$, 75 km).
El bus para en el cruce de la panamericana y la entrada al pueblo de Alausí, donde hay un restaurante. Aprovechamos para comer un arroz con borrego y una bebida (4$). Tienen la comida preparada y el borrego son apenas dos pedacitos, no nos gustó nada.
Fuimos andando hasta el hostal Gampala que se encuentra en la misma calle de la estación de tren. Pasamos por la plaza principal, con el parque y la iglesia al fondo que es muy bonita. Los niños y señoras que nos encontramos por el camino nos saludan y sonríen a nuestro paso. Tardamos una media hora, luego si hubiésemos visto un taxi, que por 1$ nos hubiese llevado, hubiera sido mejor opción. Pagamos 60$ la noche, con desayuno. El trato bueno, la habitación muy amplia y muy cerca de la estación.
Al planificar el viaje tuvimos duda de si parar en Alausí para realizar la ruta en el Tren Nariz del Diablo, o bien ir de Baños a Cuenca del tirón. No estábamos seguros de si nos iba a gustar lo del tren, pero al final nos decantamos por hacerlo y partir el trayecto de Baños a Cuenca en dos, haciéndolo más ameno.
Tras dejar las maletas en el hostal, paseamos por las calles adoquinadas del pueblo. Subimos al mirador de San Pedro, con una estatua gigante del mismo, desde donde se tiene una bonita panorámica de todo Alausí.

Hay puestos callejeros de comida y algunos restaurantes con sanduches, hamburguesas, pollo etc. No hay mucho donde elegir, las tiendas están cerrando, y entramos en el bar que está frente a la estación de tren. Comemos un sanduche y una hamburguesa con bebidas (9,50$ los dos).

El pueblo es muy tranquilo, no vemos apenas turistas, y los que hay vienen a la ruta del tren.