Hoy la entrada va a ser corta porque ha sido un día de desplazamiento.
Esta paliza antes o después había que hacerla. De Maun a Windhoek miré en su día métodos alternativos de desplazamiento pero alquilando coche es imposible, sale un disparate de dinero dejar el coche en otro país y los vuelos de Maun a Windhoek carísimos. La Distancia entre ambos son 800 kilómetros, por dos rectas en las que se puede ir a 120. En internet dice que se tarda entre 9 y 10 horas incluyendo trámites de aduana y demás. No recomiendan conducir de noche porque por los animales aprovechan el calor del asfalto y te encuentras en la carretera desde vacas, burros y kudus, un peligro. Por el día también te encuentras animales, sobre todo en Botswana pero es curioso porque tienen aprendido que cuando pasa un coche se para y hasta que no ha pasado no siguen. Si no se enteran pitas y rápidamente salen del asfalto. Deben haber aprendido a base de palos los pobres.
Nos hemos despertado a las 5 para empezar la paliza a las 6, con ya un poco de penumbra. Hemos tardado hasta la frontera 5 horas y 3 horas desde la frontera a Windhoek, más una hora entre aduanas y parar a echar gasolina. Hemos ido escuchando podcast de viajes por lo que se nos ha hecho relativamente ameno. El podcast se llama "un gran viaje" y después de escuchar 9 horas de podcasts ahora quiero irme 6 meses al sudeste asiático, recorrer África en autostop o recorrer a pie Centroamérica... Con poco me obsesiono yo. El programa es una maravilla.
A las 15 estábamos en nuestro hotel de Windhoek. Para hoy había pillado uno bueno para llegar como reyes. "Tenbergen Pension". Esta de lujo.
Tras descansar hemos ido a que lavaran el coche a ver si asi se disimulan los arañazos que lleva y mientras dábamos un paseo por la ciudad. La ciudad sin más. Alguna construcción de estilo alemán y un mercado de artesanía bastante chulo.


A las 19 hemos ido a cenar a un bar típico de turistas, muy bien ambientado. Joes beerhouse. Un sitio peculiar puramente carnívoro. Como siempre intento probar lo típico, y teniendo en cuenta que en namibia lo típico es carne, pues ahí que me he lanzado. Los animales de granja no son el cerdo, la vaca y el pollo... son el orix, el kudu, el cocodrilo, el impala e incluso la cebra. He pedido una brocheta con un trozo cada uno. Sabe todo muy parecido a la ternera. El cocodrilo no me ha gustado mucho y lo más sabroso sin duda el impala. Si me pongo a pensarlo me da pena pero es un poco hipócrita renegar de los animales de granja de aquí y comerme sin reparos los de España, así que hay que probar también sus carnes que no es momento ahora de pasarme a vegano.

Punto y final a un viaje distinto. Un viaje en todoterreno con muchas alegrías, muchas esperas y sobre todo mucha arena. África puede ser complicada pero cuando muestra la parte buena compensa toda la incomodidad que pueda generar y se te va metiendo poco a poco el gusanillo de volver. Como decían los sudafricanos. Africa is not for sissies.
Próximo destino: Uganda