Me he hecho buena cura de sueño. A las 8 he bajado para pillar un Uber. Es increíble lo baratos que son para todo el tramo que se hace. He llegado a las 8:30 al metrocable que sube para el parque Arví, que me ha recomendado el señor del alojamiento, y resulta que el metrocable está cerrado por mantenimiento hasta pasado mañana. Mi plan de echar la mañana con los metrocables va a ser que no. Lo dejo para la mañana del jueves.
Estoy en la otra punta de Medellín y todo lo de interés queda lejísimos. He intentado pillar un Uber y no me coge nadie. Yo imagino que tramos tan lejos no les compensa por el tráfico y por eso no me cogen. Me he decidido a bajar andando; son 2,5 kilómetros de bajada a lo bruto, así que no es descabellado, y si hay "maleantes", es tan temprano que no madrugan. La bajada se me ha hecho súper amena. Se pasa por bastantes barrios con la gente haciendo sus quehaceres, aquí no se ve el problema de indigencia del centro y ninguna mala mirada ni zonas de mal ambiente. Niños en sus colegios, ancianos en centros sociales bailando, talleres, panaderías... Ha estado entretenido. He llegado a la estación de Acevedo para tomar el metrocable allí y resulta que, para poder subir, hace falta una tarjeta que no venden en la estación y tendría que ir al centro... Pues nada. Me voy a echar la mañana a la Comuna 13. La comuna está en la otra punta de Medellín. He tirado de Uber... 10 minutos para que me cogiera uno y, cuando ha llegado, me ha dicho que, si llega a saber que era hasta la comuna, no me cogía, pero ya no hay vuelta atrás. Me ha confirmado lo de que no les compensa por el tráfico y me ha recomendado que para tramos así pille uber moto que esos siempre te cogen. La verdad que hemos estado 30 minutos y me ha costado 3 €. Me he bajado en la estación de metrocable de San Javier, al lado de la comuna. He aprovechado para comprar la tarjeta de metrocable y me he ido andando hasta la comuna.
La Comuna 13 fue, en los años 90, uno de los barrios más peligrosos del mundo y donde sucedieron varios hechos violentos relacionados con Pablo Escobar. A día de hoy es famosa porque es uno de los mejores ejemplos de recuperación del espacio por parte del movimiento vecinal, junto con inversión por parte del ayuntamiento. Hay un ambientazo importante. Es como si fuera el Albaicín de Granada, pero en lugar de casas blancas, casas de techos de chapa pintadas con grafitis, y en lugar de flamenquito, hip hop. Es un parecido muy loco, pero me ha recordado un montón a Granada. Hay muchos turistas que van en free tour y los llevan a donde un grupo de hip hop hace un baile y se llevan la voluntad. Además de hip hop, en forma de bailes y música, también hay grupos de trova paisa. Se juntan dos o tres colombianos y cantan improvisando la letra, pero con ritmo colombiano, nada que ver con el rap. Muchos de estos espectáculos están dirigidos claramente al turista, pero también se ven chavales bailando y grafiteando sin ninguna motivación económica. Incluso me he topado con un grupo de baile que estaban grabando una especie de videoclip y me ha venido de lujo para echar un rato con la cámara. Son las imágenes que aparecen en la primera parte del vídeo.
El barrio entero está lleno de grafitis preciosos y puedes ir subiendo a las calles por unas escaleras mecánicas que dan unas vistas chulísimas. Todo está lleno de barecillos que se disputan por ver quién tiene el mejor mirador, algo absurdo porque hay vistas espectaculares por todos lados. Al final lo que hacen para atraer gente es poner cosas en los miradores instagrameables, rollo la típica mano a la que te subes, el columpio o las alitas de ángel. Hay para todos los gustos. Todas las calles están llenas de puestos de souvenirs donde Pablo Escobar se vende como si fuera la imagen del Che. Una pena que se mercantilice la imagen de semejante psicópata. Pablo Escobar solo aparece en los puestos que venden cosas; en ningún otro lado hay referencias a eso. Netflix ha hecho mucho daño idolatrándolo.
Paseando por la comuna se me han hecho las 14. Me ha gustado mucho. Si bien es cierto que está mega enfocado al turista, nadie se pone pesado y eso no quita el mérito de haber cambiado una zona degradada en un barrio museo que da gusto pasear. Merece mucho la pena sin duda.
De la comuna he vuelto a la estación de metro y me he decidido a pillar un Uber moto porque coche no me cogen ni de broma estando tan lejos. Lo de la moto tiene su aquel, pero es una locura con el tráfico que hay. Se va metiendo por cualquier lado y hay que confiar en que el tío sabe lo que hace. Por dos euros me ha dejado en el hostal después de 20 minutos de fast and furius en moto por todo Medellín. Qué maravilla lo barato que es.
Después de comer en un bar que está al lado y descansar, me he ido andando hasta la plaza Botero, donde está el Museo de Antioquia. El ambiente por la calle es totalmente diferente al de ayer. Ayer parecía un capítulo de The Walking Dead, hoy es más agradecido el paseo. Nota importante: Visitar Medellín entre semana. Está todo abierto, muchísima gente por la calle y los indigentes pasan mucho más desapercibidos.
Me he metido al Museo de Antioquia. Son 5 € y tiene la mayor colección de Botero. Es el primer museo en el que me meto en todo el viaje, se me ha hecho raro, pero para mí este había que verlo sí o sí. Los cuadros más famosos de Botero están aquí y es interesante recorrerlo.
Atardeciendo me he animado a pillar otra moto y me he ido al monte Nutibara. Es un monte donde hay un parque y en la cima han recreado un pueblo paisa. Lo han hecho muy bonito, con su iglesia y todo. Puestos de comida, bares y grupos de colombianos bebiendo cerveza y cantando trova paisa más animados que nadie. Me hubiera gustado grabarlo, pero me daba una vergüenza tremenda porque eran básicamente grupos de amiguetes. Ya casi de noche he bajado del monte y, con otra moto, me he ido al centro para volver andando al alojamiento.
La imagen que me llevo hoy de Medellín es totalmente distinta a la de ayer. Hay un ambiente chulísimo. Recuerda en algunas cosas a Ecuador; muchas tiendas, marcas e incluso la artesanía es común, pero por lo demás no tiene nada que ver. Aquí la gente es totalmente mestiza, junto con un buen porcentaje de población negra, y la población indígena es muy puntual. Paseando he llegado de noche al alojamiento y a descansar.
Mañana voy a un pueblo que se llama Guatapé, famoso por ser bonito y tener cerca un peñón rollo el de Calpe.