
Así empezó todo…
Éste es el relato de nuestro viaje a Corea del Sur realizado en verano del 2024, concretamente entre el 7 y el 26 de agosto (spoiler: calorazo a tope).
Todo empezó el año anterior, cuando había que decidir destino para el siguiente verano. En 2022 viajamos a Kenia y un año después yo ya tenía el mono de nuevo safari, pero mi compañero de viajes no quería ver África ni en pintura. Así que, al ver que no habría tu tía ni con la campaña de acoso y derribo más contundente, decidimos que en 2024 me iría yo a Uganda uniéndome a un grupo organizado, y él se quedaría en su amada Costa Brava.
Como soy muy agonías con el tema viajes, normalmente acostumbro a comprar los vuelos para agosto en septiembre o a principios de octubre del año anterior, pero esta vez, al pensar que iría por agencia, dejé el tema aparcado porque los viajes organizados suelen reservarse con mucho menos margen de tiempo. Así que tema aparcado hasta llegados febrero o marzo reservar Uganda, creía yo, ingenuamente.
Cuál fue mi sorpresa cuando, hablando del tema viajes un par de meses después, acabamos decidiendo que no, que finalmente en verano del 2024 viajaríamos de nuevo juntos siempre y cuando no fuera a un destino de los que mi churri me tiene vetados (Uganda es uno de ellos, of course).
Total, que no me quedó otra que ponerme a buscar vuelos para agosto en noviembre, y a esas alturas las mejores ofertas ya habían desaparecido del mapa… No tenía tampoco muy claro donde queríamos ir, así que los precios dictarían la decisión. Después de mirar y remirar, lo único que encontré para mis fechas en pleno agosto a precios relativamente asequibles fueron unos vuelos con Saudia a Seúl (con escala en Jeddah, aunque luego un giro del destino nos regalaría vuelos directos Barcelona-Seúl, ya os lo contaré en el apartado de preparativos). Así que… dicho y hecho, ¡nos íbamos a Corea!
Se trataba de un destino que inicialmente no tenía en mente, pero queríamos visitarlo en algún momento y nos encajó así.
Diseño de itinerario
Corea es un destino que se ha puesto bastante de moda en los últimos tiempos (de hecho, varios compis del foro fueron también en 2024), pero cuando organizamos el viaje no es que hubiese muchísima información disponible al respecto. Pese a ello, como no es un país demasiado grande y allí el tema transportes funciona muy bien, es bastante fácil de planificar.
Después de leer los diarios del foro y algún que otro blog, la lonely de Corea y en base a nuestros gustos viajeros, decidimos lo siguiente: visitar las tres ciudades más importantes (Seúl, Gyeongju y Busan), algo de naturaleza para hacer senderismo (Sokcho y el Parque Nacional Seoraksan) y el resto de días los sitios de interés que nos encajaran para cuadrar una ruta circular (Daegu y el templo Haeinsa de bajada hacia Gyeongju, y Jeonju de subida en el camino de vuelta a Seúl).
Descartamos la isla de Jeju, pese a que tiene fama de ser lo más bonito de Corea, porque agosto es temporada de tifones en esa zona y no queríamos arriesgarnos a quedarnos sitiados y tener problemas con los vuelos internos, pero no tiene porqué pasar (es un tema muy personal incluirla o no en el itinerario).

Motivación del viaje
Un viaje a Corea del Sur es principalmente cultural, tanto para aprender sobre la interesante historia coreana y sus tradiciones, como por las curiosidades de la vida moderna y su situación actual. La gastronomía coreana también es un punto importante: comida rica a precios muy asequibles y facilidad para encontrar sitios donde comer incluso en los rincones más insospechados.
Por supuesto también hay opción de disfrutar de su naturaleza, aunque agosto no es la mejor época para hacer senderismo debido al calor y la humedad que hay (madrugando y con resignación, se acaba haciendo de todas formas). En Jeju también pueden encontrarse paisajes espectaculares, aunque nosotros no fuimos.
Debo confesar que, aunque inicialmente el motivo fue económico (vuelos asequibles), en cuanto tuve el destino seleccionado me volví adicta a los k-dramas coreanos, así que otro factor a tener en cuenta (ver en directo algunos de los sitios que había visto en las series). Desde que compré los vuelos hasta viajar me vi tropecientos k-dramas de todo tipo, y casi un año después de haber ido sigo con ellos. Sí, lo reconozco, me engancho a cualquier tontería fácilmente.
También existe otro tema puntero en Corea y que a algunos viajeros les puede interesar: la cosmética (el famoso skin-care coreano) y los tratamientos estéticos. Hay multitud de tiendas de cosmética que ofrecen productos de gran calidad a muy buen precio. Incluso yo, que en general paso bastante del tema, me volví para casa con unas cuantas cremitas (quién esté más interesado en estas cosas puede facturar una maleta vacía a la ida para traerla llena de potingues a la vuelta). También me traje algunas mascarillas, pero de eso me arrepiento porque cuando me las pongo parezco un monstruo y pierdo cualquier atisbo de dignidad

Y ahora sí que sí: ¡en ruta por Corea del Sur! ¿Alguien se apunta?

