Nambots (Namibia Y Botswana) ✏️ Blogs de Africa Sur

Esta noche hemos pasado un frio increíble. Ya cuando nos metimos en la tienda hacia mucho frio pero durante la noche empezó a bajar y cuando nos despertábamos el coche marcaba 4 grados fuera. La tienda de campaña encima tiene aislamiento cero. Con dos mantas gordas echadas por encima y al menos al ser pequeña la tienda estábamos apretados. Lo peor ha sido desmontar la tienda y guardar las cosas. Las manos ni las sentía. Vaya cambio de temperatura entre la noche y el día.

A las 7:15 estábamos aun así esperando en la puerta a que abriesen mientras nos comíamos nuestras magdalenas y galletas de desayuno. A los quince minutos de conducir hemos llegado a la primera charca. No han pasado ni cinco minutos y a lo lejos se ha empezado a ver como se acercaba una leona, detrás de esta otra y así cuatro leonas. Se han acercado a beber agua, han jugado entre ellas se han tumbado y a la media hora se han ido, una escena preciosa. Tras ver que se quedaba la charca desangelada hemos seguido a un camión de los de safari pagado y hemos dado con otro grupo de leones, estos más lejos, que se desplazaban por la maleza.



La siguiente charca hemos parado un rato y estaba el club de las cebras y el club de los ñus. Aquí van los herbívoros en manada, beben unos, terminan y entran otros, al rato ha entrado el club jirafa. Se ven avestruces y algún pájaro que otro interesante. De camino a otra charca nos hemos encontrado de frente con un elefante. Cuando te los encuentras en medio del camino no les gusta nada y si avanzas hacia el comienza a mover la cabeza y ya te puedes estar quieto o tirar para atrás. Tras un rato comiendo de los arboles ha despejado el camino y hemos seguido.



Etosha por lo que veo se centra mucho en las charcas. En el Kruger no había tanta necesidad de ir de charca en charca si no que ibas por caminos lentamente. En el Kruger al haber rio no hace falta las charcas pues lo animales ya tienen agua. Aquí en cambio toda la vida se concentra en ellas. Las cebras, los ñus y las jirafas son un básico, luego te sorprenden elefantes, kudus, avestruces o chacales. Hemos estado por las charcas hasta las 12:30 que hemos vuelto para el campamento. Por el camino nos hemos encontrado un pájaro que llaman "Secretario" que es toda una rareza. Parece medio pavo y medio águila, única en su familia y en su especie.




Ya en el campamento hemos comprado algunas cosas a precio desorbitado. Los precios en los campamentos, tanto en el restaurante como en las mini tiendas que hay son un auténtico abuso, así que hay que ir bien abastecidos. Hemos comido con unas cervezas delante de la charca, la situación es idílica. Cuando eran ya las tres y estábamos a punto de irnos, ha aparecido un rinoceronte negro, tan tranquilamente a beber. Justo por la derecha nuestra, andando con una tranquilidad pasmosa. Ha estado en la charca una hora y media y hasta lo hemos podido ver comer de los matorrales que hay pegado al muro a escaso un metro de nosotros. Un animal tan grande genera respeto, más cuando te separa un murete de piedra. El respeto que genera se rompe cuando cada dos por tres se casca un señor pedo. La gente guardando un silencio sepulcral, solo se escucha el masticar del rinoceronte y de repente zasca, un pedo sonoro, largo y mantenido. Es imposible no reírse. Lo más sorprendente es la frecuencia con la que lo hace, conforme anda se va tirando pedos mientras los ventila con la colita, el pobre se lo tendría que mirar. Bromas aparte, es un encuentro brutal. Poder verlo a plena luz del día una suerte que no sucede con la misma frecuencia con la que aparecen por la noche.




Con la alegría del rinoceronte pedorro hemos cogido el coche para pasarnos por un par de charcas antes del atardecer, en este caso no ha habido tanta suerte y nos hemos comido los animales del pack: Cebra, ñus, jirafas e impalas.

Ya atardeciendo hemos vuelto para ducharnos y hacer una barbacoa para cenar más carne, solo hay carne... Cenando se nos ha acercado un chacal que se cuela en el campamento. Está todo lleno de carteles de que los chacales son transmisores de rabia y que no nos acerquemos pero el perro al oler comida prueba a acercarse. Al final se ha llevado restos de salchicha que se los hemos dejado en la parcela de al lado.

Antes de que caiga el frio hemos visto un rato los rinocerontes de la charca y poco más. Noche fría me parece que nos toca.

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Hoy la noche la hemos pasado con algo menos de frio y ambientados con un león que ha estado rugiendo bastante cerca del campamento. Esto nos sirve de preludio a Botswana porque aquí hay vallado pero allí es libre 100%.

Poco a poco vamos optimizando el tiempo que tardamos en recoger todo y hoy hemos podido desayunar mientras esperábamos un buen rato a que abriesen las puertas. Lo bueno de Okaukuejo es que puedes ver por el móvil si en la charca del campamento hay algo o no, así que ni te molestas en acercarte si ves que no hay movimiento.

Hemos empezado la ruta pasando por la primera charca que hay camino al siguiente campamento, poca suerte la verdad. Estaba el club cebra y el club impala, poco más. Viendo el pampaneo hemos tirado hacia Halali.

De Okaukuejo a Halali cambia bastante el parque. En Okaukuejo es más llanura sin vegetación y uno va de charca en charca. Según te acercas a Halali hay ya torrentes de agua naturales por lo que en este aspecto se parece más al Kruger. Hay bastante más vegetación y es algo más montañoso. Hacia el norte van saliendo miradores a la llanura de sal que hay en el norte del parque y hemos ido cogiendo desvíos para hacer lo que llaman "detour".

En el primer desvío, mientras veíamos una manada de búbalos, se nos han cruzado dos hienas marchando rápidas juntas.




En la primera charca que hemos pasado no hemos visto más que patos, y lo mismo con la segunda. Tras pasar por la segunda, Rietfontain, nos hemos cruzado un pájaro secretario tan elegante y, tras coger un desvío, hay un "detour" que llaman Rhino drive en el que nos hemos llevado una alegría. Tras pasar cerca de unos elefantes nos hemos fijado en que había algo en los matorrales. Efectivamente un leopardo se escondía en el matorral con un impala en la boca. Iba arrastrándolo por lo que andaba repantingado y hemos estado un rato intentando seguirlo entre los matorrales. Se ha dejado ver, no en todo su esplendor pero el encuentro ha sido emocionante. En los safaris siempre su busca ver los 5 grandes. Elefante, león, Rinoceronte, leopardo y búfalo. En Etosha no hay búfalos así que los 4 ya están vistos. No ha dado para foto pero sale en el video del viaje que he puesto en la etapa de preparación.

Tras el leopardo nos hemos comido una hora de camino rodeado de acacias en donde uno va con la esperanza de ver leopardos pero no hemos visto nada de nada. El camino terminaba en una charca preciosa que se llama Goas. Aquí un pájaro secretario se ha dejado ver de todas las maneras. Un águila, y los personajes de siempre yendo y viniendo a beber. La charca la verdad que es preciosa. A diferencia de las de la zona de Okaukuejo estas son naturales y mucho más fotogénicas.



Después de una hora larga viendo la vida, a las 13 hemos ido a hacer el check in al camping de Halali. El camping este chulo, es más auténtico que el de Okaukuejo, aun manteniendo el estilo. Este camping tiene también un mirador a una charca así que hemos pillado unas cerves, unos sándwiches y hemos pasado un par de horas comiendo y viendo la vida que se acumulaba.

En esta charca lo espectacular son una especie de pájaros tipo pinzón que hay a miles, el quelea común. Están todos posados en los matorrales y van y vienen a la charca siempre y cuando no haya azores volando. La dinámica es fácil. No hay azores, los pájaros se abalanzan formando unas siluetas en el aire preciosas, son tantísimo que se escucha el aleto de todos a la vez y el olor que inunda todo es el de pájaro. Mientras inundan la charca se acercan los azores y se lanzan en picado a la vez que los pájaros vuelven corriendo a los matorrales. Algún pájaro hay que cae al agua y los azores lo pillan. La defensa de los pájaros es la misma que la de los bancos de peces, ir todos juntos y que sea lo que dios quiera. Las dos horas que hemos estado han sido pájaros y azores pero estaba tan entretenido que sin duda es para recordar. Quién diría que un encuentro con pájaros puede estar a la altura que un encuentro con un rinoceronte blanco a escaso un metro. En el video se puede ver lo espectacular del momento.



A las 15 hemos vuelto al coche y hemos ido a la charca en la que esta mañana no habíamos visto nada, Rietfontain. Al llegar había un grupito de elefantes y a los 20 minutos a lo lejos se han empezado a ver una barbaridad de elefantes que han terminado llegando a la charca en procesión. Un elefante encabezaba la manda e iba espantando cebras e impalas, en el medio iba el resto de elefantes con varias crías y más rezagados otros elefantes grandes. Más de 30 elefantes han llegado de golpe y han dado el espectáculo. Se han metido al agua, se han peleado, se han tumbado, alguno incluso se tumbaba dentro del agua y sacaba solo la trompa. Las crías eran lo mejor. Iban corriendo de un lado para otro siempre entre las patas de los demás elefante. Muchos se bañaban enteros y luego se iban a un arenal que había cerca y se tiraban tierra hasta quedar embadurnados. De vez en cuando el viento soplaba hacia nosotros y se montaba una peste fina. Después de una hora y media, poco a poco se han ido yendo todos en grupo. Muy espectacular





Ya las 17 hemos vuelto para el camping para ver el atardecer. El atardecer ha sido especialmente precioso. Seguían los pájaros con su pilla pilla con los azores, lo bonito ha sido que al ponerse el sol y retirarse los azores, lo pájaros han visto vía libre y miles, pero miles de pájaros han echado el vuelo y han inundado la charca de una lado para otro. Eso junto con los colores del atardecer, el ruido del aleteo, el constante piar han hecho un atardecer de los más impactantes. La verdad que está reñida la cosa con la charca de Okaukuejo, aun así los rinocerontes ganan por goleada.

Ya de noche y duchados, nos hemos hecho una barbacoa que, a pesar de haber conseguido unas brasas espectaculares, la carne que hemos hecho sabia fatal. Se supone que es de ternera pero aquí lo especian todo con algo que le da un sabor fortísimo, al final las salchichas para los chacales y nosotros un par de sándwiches, tostados eso sí. Tras cenar hemos vuelto a pasar por la charca en la que hemos visto una hiena y un grupo de 10 chacales que no dejaban a la pobre hiena beber en paz. Al rato se han juntado dos rinocerontes, uno de ellos estaba ahí todo el rato y creíamos que era una piedra hasta que se ha movido mosqueado al llegar el otro rinoceronte

Hoy la noche parece mucho menos fría a ver si no nos quedamos pajarito.

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Hemos empezado el día yendo a la charca del campamento antes de que abrieran las puertas. La charca estaba preciosa, el mismo espectáculo de los pájaros que ayer tarde pero ahora amaneciendo. Es hipnótico.

A las 7:30 hemos salido del campamento y hemos ido primero a la charca de Rietfontain. Por el camino hemos encontrado un coche parado que nos ha indicado un león macho que justo andaba a uno 20 metros del camino entre los arbustos mientras rugía.

En la charca hemos visto nada y menos y hemos intentado probar suerte donde ayer vimos el leopardo. Hemos visto lo mismo que en la charca... impalas.

Volviendo de la charca nos hemos encontrado un coche parado y en este caso nos ha señalado dos leonas que andaban relativamente cerca de nosotros. Las hemos estado siguiendo y a los 20 metros se han tumbado. Habremos estado casi una hora viendo a las leones esperando a ver si hacían algo. Pueden tirarse tumbadas horas, así que seguimos camino.

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De camino al campamento de hoy, "Namutoni", hemos parado en otra charca en la que estuvimos ayer, "Goas". Es una charca natural de las más fotogénicas y esta mañana la hemos encontrado repleta de cebras, fácil un centenar. Ahí hemos echado otra hora viendo a las cebras hacer cosas de cebra. Se pelean, las crías maman, otras se revuelcan, otras echan a correr de golpe y un 50% de las cebras te miran fijamente.


De Goas ya hemos iniciado el trayecto hasta Namutoni. La zona de Namutoni, se parece más a la de Okuakuejo pero quizá con más acacias. Se ve la llanura salina a la izquierda y el resto es casi llano. De camino a la primera charca hemos visto varios pájaros interesantes, una familia de avestruces que iba mama o papa al frente, 8 avestruces jóvenes en fila india en el medio y el otro padre al final. Al pasar por delante de nosotros se bufan y parece que lleven un vestido.




La primera charca que hemos visto ha sido más cebras y antílopes, ahí ya nos hemos echado una cerveza mientras comíamos unas patatas. La siguiente charca ha estado más bonita, Chudop. Elefantes, impalas (Como no) kudus y demás fauna típica. Aquí vuelven a encontrarse bastante jirafas, que en la zona e Halali no había.

A las 13 hemos llegado a Namutoni. El campamento es el más antiguo, se basa en una antigua base militar alemana, aun así la zona de camping esta con césped y tiene su encanto. Tiene una charca pero es cutrísima y no merece la pena.

Hemos comido en una zona de césped y tras echarnos otra cerve hemos vuelto a pasarnos por las charcas. Al lado de Namutoni hay una charca en la que dicen que es más probable ver leopardos y una especie antílope muy curioso que se llama dikdik. Es de los antílopes más pequeños y un poco el atractivo de esta zona. Del leopardo no hemos visto ni rastro pero del dikdik, cuando ya habíamos perdido la esperanza y haciendo ya la última vuelta por la zona, hemos visto una pareja de golpe en la carretera. Lo bonito de la zona además es el número de jirafas que hay. Se asustan cuando apareces con el coche y hemos llegado a ir a 35 por hora rodeados de jirafas corriendo al lado nuestra y al frente a la misma velocidad, no veas como le tiran las jirafas.



Ya con el atardecer hemos vuelto al campamento. Hoy hemos intentado comer barbacoa pero ha vuelto a ser un fracaso absoluto, no sé qué le echan a la carne pero nos sabe fatal, muy muy fuerte. Para cuando nos hemos percatado del fracaso el restaurante estaba cerrado. Hemos cenado patatas fritas y unos plátanos. A lo de la comida le tenemos que dar una vuelta de cara a Botswana. Llevamos hornillo así que creo que vamos a empezar a hacernos pasta.

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