Día 8 (14-08-2024): Sokcho - Daegu
Hoy poca cosa, por no tener no tengo ni fotos de este día. Después de varios días madrugando, llegaba una jornada que podíamos tomarnos con más calma porque no íbamos a hacer visitas ni rutas de senderismo a primera hora para evitar el calor. Así que nos dimos el lujo de remolonear y dormir hasta unas horas intempestivas apenas vistas jamás en nuestros viajes, concretamente hasta las 8 de la mañana

Como os comenté, en el hostal el desayuno estaba incluido, pero como empezaba a las 8:30 no habíamos podido aprovecharlo hasta este día. El horario de desayunos en los hoteles coreanos en mi opinión es demasiado tardío para poder aprovechar bien las mañanas antes de las peores horas de sol, pero bueno, es lo que hay. Es cierto que la mayoría de los sitios abren a las 9, así que dirán que no seamos agonías, pero yo a las 8 de la mañana ya suelo estar en marcha.
Nuestro bus hacia Daegu salía a las 11:30 de la terminal Intercity, a 5 minutos del hostal, así que ese día sí que desayunamos con calma lo que nos ofrecían: té o café, y lo que en Corea llaman "toast", que consiste en un sandwich de pan tostado con huevo frito, queso y mermelada untada en el pan (sí, todo junto). Un mejunje un poco raruno pero que no sabía tan horrible como podría parecer, aunque tras aquello tampoco me arrepentí mucho de haberme perdido los desayunos

Como no teníamos prisa, esa mañana fue de socialización, nos quedamos hasta las tantas hablando con otros huéspedes de distintas nacionalidades que también estaban alojados en el hostal. Luego acabamos de preparar nuestras cosas, nos despedimos del amable propietario y fuimos a un combini cercano a comprar provisiones para el largo viaje, de Sokcho a Daegu la ruta de bus más rápida tarda unas 5 horas de trayecto hasta North Daegu Station (hay otras rutas que son más de 7 horas y llegan a otra estación distinta).
Efectivamente, el viaje nos llevó desde las 11:30 hasta las 16:45 h, algo más de 5 horas. Eso sí, el bus era comodísimo: asientos amplios y abatibles, en configuración de 2 + 1 por fila, y prácticamente podías tumbarte si querías. Durante todo el trayecto se para 3 veces en distintos sitios para poder ir al baño y comprar alguna cosa de comer (no hubo problema en comer dentro del bus, todo el mundo lo hacía).
Daegu es una ciudad enorme, así que para desplazarnos desde North Daegu hasta la zona de nuestro hotel (bastante céntrica) utilizamos el metro. La opción más rápida fue línea L3 amarilla hasta la parada Myeondok, donde cambiamos a línea L1 roja hasta Jungang-no (10 paradas en total). De ahí al hotel eran dos minutos andando, estaba muy bien comunicado.
El hotel Dongseongro Star B & B es una opción recomendable en Daegu, nos salió muy bien de precio y está muy bien situado cerca de varios puntos de interés (y cerca del metro). La habitación era muy amplia, mucho más que en los hoteles anteriores, y estaba equipada con cocina, lavadora, armario-secador (genial para secar la ropa, que si no con la humedad no hay manera), mesa y sillas, baño con ducha separada (difícil de encontrar, en Corea a veces la ducha está en medio del baño y al ducharte se encharca todo) y el imprescindible aire acondicionado.
Dejamos los trastos y nos acercamos andando hasta Seomun Market, que lo teníamos a unos 30 minutos paseando, pero llegamos allí sobre las 18:30 y estaba ya casi todo cerrado... luego vimos que cierra a las 18. Había muy pocas paradas abiertas, dimos una vuelta pero tampoco encontramos el Night Market donde queríamos cenar: luego vimos que solo abre los viernes, sábados y domingos. Este día, muy mal la planificación previa


Daegu
Dimos una vuelta y acabamos en un barrio muy animado cerca del hotel, que estaba lleno de restaurante. La mayoría de ellos eran restaurantes de barbacoa, y estaban a tope de gente. Como yo no como carne y la barbacoa tenía que ser mínimo para dos personas, estuvimos buscando alternativas y solo nos cuadraba un restaurante japonés, así que allí nos metimos, que ya era bastante tarde y cada vez costaba más encontrar sitio con la de gente que había. Cenamos bien, nos salió a 22 euros los dos con cervezas, aunque no tengo muy claro que la comida fuese japonesa, parecía más bien coreana, pero si ellos lo dicen pues tendremos que creérnoslo.
Finalmente pasamos por un combini a comprar desayuno para los dos días siguientes (teníamos nevera en nuestra mini-cocina), y nos retiramos a descansar y poner una lavadora rápida. Es buena opción esa de pillar habitaciones o estudios con lavadora para la gente que, como nosotros, no facturamos equipaje... así puedes ir haciendo la colada cuando sea necesario sin mucho problema y sin tener que buscar lavanderías o pagar extra en el hotel por el servicio. Al día siguiente tocaba visitar el famoso templo Haeinsa y la tripitaka coreana, junto con el mercado Seomun que nos había dado esquinazo hoy.