Día 1, 8 de agosto: Madrid-Nairobi
Si bien habíamos hecho un buen cambio con respecto al itinerario que ofrecía la agencia, al ahorrarnos una escala, con su noche correspondiente en Addis Abeba, no ganamos un importante madrugón, ya que nuestro vuelo salía a las 6 de la mañana, por lo que nos tuvimos que levantar como a las 3:30 más o menos. En algo más de 2 horas estábamos en Amsterdam y, prácticamente sin esperas salimos hacia Nairobi, vuelo que nos iba a llevar unas 8 horas. La verdad es que KLM es una de esas pocas compañías aéreas que aún se gastan algo de dinero en ofrecer servicios al viajero, por lo que nos dieron de desayunar, un aperitivo, la comida, la merienda, otro aperitivo y una especie de cena. Además, teníamos pantallas individuales a la carta, con lo que el viaje se hizo bastante llevadero.
Cuando llegamos a Nairobi los trámites de la aduana se hicieron eternos y a pesar de que habíamos oído hablar de la simpatía africana (que luego comprobamos que era cierta) no se notaba mucho en los funcionarios que nos recibían. Por cierto, tuvimos que pagar un visado de 25 $. Ahora el importe es de 20 € y se puede hacer online en http://evisa.go.ke/evisa.html. Era ya noche cerrada, a pesar de que eran como las siete y media, ya que al estar tan cerca del ecuador la noche y el día duran 12 horas, más o menos de 7 a 7.
El caso es que tras aproximadamente una hora de coche llegamos al hotel Jacaranda, nos entregaron la documentación del viaje y unos regalitos (café y un sombrero de safari), nos explicaron el plan para los próximos días y a la cama. Antes tomamos un sándwich en el mismo restaurante del hotel.
Fue la primera noche en la que tuvimos que colocar la mosquitera. Cuando pasan los días se coge práctica, pero al principio cuesta trabajo: te metes en la cama y se te ha olvidado algo que está fuera de la mosquitera, el libro, la guía, agua, etc. y vuelta a empezar con la ingeniería para adaptar la mosquitera y que no entre ni un bicho. También comprobamos el apestoso olor de las espirales para los mosquitos y que además, irritan los ojos.
Día 2, 9 de agosto: Nairobi-Lago Nakuru-Lago Naivasha
Nos levantamos a las 6:45 para salir a las 8 de la mañana con dirección al Lago Nakuru, a unos 160 km de Nairobi. Es un parque natural de unos 188 kilómetros cuadrados, formado por lagos alcalinos donde abundan algunas especies de algas y zooplanctons, de la que se alimentan los animales que constituyen la mayor atracción de este parque: los flamencos.
El lago Nakuru es uno de los varios que se encuentran en el interior del Gran Valle del Rift, que es una fractura geológica. En África discurre desde Yibuti a Mozambique, pero también forman parte de la fractura el propio Mar Rojo y el valle del rio Jordán. Como consecuencia de esta rotura geológica, en esta parte de África apareció primero la sabana, y con ella, los simios locales, que hasta entonces vivían en las ramas de los árboles, debieron hacerse terrestres y dieron lugar a los primeros homínidos, por tanto hablar del valle del Rift equivale a hablar de la cuna de la humanidad: aquí nació Lucy.
Además, todo el conjunto de lagos del interior del Valle del Rift fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011.
Así que aquí os dejo un par de mapas para ubicarnos:
Así que aquí os dejo un par de mapas para ubicarnos:
La carretera que va desde Nairobi baja al fondo del valle, para, ya dentro de él, llegar al lago. Es impresionante ver el valle desde arriba y las cadenas de volcanes antiquísimos que hay en su interior.
El parque está compuesto por dos zonas: un precioso bosque de acacias amarillas y el propio Lago Nakuru. Obviamente, cuando uno hace un safari de este tipo lo que busca preferentemente son animales, pero la verdad es que el paisaje es espectacular, en particular las acacias.
En función de la zona en la que uno se encuentra pueden verse distintos animales, así en la zona del bosque hay babuinos y distintos tipos de antílopes, como los impalas.
En la pradera que hay entre el bosque y el lago vimos búfalos y rinocerontes negros,
chacales y facoceros,
rinocerontes blancos e impalas acechados por una hiena,
más impalas y gacelas de Thompson,
un elan y una jirafa reticulada, ambos difíciles de ver por aquí.
Ya más cerca del lago vimos cebras,
aves, como avefrías coronadas e ibis
y la gran estrella del parque, los flamencos
Durante el viaje hasta el lago y el safari de la mañana estuvimos los dos solos y cuando llegamos a comer al Lake Nakuru Lodge nos juntamos con dos chicas con las que hicimos el resto del viaje en Kenia.
La verdad es que el primer contacto con los animales resultó impresionante. Te da la sensación de que estás en el Edén, porque hay mucha agua, grandes árboles, miles de pájaros volando en el cielo, miles de aves en el lago y un montón de animales que no sienten ningún temor cuando te ven. Nos gustó mucho por la mañana, pero más aún el safari de la tarde, la luz había cambiado y todo parecía de otro color, especialmente los flamencos.
Al final de la tarde subimos a un mirador Baboon Cliff desde el que la vista era maravillosa:
Tras el safari de la tarde nos llevaron al Naivasha Sopa Lodge, que es el hotel donde nos íbamos a alojar. Estaba muy cerca del Lago Naivasha (que no visitamos) y nos resultó muy curioso que en recepción nos dijeran que para ir desde el dormitorio (una cabaña preciosa) hasta la zona de recepción y restaurante avisáramos para que nos acompañara un vigilante porque podría haber animales salvajes en el camino. De hecho, cuando fuimos a cenar vimos antílopes y un hipopótamo.
Entre la carretera y la emoción de ver así de cerca los animales, la verdad es que acabamos agotados.
ALOJAMIENTO NAIROBI:
Hotel Jacaranda:
http://www.jacarandahotels.com/
ALOJAMIENTO LAGO NAIVASHA:
Naivasha Sopa Lodge:
http://www.sopalodges.com/lake-naivasha-sopa-lodge/overview
LAGO NAKURU:
http://www.kws.go.ke/lake-nakuru-national-park