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Día 10 (16-08-24): Gyeongju: parques de túmulos, Cheomseongdae, puente Woljeonggy y estanque Anapji
A las 6:30h suena el despertador y nos ponemos en marcha, tocaba recoger todos nuestros trastos y dirigirnos a Gyeongju, la siguiente parada de la ruta. Nuestro alojamiento en Daegu estaba bastante bien ubicado, cerca del mercado Seomun y con una parada de metro al lado. También estaba próximo a la estación de autobuses de DongDaegu, donde tomamos un bus hacia Gyeongju. También se puede ir en tren, pero la estación de tren de Gyeongju está a las afueras y es más práctico el autobús, que te deja en el centro.
Así que hicimos el check-out (se hace en una máquina, muy rápido) y pillamos el metro línea 1 roja, 4 paradas hasta DongDaegu Station. Nos costó un poco encontrar la terminal de autobús porque no está indicada (la de tren sí), se pueden seguir las indicaciones de la estación de tren y a su derecha está la terminal de autobuses.
Esta vez no habíamos comprado los billetes por anticipado y ningún problema, nos dirigimos a ventanilla, pedimos tickets para Gyeongju y había disponibilidad para el bus que salía en 10 minutos. Fuimos rápido hacia los andenes y rumbo a Gyeongju, se tarda aproximadamente una hora de trayecto desde Daegu.
Llegamos a la terminal de autobuses Express de Gyeongju (la Intercity está al lado) y aprovechamos para comprar en las máquinas los billetes a Busán para dos días después, así nos asegurábamos el horario adecuado, aunque hay mucha frecuencia y no creo que hubiese problema en comprarlos sobre la marcha.
Con los tickets en nuestro poder, cruzamos la calle para ir hasta la parada de bus urbano que nos dejaría muy cerca de nuestro alojamiento. Siguiendo las indicaciones del Naver map subimos al 605 (sirve la T-money), que en 10 minutos nos dejó prácticamente al lado de nuestra guesthouse.
Era muy temprano, sobre las 9:30, y no podíamos hacer el check-in hasta las 14h, pero la señora del alojamiento fue muy amable y nos ofreció unos cafés y guardarnos el equipaje hasta que fuera la hora. También nos indicó lo más interesante que ver en Gyeongju y nos lo marcó en un mapa.
Ya libres de carga, salimos para conocer Gyeongju, una ciudad a la que llaman “el museo sin paredes” y así es: es el lugar de Corea del Sur con mayor número de tumbas, templos, pagodas, estatuas budistas y restos de palacios. Las estrellas del lugar son sin duda los llamado tumuli (o túmulos), tumbas circulares cubiertas de hierba.
Hay túmulos en distintas zonas, nosotros para empezar nos dirigimos al Centro de Información (Silla Dinasty Tombs Information Center), que justamente está ubicado junto a uno de los túmulos más importantes y al que se puede acceder (Geumgwanchong Tomb).
Este túmulo es conocido como la tumba de la corona dorada y dentro hay como un museo donde se explica toda la información sobre las curiosas formaciones funerarias: como se construyeron, su estructura por dentro, como se descubrieron… Antes la entrada a Geumgwanchong era gratis, pero actualmente se pagan 3.000 wones por persona (permite acceder a la tumba y al Information Center, donde tampoco se entra ya gratis).
Estuvo curioso, la información sobre el período Silla es muy interesante y hay vídeos explicativos también en inglés. Aquí se puede ver una reconstrucción de lo que sería el interior de una tumba de este tipo:
Geumgwanchong se encuentra en lo que se llama zona de tumbas de Noseo-dong, muy cerca de la principal zona comercial, y hay otros túmulos que pueden verse en la misma zona (Seobongchong, Bonghwangdae…). Muy importante: por supuesto, no hay que subirse a los montículos, está prohibido y supongo que multado con una cantidad considerable.
Desde aquí nos desplazamos hasta el Daereungwon Ancient Tomb Complex, también llamado Tumuli Park o Tumuli-gongwon. Es el parque con mayor número de túmulos y también el más fotogénico, la entrada es gratis de 9 a 22h. Aquí ya se notaba que había bastante gente, muchos autobuses en el párking de entrada.
Es un parque muy bonito, con diversos senderos y estanques, y hasta un total de 23 túmulos funerarios de reyes Silla y sus parientes, entre ellos la tumba del rey Michu, la Hwangnamdaechong Tomb o la llamada Cheonmachong Ancient Tomb.
Cheonmachong o tumba del Caballo Celestial puede visitarse por dentro, cuesta 3.000 wons por persona y está curioso de ver, aunque no es tan grande como Geumgwanchong ni mucho menos. Este montículo mide 13 m de altura y 47 de diámetro y la tumba fue construida a finales del siglo V. Se exponen en su interior copias de la corona de oro, brazaletes, adornos y armas que se encontraron en su interior (los originales se exponen en el Museo Nacional de Gyeongju, que visitamos al día siguiente).
Tras la visita al principal parque de túmulos era ya sobre las 13 y nos fuimos a comer a una zona llena de restaurantes y cafeterías que hay allí cerca (un barrio que flanquea la animada calle Hwangnidan-gil). Esta vez probamos el “rice pot” justamente en “Rice pot house”, y son unos platos de arroz con carne o salmón a la plancha, verduras, etc. Se mezcla todo en un plato y te lo vas comiendo, y a la olla donde te lo traen se le echa un caldo que luego sirve para aprovechar el arroz que quedaba pegado en las paredes del recipiente (el caldo lo reblandece). Aproveches hasta la última migaja o no, estaba muy bueno y no era caro, 17.000 wones cada plato y eran raciones consistentes (además el restaurante era una casita de madera muy chula).
Nuestra guesthouse no quedaba demasiado lejos y ya eran las 14h, así que nos dirigimos allí a acabar de hacer el check-in y poder dejar nuestras pertenencias dentro de la habitación. De paso descansamos un rato disfrutando del imprescindible aire acondicionado, porque en Gyeongju hacía mucha calor (se notaba que estábamos más al sur).
Tras un par de horas de descanso, volvimos a la carga de 16 a 21h, parar un poco al medio día era la única manera de aguantar tanto tute a esas temperaturas (y eso que no soy muy partidaria de hacer parones cuando viajo, pero ahí no nos quedaba otra). Empezamos visitando otro parque, éste es el que teníamos más cerca de la guesthouse: Wolseong-gongwon (entrada gratis).
Saliendo por la puerta sur de Daereungwon Ancient Tomb Complex se llega a este bonito parque, que incluye una famosa torre circular de observación astronómica, el observatorio Cheomseongdae. Es el observatorio astronómico más antiguo de Extremo Oriente, mide 9 metros y fue construido en el siglo VII (entre 632 y 646) por la reina Seondeok. Su nombre significa “plataforma para observar las estrellas”. Fue construido con 365 piedras, una por cada día del año:
Cerca de Cheomseongdae está el Lotus Garden and Flower Park, donde según la época florecen distintos tipos de plantas. En nuestro caso había un bonito campo de girasoles lleno de coreanos haciéndose fotos de postureo cuqui en él, así que nosotros no íbamos a ser menos (vigilando que no nos picase una avispa en el culo). La sesión de postureo está censurada por el bien de la poca dignidad que me queda, os tendréis que conformar con fotos de los girasoles y otras flores
:
Después de la sesión de postureo nos dirigimos hacia la zona del puente Woljeonggyo, el cielo estaba cubierto por unas nubes bastante amenazadoras que fastidian las fotos pero nosotros las agradecimos mucho después de tanto chupar sol de justicia
.
El puente Woljeonggyo une las dos orillas del arroyo Namcheon, lo que hay en la actualidad es una copia reconstruida del puente que existió durante la dinastia Silla. Se puede subir a una sala que hay en uno de los extremos del puente, y hay un video y carteles con información.
Nos llovió un poco, pero muy flojito y solo unos 10 minutos. Era el primer día desde que llegamos a Corea que veíamos algo de lluvia, pero ni siquiera fue significativo, no sacamos ni el paraguas (el paraguas a esas alturas yo lo usaba solo para protegerme del sol).Próxima parada: Gyochon Hanok Village. Como su nombre indica, es un barrio de casas tradicionales coreanas en las que actualmente hay tiendas, restaurantes, etc. Se encuentra cerca del puente anterior.
Serían las 18:30h pero decidimos ir a buscar algo de comida para merendar-cenar, ya que más tarde queríamos visitar el estanque Anapji iluminado, así que en un puestecillo callejero cerca de nuestra guest-house nos compramos las típicas pastas de Gyeongju con forma de moneda de 10 wones, que son como un bikini de queso pero con la masa algo más dulce que el pan. De postre nos comimos unos helados que solo he visto en Corea, eran unos peces rellenos de vainilla y crema dulce de alubias rojas. Muy rico todo, lo bueno de este país es que en cualquier sitio encuentras puestecillos de comida para llevar o comer allí mismo.
Nos dirigimos pues a nuestro siguiente objetivo: el palacio Donggung y Estanque Wolji/Anapji. Se trata de un palacio de la dinastia Silla, diseñado como residencia secundaria de la reina y también para celebrar banquetes. El precio de la entrada es de 3.000 wones por persona.
Lo más destacado de este antiguo palacio es su estanque (el estanque Anapji), muy fotogénico con la iluminación nocturna. Efectivamente pudimos comprobar que es muy popular, ya que había muchísima gente… no tuvimos que hacer cola para comprar las entradas, pero estaba petadísimo (el sitio más lleno de gente que encontramos en casi todo el viaje).
Estuvimos sobre una horita dando la vuelta al estanque, tampoco podía uno encantarse mucho porque la marabunta te arrastraba para seguir adelante:
Después volvimos hacia el hostal paseando, teníamos una media hora de camino sin prisas y no nos valía la pena tomar el autobús porque justamente era el mejor momento para caminar sin pasar calor.
Puede decirse que fue un día muy aprovechado y además nos lo pasamos muy bien, guardo muy buenos recuerdos de esa jornada, una de las que más disfruté. Para el día siguiente teníamos como plato fuerte la visita al templo Bulguksa y la cueva Seokguram, a las afueras de Gyeongju.
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