La llegada a la ciudad fue un tanto caótica, ya que en la salida de la estación se unen los autobuses, los viajeros que llegan y piden taxi, que era nuestro caso, los coches que pasan y paran preguntando si vas en su dirección y todo en un espacio no demasiado grande.
Volvimos a utilizar Yango y en pocos minutos llegó el coche que nos llevaría hasta nuestro hotel, repetíamos el Old Taskent. En esta ocasión la habitación no estaba lista aún, pero dejamos las maletas sin problemas y empezamos la visita a la ciudad que habíamos tenido que posponer al principio del viaje.
Empezamos por el Bazar Chorsu, llama la atención el gran edificio circular y su cúpula azul, en el interior lo que te encuentras es un gran mercado en el que los puestos se disponen de forma circular, carnes, quesos, encurtidos, fiambres, frutos secos, etc están dispuestos en los mostradores.


En la parte exterior también hay un buen número de puestos de ropa, cosas para el hogar, etc. También hay alguna zona en la se prepara comida, grandes peroles del Plov o parrillas con Shashlik esperan comensales.

Seguimos caminando hacia el conjunto Kast-Imam, considerado el centro religioso más importante de la ciudad, es bonito, pero nos dejó un tanto indiferentes, probablemente si lo hubiéramos visto al inicio del viaje nos habría impresionado, pero después de todo lo visto, nos pareció menos interesante.
Seguimos hacia el centro comercial Darvoza ya que necesitábamos algunas cosas, el centro no está mal incluso tiene banco donde poder cambiar si lo necesitas. En la última planta hay un buen food center con un buen número de opciones.
Regresamos al hotel y luego cenamos en los alrededores un sitio local tipo búrguer con un rico pollo frito y para postre una magnifica pastelería, Safía, con cosas realmente muy ricas.
