Navidad y Fin de Año en Cuba 2021 ✏️ Blogs de Cuba

Nuestra segunda casa en Cuba.
Casa Los Rubios B&B
Esta casa la reservamos a través de Airbnb, por unos 25€ la noche los 4. Todas las reservas que hicimos con Airbnb, lo pagamos con tarjeta desde España.
En principio había reservado esta casa, por que me gustaron las imágenes que vi en la plataforma y sobre todo también, por que tenían plaza de parking para el coche que pensaba tendríamos alquilado, ya que está como a 10 minutos a pie del centro.
No teníamos coche, pero tampoco anulé la reserva de la casa, la verdad, estuvimos de lujo, al final llegar al centro era un paseo.
Los dueños de la casa, son la familia de Ariel, un chico de unos 30 años o menos.
En la casa viven Sonia y Sele, que son los padres de Ariel, también una abuela suya, la otra abuela, desgraciadamente murió de Covid en el año 2021.
En septiembre 2021 en Viñales, tuvieron un montón de contagios y lo pasaron fatal, ya que no disponían de medicamentos y oxigeno para todos los que lo necesitaban.
Os dejo el número de teléfono de Ariel +53 58204229, por si alguien quiere contactar con él.
En esta casa, si te podías conectar al wifi con tu tarjeta de Etecsa.
La casa tiene 3 habitaciones en la 1ª planta y en la planta baja viven ellos y tienen 2 habitaciones mas.
Los desayunos también costaban 5€ por barba, pero le dijimos que de 2 comeríamos 4 , no hubo problema y nos pusieron desayuno a todos por 10€/día para los 4.


El primer día que llegamos era nochebuena, desde España no sabía muy bien si en Cuba, los restaurantes están abiertos en estas fechas, así que pensé que mejor era quedarnos a cenar en la casa. Ellos hacen cenas, comidas, desayunos etc... por 10€ el plato normal de res, pollo, pescado y 15€ la langosta.
Al ser nochebuena, desde España les dije que nos quedaríamos a cenar aquella noche y que quería 2 platos de langosta y uno de pollo que las niñas compartirían.
Con los 15€ también entraba una sopa de 1º, el plato principal(langosta) y postre.
Todo estuvo riquísimo, pero ahora lo veo un poco caro, con los precios que había en general en los restaurantes y el cambio que conseguimos de 80cupsx€


Hay que pensar que las casas, también viven mucho de lo que tu puedas consumir en la casa y lo que ellos antes te pedían 5 cucs o 10 cucs, lo han trasladado a 5 o 10 euros, cuando ahora en la calle, en muchos restaurantes, platos que antes costaban unos 10cucs, ahora valen 450cups, que con buen cambio, el costes es poco mas de 5 euros.
Por tanto, la cena de nochebuena casi fue la única que hicimos en una casa, en todo el viaje, nos salía mejor de precio ir a cenar a restaurantes.
Si podéis reservad directamente con el dueño de la casa y pagad en efectivo allí, ya que como después nos contaron en otra casa, cuando pagas a la plataforma, la plataforma luego les hace el ingreso en el banco a ellos, que luego el banco les hace el cambio oficial de 27 o 30 cups por euro, lo que traducido a lo que realmente vale el dinero en la calle, lo que es el pago de la estancia, es poquísimo dinero para ellos, por eso quieren que al menos desayunes en la casa y si puede ser quedes a cenar, pagando en efectivo y en euros por supuesto.
Visto y explicado así, todo parece un lío, yo antes de partir lo veía bastante lioso, pero bueno ahora que he vuelto, ya lo entiendo mejor.
Nos ubicaron en la 1ª planta, donde teníamos una terracita, con sofás, hamacas, buena vista, todo para nosotros, éramos los únicos clientes, al día siguiente llegaban 2 parejas de cubanos, que se alojarían en las habitaciones de abajo.

Sobre las 15.00, quisimos ir ha hacer una vuelta por el pueblo, comer algo, mirar de como podíamos conseguir transporte a Cayo Jutías y transporte para el día de marcharnos, que teníamos que trasladarnos hasta Playa Larga.


Justo en la calle principal, desde la casa hacía la plaza de la iglesia, encontramos el Restaurante Don Tomás, una casita antigua, construida en no recuerdo muy bien que año, con un aspecto visto desde fuera impecable, había la carta afuera expuesto, con unos precios que nos parecieron increíbles de baratos y para adentro que fuimos.
Parecía que no había mucha gente, nos dieron mesa en la planta superior, donde había 2 mesas que ya estaban terminando, nos dieron la carta, le hice una foto, por que de lo barato que era y el sitio tan bonito en el que estábamos, pensé que habíamos acertado de lleno, era un chollo.


Pasaron un par de camareras para recoger los platos de las mesas que estaban terminando, volvían a pasar para traer los postres a las otras mesas, nosotros ya sabíamos lo que queríamos, empezaba a tener sed de una buena cerveza, otra vez pasaron las camareras y solo atendían a las 2 mesas que teníamos al lado, tal vez ya habían pasado 15 minutos y nadie venía a pedirnos que queríamos los otros clientes acabaron, pagaron, se fueron, nosotros allí con cara de tontos y nadie venía a atendernos, cuando pasó otra vez una camarera le dije que estábamos listos, que ya queríamos pedir, me miró y sin decir nada se fue.
Habían pasado 40 minutos, sin exagerar lo digo y aún no habíamos pedido nada, cuando vimos el panorama, nos levantamos de la mesa, dijimos adiós a las camareras, que ni se inmutaron, nos fuimos a otro sitio a comer unas hamburguesas, eran casi las 16.00, estábamos hambrientos.
Al volver por la tarde a la casa, le comentamos a Ariel lo sucedido en el Restaurante Don Tomás, nos comentó que era normal, que era un restaurante del estado, que allí los trabajadores no son muy eficientes que digamos, también que roban comida, para llevársela a su casa etc...
Así que sin saberlo, nuestra primera experiencia con un restaurante del estado, sin nosotros saberlo, por que era realmente bonito el sitio, fue un absoluto fracaso

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Era el día de Navidad 25/12/2021.

La tarde anterior, no habíamos conseguido encontrar transporte a Cayo Jutías para el 26/12/2021, ni tampoco para nuestro traslado a Bahía Cochinos para el 27/12/2021.
En Cuba no es como en Tailandia o Indonesia, que puedes conseguir excursiones para el día siguiente a las 20 o 23 horas de la noche, en Cuba a las 16:00 cierran muchas tiendas u oficinas.
La oficina de Cubacan, la encontramos cerrada, abrían de 8:30 a 16:00, la oficina del Viaazul, hacía 2 años que estaba cerrada en Viñales, cosa que no sabíamos, en España pensábamos que el Viaazul, funcionaba a pleno rendimiento, pero desde que cerraron con la pandemia, en nuestras fechas no habían vuelto a abrir en Viñales, no había suficientes turistas que demandaran sus servicios.
Como vimos luego, el Viaazul no estaba operativo en muchas rutas y los pocos que había, tenían un horario muy reducido, principalmente solo había un horario disponible, que era primera hora de la mañana, supongo que así como llegue el turismo, se ampliaran sus servicios, pero los días que nosotros estuvimos en Cuba, debido al poco turismo que había, eran pocos los viajes que tenían programados. En Trinidad, la pareja de Colombianos que conocimos, tuvieron que pillar el único Viaazul que había dirección Varadero a las 6:00, también en Cayo Coco una pareja de Catalanes que estaban en nuestro hotel, también se fueron a las 2:00 am de la madrugada, para pillar el Viaazul que partía de Ciego de Ávila para La Habana a las 6:00, por que desde Cayo Coco a Ciego son 2 horas de camino y tienes que estar 1 hora antes en la terminal del autobús para que no te quiten el sitio. La otra opción era pagar un taxi, que al ser solo 2, les costaba un ojo de la cara. Ya lo contaré con mas detalle en la etapa correspondiente, pero el que tenga previsto ir pronto, que se informe, por que el transporte en autobús aún no está del todo establecido, como antes de la pandemia estaba.



A las 8:30 me fui a la oficina de cubacan, para poder reservar plaza de autobús a Cayo Jutías y preguntar por un autobús a Playa Larga. Estos autobuses son los de Transtur.
El día de Cayo Jutías, era domingo y ya no había billetes de autobús disponibles, muchos de los pasajeros, eran cubanos de otros pueblos o los mismos habitantes de Viñales iban a ir, estaban de vacaciones y ese día lo iban a disfrutar en la playa
Después, me comentó que el lunes no había autobús a Cienfuegos o Trinidad, que sería el que tendríamos que pillar si queríamos ir a Playa Larga, que hasta el miércoles nada, así que nuestras opciones eran pagar taxi.
Aquí nos empezamos a preocupar, por que pensamos que desplazarnos por toda la parte occidental de Cuba, no nos sería fácil o tendríamos que dejarnos un buen pico en taxis.
Al llegar a la casa, Sonia se interesó por todo, con unas llamadas nos consiguió taxi para el domingo visitar Cayo Jutías y el lunes desplazarnos a Playa Larga (Bahía Cochinos), aquí nos cobraron por pasajero 20€ por barba para Cayo Jutías (80€) y 40€ por barba para ir hasta Playa Larga (160€ total para los 4)
En ese momento nos vimos un poco en que no había mas solución, ahora pienso que puede que por la calle, parando algún taxi, tal vez lo habríamos sacado por menos dinero, pero tampoco quería estar todo el día pensando o buscando como desplazarnos, quería disfrutar de los días que nos esperaban en Viñales y no pensar en como podíamos ahorrarnos unos euros, que nos iban a costar un tiempo en buscar, comparar etc.. que ese tiempo que perderíamos no lo íbamos a disfrutar, dejamos el asunto zanjado, ya no teníamos que pensar mas en taxis, hasta nuestro siguiente destino.

A las 9:00 vino recogernos a Casa Los Rubios, el chico que nos haría de guía con sus caballos, en una ruta de unas 2 horas por el valle de Viñales.


Aunque advertimos a Ariel y Sonia, que no hacía falta llevarnos a una plantación de tabaco, que el día anterior ya disfrutamos de este tipo de visita, el chico nos llevó a una granja, que a parte de tabaco, también tenían café, ron y miel.
El paseo hasta llegar a la granja, lo disfrutamos mucho y duró bien bien 1 hora.
Como sabían que no queríamos ver lo del tabaco, nos enseñaron el café, el ron típico de Viñales, el Guayabita, que contiene miel y que se bebe sin mezclar con nada.
Como no, después de las explicaciones podíamos comprar lo que quisiéramos, nosotros por 400cups compramos una botella de plástico de 330ml, de la que antes había contenido agua mineral, ellos la habían rellenado de miel, una miel buenísima, como nos explicaron, era totalmente natural, sin azúcar añadido.
La transportamos todo el resto del viaje, hasta que en el aeropuerto de París, no nos la dejaron pasar, delante de nosotros, los chicos del detector de metales nos tiraron la botella en la papelera, esta vez no habíamos facturado las maletas, en el aeropuerto de La Habana no nos dijeron nada, pero en París son mas severos y aunque protestamos y protestamos mucho, no hubo manera, aquello para ellos era un líquido y no se podía transportar en botellas superiores a 100ml. Adiós a la miel, sin haber mas que probado media cuchara, la habíamos guardado como oro en paño para disfrutarla en casa y pillamos un buen cabreo.

Después de la compra, tenían como una terracita con bar, para disfrutar las vistas a los mogotes y pedí un guarapito ron.
Dos chicos de la granja, se fueron a cortar 5 o 6 trozos de caña de azúcar, la pelaron y la pasaron por el turmix bueno, como un rodillo a manivela, que cuando pasas la caña de azúcar por en medio, la destroza y le saca todo el jugo que tiene, la pasan varias veces, para aprovechar todo.


Entre el paseo de ida en caballo, las explicaciones en la granja y la vuelta, la excursión duró unas 4 horas.
Le pagamos 10€ por barba, le pagamos en euros no en pesos, así el chico también estuvo mas contento.
Nos fuimos a comer, luego por la tarde, sobre las 15:00, teníamos reservado un taxi, que por 25€ nos llevaría a recorrer el resto del valle (Cueva del Indio, Mural de la prehistoria etc..)


Empezamos por la Cueva del Indio, una visita que está bien y que con una media hora o 45 minutos tienes realizada. La entrada me parece que costó 125cups y las niñas al ser menores de 12 años, para nuestra sorpresa la entrada era gratis. Como en muchos sitios, el coste de la entrada para los cubanos era mucho menor, me suena que 25cups para ellos. Creo que antes de la desaparición del Cuc, costaba la entrada 5 cucs, es decir unos 5€, ahora con nuestro cambio callejero, no llega a 2€
Nos comentó el taxista que antes de la pandemia, cuando había mucho turismo, la cola llegaba hasta la carretera.
Si llegamos ha tener que hacer dicha cola, mas que luego nos hubiera costado 5€, para lo que ves, hubiera encontrado la visita prescindible, ahora al tener un coste tan barato y no haber aglomeraciones, digo que fue una visita agradable
Al salir, nos llevó a la Cueva del Palenque de los Cimarrones, pero no entramos, había que pagar y era una cueva, donde han puesto dentro un bar-discoteca, que en aquel momento no creímos oportuno entrar.
Luego le tocó el turno al Mural de La Prehistoria, que también vimos desde lo lejos, tampoco quisimos pagar para entrar, en general las opiniones que leí del lugar, tampoco lo destacan mucho.
Después quiso llevarnos al Canopy que hay en la Loma del Fortín, por desgracia para nuestras hijas el Canopy en esas fechas estaba cerrado, aún no habían abierto, el motivo : pocos turistas.
Por suerte para ellas en Trinidad, pudimos disfrutar de esta actividad.
Sin embargo, junto al Canopy, si había una serie de miradores, que por 50 cups que nos costó la entrada, pudimos disfrutar, además de una casa del árbol, tienen estatuas, varios senderos, caminando un poco, tienes varios miradores de los que disfrutar.



Nos gustaron mucho mas las vistas de este lugar, que las famosas vistas desde el Hotel Los Jazmines.



Pudimos compararlas otra vez, por que la última visita prevista de la tarde, precisamente era el mirador del Hotel Los Jazmines, el taxista no sabía que ya habíamos estado allí, no dijimos nada, al final el coste sería el mismo, tanto con Jazmines como sin Jazmines.

El paseo en taxi terminó, nos dejo en la casa, nos arreglamos para salir a cenar, queríamos ver un poco el ambiente del pueblo, la noche anterior, nos habíamos quedado en la casa.
La tarde anterior vimos un restaurante con un cartel de wifi gratis, no recuerdo el nombre bien, me suena restaurante Los Almendrones o Los Albertos queríamos ir allí para conectarnos un rato, el tema estar sin wifi prácticamente en todos lados, se nos hacía duro jajaja
Cuando nos sentamos, pedimos el wifi y precisamente en esos momentos tenían el router roto jajajaja, creo que el wifi nunca lo tuvieron gratis, era un gancho para turistas supongo, de todas formas la cena no estuvo mal y como en general en los sitios que fuimos en Cuba, con buenos precios, mas o menos por 18€ comimos los 4.
Al día siguiente, iríamos de visita a nuestro primer cayo, Cayo Jutías.
Teníamos muchas ganas, ya que había leído que caminando un poco, se podía encontrar una playa con estrellas de mar, cosa que en Menorca no es fácil de ver y las niñas les hacía mucha ilusión.

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Día muy esperado por las niñas, les había comentado que si teníamos suerte, encontraríamos una playa con estrellas de mar.
En el desayuno, Sonia nos hizo un zumo de una fruta llamada carambola que nos encantó, muy rico, no lo volvimos a probar en todo el viaje, una lástima.
Habíamos quedado con el taxista a las 8:00 a fuera de la casa, sobre las 8:05 salimos y aún no estaba nuestro taxista, pero si había 2 coches clásicos americanos.
Me acerqué a los coches para verlos de cerca, luego vi a un señor que supuse era uno de los dueños, resultó ser un taxista de La Habana y esos 2 coches 2 taxis.
Resultó que ellos estaban alquilados y habían quedado ha dormir a la casa de al lado de la nuestra, le comenté que nosotros aún teníamos que hacer varios desplazamientos en taxi, por lo que enseguida se ofreció a darme su teléfono, por si me interesaba contratarle para otros días. Me comentó que contratar un taxista desde La Habana hasta Viñales, visitar todo el valle y regresar el mismo día estaba sobre los 5000cups (62€ con el cambio callejero) aquí es cuando me di cuenta, que tal vez habíamos pagado demasiado por nuestros desplazamiento hasta el momento, 74€ del bus, que al final fue bien, ya que hicimos media excursión, 80€ para ir y volver de Jutías, mas luego 160€ para ir a Playa Larga, aunque he de decir, que este último desplazamiento es bastante largo, puede que los 160€ estén justificados. Por desgracia apunte mal el número de teléfono y luego por la tarde a nuestra vuelta, no pude contactar con Aniel, me hubiera gustado saber que precios nos hacía por algunos desplazamientos.
Intenté que Sonia, pidiera a la casa de al lado si podíamos contactar con Aniel, pero no le gustó mucho la idea, dijo que los taxistas de La Habana no eran de fiar, que nos dejarían botados (tirados) si les salía un viaje mejor que el nuestro.
Según ella, era mejor preguntar en las casas, que allí donde estuviéramos siempre sería mejor reservar con un taxista de la zona. En parte tenía razón, pero después de mi experiencia, cuando preguntas precios de taxi, comida, bebida en las casas,veo que los precios son desorbitados, precio para turistas, cuando por la calle, si consigues encontrar al taxista adecuado o restaurante adecuado, consigues precios mucho mejores o eso nos dio la impresión a nosotros.


De camino a Cayo Jutías, pasamos por un pueblo cuyo nombre nos llamó mucho la atención.
Ese pueblo se llama Pons, igual que el apellido mas común en Menorca. Pons es en Menorca un apellido, como puede ser García o Pérez en la península.
Después de casi 2 horas de camino, en el que hay bastantes tramos en mal estado, llegamos a la playa.
En Cayo Jutías, hay un restaurante llamado El Ranchón en el que comimos bien y a buen precio, pero antes teníamos que encontrar las estrellas de mar.
Cuando llegamos, ya había bastantes familias de cubanos en la playa, cerca del restaurante, muchos con música a tope, su ron, comida etc... Eran bastante escandalosos. Si queréis mas tranquilidad, evitad ir en Sábado o Domingo, esos días, ellos también van a disfrutar de las aguas del cayo.
Nosotros fuimos en Domingo, en el parking había 4 autobuses de Transtur y bastantes coches, la zona de playa mas cerca del aparcamiento, estaba bastante llena, pero si te alejas de allí, tienes bastantes sitios chulos que descubrir.
Según leí en algunos blogs o no sé donde, las estrellas estaban en la parte derecha de la playa, caminando un buen tramo, pasando por los manglares.
Nos fuimos hacía esa parte de la playa, poco a poco nos fuimos alejando de la muchedumbre, pasamos por playitas y manglares, pero nada de estrellas.
Decidimos no seguir mas lejos, nos quedamos en una playita para nosotros solos, hasta la hora de comer.


Disfrutamos de nuestra playita "privada".

Hicimos un poco de snorkel, habíamos traído nuestras gafa desde España, vimos pocos peces, en general todo es arena y un poco de algas.


Algunas familias, prefieren ir a sitios del cayo sin tanta gente y literalmente llegan en choche hasta la arena



Por lo que vimos, dejan bastante basura en los sitios donde quedan a comer y beber(latas de cervezas, bolsas, restos de comida)No vi una cultura de llevarse todo a casa después de la "fiesta".
Se lo comenté al taxista de vuelta a Viñales, me comentó que luego alguien recoge las latas, que luego vende, espero que sea verdad, por que vi algunas cosas que me parecieron una lástima si nadie lo recoge.

Al llegar a Viñales, Ariel y Sonia nos preguntaron que tal el día, a lo que respondimos que muy bien, pero que teníamos una espinita clavada, al no haber encontrado la playa de las estrellas, ellos se sorprendieron y me dijeron, que si había una playa con estrellas, que era muy fácil de ir, del restaurante el Ranchón, mirando hacía el mar, tenías que ir hacía la izquierda.
Vaya, la información que tenía de internet, era que tenía que ir hacía la derecha , menuda pena, las niñas casi me matan vaya chasco, no pregunté a nadie de la casa.
En la playa si preguntamos a varias personas, pero nadie supo decirnos, incluso se sorprendieron con la pregunta, no conocían que hubiera una playa con estrellas.
Otros a los que preguntamos, mientras comíamos en El Ranchón, nos dijeron que ahora no era época, que en verano si se acercaban, pero que en invierno se iban lejos y no se veían. No insistimos mas y dimos por supuesto que aquella no eran los meses adecuados para verlas.

Otra vez, ya tenemos excusa para volver a Cuba tendremos que ver las dichosas estrellas en otra ocasión.
Mañana sería otro día, teníamos que irnos de Viñales con un sabor agridulce, al no poder ver las estrellas, todo lo demás, nos había gustado bastante.

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