Las agencias de viajes no se molestan mucho en buscar viajes a Camboya, como si les costara trabajar. Y ciertamente tampoco abundan itinerarios sin combinarlo con Tailandia, Vietnam o Laos. Pero los hay.
En esta ocasión acudimos directamente a Catai en su oficina de Barcelona. La agente busca opciones de vuelo y diversas combinaciones, con el problema de tener por ahí el primero de año camboyano. Ya hablaré de ello. Al final encontramos una opción con salida el 14 de abril, llegada el 15 y, ampliando dos días más, sale más barato que volviendo el 21 por los precios de los vuelos. Así que el regreso será el 23 de abril, con llegada a Barcelona la mañana del 24.
Volamos con Singapur Airlines, compañía de renombre y eficacia (aunque no llegue al nivel de Emirates del viaje a Tailandia). Fue una suerte hacer solo una escala en Singapur, algo poco habitual.

El circuito incluye desayunos, casi todas las comidas y cenas (menos las de los dos días añadidos) y con la ampliación nos permitirá profundizar en Angkor y alrededores. Dejo enlace (sin los días extras):
www.catai.es/ ...de-camboya
Catai nos regala una maleta pequeña y una mochila. Hasta última hora Asían trails, la corresponsal camboyana, no confirma si hay monumentos cerrados (no los hay) por Año nuevo.
Cogemos L77 a las 8.10. Salida del avión a las 11.50. Solo se retrasa unos minutos. Hay pelis para ver pero pocas en castellano.
Ofrecen muchas veces agua y zumo.
Nos dan una bebida y un snack (cacahuetes...).
Luego viene la comida: agua, otra bebida (cogemos zumo), curry de pollo (algo picante) con arroz y verduras; bizcocho, pan con mantequilla, crackers, queso crema y ensaladita.
El vuelo dura algo menos de 13 horas.
Dan desayuno. Salchicha de cerdo, huevos revuelto, patatas, ensalada de frutas, yogur griego, agua y zumo.
Pasamos alrededor de 5 horas en aeropuerto de Singapur. Vamos de terminal 3 a 2 en lanzadera (cada 4 minutos). Ese aeropuerto tiene muchos jardines, estanques, un jardín de mariposas...
El aeropuerto de Singapur, conocido como Changi Airport, es famoso por ser uno de los mejores aeropuertos del mundo. El mayor atractivo ( que vemos de pasada) es Jewel Changi Airport: Este impresionante complejo cuenta con la cascada interior más alta del mundo, el Rain Vortex, rodeado por el Shiseido Forest Valley, un exuberante jardín tropical.

Pasamos escáner justo antes de entrar al avión. No lleves agua.
El vuelo a Camboya dura 1 hora 40 minutos. Tampoco nadie se sienta a mi lado. Vemos películas aunque la oferta es la misma y hay poco en español (aunque sí alguna película española).
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Comemos arroz chino con gambitas, pan con mantequilla,.una especie de yogur gelatinoso de coco, agua y zumo.
Las maletas salen pronto. Pasamos rápido por inmigración. El policía que me tocó a mí era amable, incluso simpático.
El Aeropuerto Internacional de Phnom Penh, también conocido como Aeropuerto Pochentong, es el principal aeropuerto de Camboya. Se encuentra a unos 10-12 kilómetros al oeste del centro de Phnom Penh. Al ser Año nuevo no hay nada de tráfico.
El hotel es el Anik Palace, muy cercano al monumento a la Independencia. Tiene 4 estrellas. El desayuno es buffet y se sirve en la planta R (11). Lo mejor es que puedes pedir al momento Huevos Benedict.

Las comidas y cenas que nos incluye el circuito de hacen en la terraza, junto a la bonita piscina (que también podíamos usar aunque yo solo me puse en la tumbona-cana).

La primera cena consistió en ensalada con aguacate, coq au vin y tartaleta de limón con merengue con sorbete de fresa. De beber pedimos Coca cola zero - 2,5 dólares. Sí pides agua es muy cara.
De comer al día siguiente nos dieron ensalada de verduras (tipo escalivada), pechuga de pollo con salsa y cebolla y puré de patatas, mousse de mango con mango y fruta del dragón. Nos dieron agua purificada (que también nos dejaban gratis en la habitación).
La cena de esa noche consistía en ensalada con pescado ahumado (agggg), costillas bbq con arroz y pastel de calabaza típico con fruta del dragón, papaya y mango natural.

Muchas ensaladas que no quisiera haber comido y que me provocaron diarrea.
Un tuk tuk desde el Mercado central al hotel costaba 2 dólares.
El hotel es confortable y el personal del bar de la terraza, donde hacíamos las comidas, amable y eficaz. Algunas chicas de recepción no tenían ni idea. Lo peor fue al marcharnos porque se inventaron al revisar la habitación que habíamos consumido un agua del minibar (mentirá), curiosamente de importación y lo más caro que había. Por descontado no la pagamos porque no la habíamos bebido nosotros.