Bolivia no me ha decepcionado en absoluto. Creo que es un país que merece una visita. Es cierto que muchos países sudamericanos pueden resultar más interesantes y atractivos, pero Bolivia tiene derecho a jugar su papel en el apartado turístico. Bolivia ofrece, sobre todo, una gran diversidad de entornos y paisajes. Nada tiene que ver la Amazonía, con las ciudades coloniales, con el salar de Uyuni, con los paisajes del Lejano Oeste del Valle de la Luna o de los alrededores de Tupiza, o con las ciudades de La Paz o Santa Cruz de la Sierra.
Además es un país muy barato. Mucho más de lo que pudiera haber pensado inicialmente. Sirvan de muestra los precios que he ido indicando en los distintos servicios de los que hice uso (alojamientos, transportes o comidas). En algo más de dos semanas, sin privaciones, gasté poco más de mil euros, una cantidad ridícula, que hace que me indigne ver los precios que exigen los mayoristas que organizan viajes a Bolivia.
Creo que la elección de Lufthansa para el vuelo a Bolivia fue acertada. Evidentemente es mucho más cómodo el vuelo directo que ofrecen desde Madrid Boliviana de Aviación o Air Europa, pero creo que todo depende del precio que haya que pagar y de las conexiones para llegar a Madrid, que en mi caso tampoco eran maravillosas. Como ya he mencionado, las escalas en los vuelos de ida y vuelta fueron razonables y necesarias para evitar problemas en caso de retrasos. Quizás lo que sí reprocharía a Lufthansa es la comida, que cada vez es peor. En los dos vuelos transoceánicos nos sirvieron pasta y su calidad dejaba que desear. Evidentemente uno viaja en turista, con lo que no puede exigir cocina de autor, pero de ahí a no poder exigir una comida decente, creo que hay diferencia. En cualquier caso, es de agradecer a la compañía que, tras servir la cena, ofrezca a cada pasajero una botella de medio litro de agua, vistas las restricciones que hay en los aeropuertos con los líquidos y la necesidad de reponer líquidos en vuelos largos. Una brillante idea que a ellos también les simplifica el tener que pasar periódicamente ofreciendo zumos y bebidas a los pasajeros, con las consiguientes molestias para su descanso.
Por lo demás, opino que Bolivia es un país que se puede recorrer muy fácilmente por cuenta propia, incluso si, como yo, se viaja solo. Se puede acudir a empresas turísticas locales (sobre todo si varias personas viajan juntas, a fin de obtener precios razonables) o organizarlo uno por su cuenta. El hecho de que se hable español es indudablemente una ventaja para el viajero hispanoparlante. Pero además, los servicios funcionan bien. Los transportes son frecuentes y regulares en las principales localidades y hay alojamientos que, por lo general, sin ser maravillosos, cumplen unos mínimos estándares. Como ya he dicho, el tema gastronómico es una cuestión más delicada, pues hay que tener cuidado con lo que se come y dónde, a fin de evitar problemas intestinales. Los guías que me he encontrado, sin tener el nivel de los peruanos, son aceptables. Y en todo caso, tanto los guías como los bolivianos son muy atentos y serviciales.
Sí querría hacer un último comentario. Tenía mis reservas al ir a Bolivia en cuanto a los cortes de carretera, especialmente en mis últimos días en el país, por temor a perder mi vuelo de regreso. Parece ser que los cortes de carreteras son habituales como medida de protesta y presión al gobierno, especialmente en la zona de Santa Cruz, zona que le es menos afín políticamente y por donde yo iba a concluir mi viaje y tomar mi vuelo de regreso. Yo tuve la suerte de no padecerlos, pero en cualquier caso, es cierto que pueden ser un incordio y llevar al traste un viaje o al menos parte de él. El viajero debe tenerlo presente.
Así pues, nada más. Espero que este blog sea útil a todos aquellos que decidan embarcarse a visitar este bonito país. Lo escribo principalmente con la idea de ayudar, pues cuando me encontraba preparando mi viaje, noté que la información sobre el país es escasa. Las guías de viajes que consulté tampoco eran muy actuales. Además, la pandemia ha hecho que muchas de las direcciones hayan quedado obsoletas, pues muchas empresas han cerrado. Sí quería apuntar, para aquellos lectores que hablen (o al menos entiendan) francés, que existen buenos foros escritos en esta lengua. En general los franceses viajan mucho y he comprobado que suelen escribir buenos foros con mucha información sobre prácticamente todo el mundo. En el caso de Bolivia, tengo que indicar que la mayor parte de turistas extranjeros que me encontré en el país eran europeos y al menos la mitad de ellos franceses. Alemanes, holandeses y en cierta medida israelíes completaban los lugares de honor. Desgraciadamente no me encontré ningún compatriota ni tampoco italianos, que suelo cruzarme en mis viajes. Por eso, recomiendo echar un vistazo a foros de viajes franceses, que suelen tener mucha información práctica (ya que muchos de ellos viajan por su cuenta y no en viajes organizados). En cualquier caso, se trate de guías o foros, recomendaría ceñirse a la información práctica, ya que el apartado histórico, y en especial la presencia española en América, suele carecer del menor rigor científico, especialmente en los medios de origen anglosajón, producto de una leyenda negra que generaron por envidia hacia nuestro país, y con la que encubrir sus propias atrocidades. Recomendaría que empezaran por documentarse con rigor antes de hablar a la ligera. |