La mañana ha sido contemplativa. Me he despertado a las 6, he colocado los platanitos en sus sitios y a ver pájaros. Al rato ha aparecido John con un café y hemos estado hasta las 11 viendo la vida pasar (Los pájaros pasar). Incluso he desayunado allí.
Aparte de los pájaros de ayer, ha pasado alguna paloma y alguna migratoria diferente, el carpintero real se ha quedado pendiente. Ha estado toda la mañana lloviendo y la escena del desayuno con el café debajo de la caseta de observación frente al comedero ha sido idílica, anunciando una futura afición de jubilado: una casita en la huerta con un mega comedero y a verlos pasar.
A las 11 han venido a recogerme. Hemos ido primero a Chinchiná a sacar dinero y recargar el móvil y, tras despedirme de John, me han llevado hasta Río Blanco en Manizales.
La reserva de Río Blanco se encuentra dentro de la propiedad de Aguas de Manizales, es muy famosa por ser uno de los mejores sitios de fotografía de aves de Colombia y por el hombre que la lleva, conocido como Carlos Mario Aranzazu, "el encantador de aves".
He llegado a la reserva a las 13:00 en plena lluvia. Estamos a 2500 metros y hace un frío que pela. Me ha recibido una mujer muy agradable que me ha puesto un plato de pollo con arroz y patatas. Me ha explicado todo y me ha dado la habitación. En la zona común hay bebederos de colibríes que hacen que uno esté entretenido aunque llueva. Hay muchísimos colibrís, al menos 6 especies de colibríes. Si coges un bebedero, hasta se te posan en la mano para beber. Me recuerda a lo de Maquipucuna en Ecuador, aquí más amplia la zona, con más colobrís y con más juego para las fotos.
Esto es una reserva enfocada casi exclusivamente a la fotografía de pájaros por lo que la lluvia tampoco es molestía ya que todos los puestos de observación estan a cubierto. Ha estado lloviendo hasta las 16:30. Cuando ha parado, me he decidido a dar un paseo a pajarear por un sendero que sube a lo alto de la reserva. He conseguido atraer una especie de pava, un tucán, tangaras, carpinteros, agarrapinos, un gavilán... Además, unas vistas preciosas al valle de Manizales. Dos horas de rutilla muy gustosas
Ya de noche he vuelto a pegarme una duchita y cenar. Mañana a las 7 empieza lo bueno con el famoso encantador de aves.