Etapa 2. Parte B. Primer día en Seoul

Nos acercamos a Bukchon, el antiguo barrio de la nobleza y altos cargos del Palacio durante la dinastía Joseon, que dominará el país desde el siglo XIV al 1910, cuando los japoneses ocupan el país. Es una arquitectura muy bonita, de tipo tradicional, y calles laberínticas, empinadas y estrechas, pero muy de foto. Y hay “hora punta” de turistas. Muchos van vestidos a la manera tradicional y esperan pacientemente su turno para foto delante de una puerta o casa antigua. Eso sí, está lleno de carteles dirigidos a los turistas para que no invadan la intimidad de las familias que viven aquí. En una hora y poco terminamos la visita y aunque puedes estar más, según la foto, o el bar de moda que quieras visitar.
Hacemos nuestra primera incursión en el metro. Todo organizado, música cada vez que viene el metro y esas marcas en el suelo de colores para que no te coloques donde debes, ni antes ni después, ni más a la izquierda ni más a la derecha. Orden, sobretodo. De todas maneras, no siguen ese orden estricto de sus “amigos” japoneses. Algunos pasillos del metro son galerias comerciales con decenas de tiendas y donde encuentras de todo y para todos los gustos. Podría pasarme horas explorando. El contraste es total. Tiendas super modernas de Samsung con el modelo de moda al lado de una tiendecita especializada en esponjas y estropajos. Es muy interesante el contraste.

Decidimos cambiar de aires y nunca mejor dicho. Aunque tengamos que cruzar toda la ciudad, total en metro son 25 minutos y con aire y música, nos vamos al centro comercial Lotte World Tower. Una torre archifamosa en redes por la puesta de sol, pero venimos por nuestro lado friky. Todavía quedan muchas horas para el atardecer así que buscamos la tienda de Studio Gibli que es una delicia por la decoración y los gadgets y “ Gibli-pongos” que puedes encontrar allí.

Por lo demás, un centro comercial en el edificio más alto de Corea y con muchas marcas que pasamos de largo. Sin saberlo, en el jardín nos encontramos una enorme y preciosa escultura humana de Jaume Plensa, hecha con letras de distintos alfabetos

Apenas a 20- 25 minutos nos acercamos al parque de OLPARK o Olímpic Park, donde se conserva el portón o arco de acceso a la zona olímpica de los Juegos en 1988.

Y de regreso a casa, nos bajamos en la parada de City Hall para cenar el famoso bibimbap. Ayer justamente, pasamos por delante, y nos pareció interesante. Una entrada a un pasillo estrecho y del que salía un grupito de oficinistas y jóvenes con cara de haber comido muy bien así que, entramos. Y sí, un acierto. Y con unas dueñas que te enseñan como manejarte con los palillos si no sabes y como ir mezclando los distintos platos que acompañan el bibimbap.

Se llama GrandMa Yu’s House. Y con las 2 B de bueno y barato. Quizás la de Bonito es demasiado pretencioso. Mejor decir “normal”, en la onda de muchos. Por suerte llevamos cash, porque no podemos pagar en metálico. Son 11000 W por persona, que al cambio nos salen unos y en cash porque no les iba bien la revolut ni el atm.
Después de casi 12 horas en la calle, toca descansar, no sin antes remojarnos en la piscina del hotel.