![]() ![]() India, entre naturaleza y cultura ✏️ Blogs de India
21 días recorriendo parte de la india. Contrastando el choque cultural de las ciudades con la naturaleza pura de Himalayas o los parques nacionales. Recorrido: Amritsar, Wagah Border, Jaipur, Parque Nacional de Rathambore, Parque Nacional de Keoladeo, Agra, Nueva Delhi, Haridwar, Rishikesh, Trek Deoriatal - Chandrasilla y Varanasi.Autor: Daniorte Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (23 Votos) Índice del Diario: India, entre naturaleza y cultura
01: Preparación
02: Día 1: Amritsar - Wagah Border
03: Día 2: Amritsar. El templo dorado.
04: Día 3: Jaipur. La ciudad de los leopardos y los fuertes.
05: Día 4: Primer safari en Rathambore
06: Día 5: El encuentro con el Tigre
07: Día 6: Nuevo encuentro con tigres
08: Día 7: Parque nacional de Keoladeo
09: Día 8: Agra. Alrededores del Taj Mahal
10: Día 9: Taj Mahal y ramadán en Nueva Delhi
11: Día 10: Nueva Delhi. Mezcla de religiones.
12: Día 11: La ciudad sagrada de Haridwar
13: Día 12: Rishikesh. La india europeizada
14: Día 13: Llegada a Himalayas
15: Día 14: Trekking Sari - Deoriatal - Chopta
16: Día 15: Subida al Chandrashila
17: Día 16: Vuelta a Delhi y descanso
18: Día 17: Paseo por Delhi
19: Día 18: Varanasi. Pura India
20: Día 19: Varanasi. De templos y un atropello
21: Día 20: Varanasi. Los Budas de Sarnath.
22: Día 21: Despedida y REFLEXIONES
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Etapas 16 a 18, total 22
La noche ha sido muy fría pero como caigo rendido del cansancio he dormido bastante bien. Hoy he madrugado el día que más. A las 4 me ha sonado el despertador, aun he dormido más de 7 horas. Total, poco había que hacer aquí cuando no hay luz.
Con muchísimo frío me he cambiado y me he puesto las mallas térmicas y el abrigo. Curiosamente hacía más frío dentro de la tienda que fuera. El cielo estaba totalmente despejado y no había ni un alma. Para mi madrugar es un privilegio. Es un esfuerzo que compensa con creces el poder ver las cosas sin gente. Y así ha sido. A lo indios no les gusta nada madrugar en esta zona. No estaban ni los que cobran el permiso de entrada al parque. La ruta en principio era un poco incógnita. Son 8 kilómetros de ida y vuelta con 800 metros de desnivel que sube hasta la cima del Chandrashila, a unos 3700 metros, pasando antes por el templo de Tungath, el templo más alto del mundo dedicado a Shiva. La cuestión es que no sabía qué condiciones me iba a encontrar. Desde que llegué se veía el pico totalmente nevado y la nevada de ayer no creo que ayudara. El camino hasta el templo está totalmente empedrado así que imagino que al templo llego seguro. He comenzado la subida con el frontal. La luna llena permitía incluso ver los picos nevados que me rodeaban. Según iba subiendo se veían ojitos brillar que, fijándome mucho, eran búhos. Por lo menos 3 búhos me he encontrado, o el mismo búho todo el rato. El momento gracioso ha sido cuando he visto unos ojitos brillar, me creía que sería un búho y de repente los ojitos han empezado a moverse corriendo hacia a mí. Reconozco que he apretado el culo. En esta zona podría llegar a haber leopardos y por un segundo me he visto apurado, porque los zorros no corren hacia las personas. Al momento ha resultado ser un perrito que ha venido corriendo a mí y solo quería amor. Le he acariciado un rato y me ha acompañado una hora de subida. Al kilómetro y medio ha empezado a haber nieve en los lados pero lo peor ha sido que el camino empedrado era todo hielo. Detrás de mí, a lo lejos me seguía, un grupo de 4 personas por las linternas que se veían. ![]() El hielo es mega traicionero pero con la linterna brilla así que poco a poco he ido subiendo. Llegando al templo hay una serie de barandas para apoyarte que lo hacen más fácil, aun así hay momentos que son bastantes comprometidos y que me he tenido que poner a cuatro patas viendo que me pegaba la leche y me caía loma abajo. Casi llegando al templo ya era de día y las vistas ha sido un escándalo de bonitas. Todo nevado, con cuervos, una especie de perdices y ni un alma. El hielo ha dejado paso a la nieve y andar se hacía mil veces más fácil. Por fin he llegado al templo y, aunque estaba cerrado, la vista desde fuera es curiosa. En los aledaños del templo hay una serie de casitas que parece como si fuera un pequeña aldea. En la puerta del templo hay un cartel que indica la subida a la cima. Solo hay un kilómetro hasta la cima y 200 metros de desnivel. La cima se ve tan cerca que no intentarlo se me clavaba en el alma. Yo he echado andar con la idea de que mientras pueda volver sigo andando. Me he agenciando un palo de bambú que había en la puerta del templo y sin miedo para arriba. ![]() ![]() ![]() Ha sido una subida con un toque de insensatez pero a la vez muy épica. He ido subiendo clavando el palo de bambú como si fuera un improvisado piolet. Pasito a pasito zigzagueando, he llegado a prácticamente 200 metros de la cima, abriendo huella, totalmente sol, con los himalayas a mis espaldas y el sol empezando a asomar en la cima. Momentazo. En ese momento detrás de mí en el templo se veía el grupo de indios, a la altura del templo, que se proponían también subir, los tíos llevaban una bandera de Hanuman naranja enorme. Tremendos. Los últimos 200 metros han sido los más complicados. Como veía que si me caía terminaba en una loma segura, he ido clavando el bambú en la nieve para poder avanzar sin deslizarme consiguiendo llegar penósamente a la cima. Sin el palo de bambú hubiera sido imposible. Ni sentía el frío de la emoción. La cima tiene un templo dedicado a uno de los dioses, ya que se considera un pico sagrado. Ha sido llegar a la cima y darme el sol en la cara. Desde la cima la vista es 360 grados viéndose todos los himalayas, incluido el techo de la India, el Nanda Devi. La alegría de subir compensa el sacrificio de llegar hasta allí. He buscado una piedra y me he sentado al sol. Ahí es cuando me he dado cuenta del frío que hacía y me he puesto lo que me quedaba de ropa para no destemplarme, el sol calentaba lo suficiente como para poder estar. Me he quitado las zapatillas, que las llevaba saturadas de nieve, y me he comido mi barrita energética con mi litro de zumo de naranja que me compré ayer. A los 20 minutos me veo que por detrás aparece un indio. Más feliz que nadie se ha acercado a mí y me ha dado un abrazo. El tio iba en zapatillas SIN calcetines, en vaqueros y sin abrigo. El resto de sus amigos, por lo que he entendido, se han quedado en el templo y no han subido. El chaval no hablaba mucho inglés y solo repetía "For you and me, only for you and me". Lo que yo decía, el privilegio de madrugar. Viendo que no llevaba ni mochila le he ofrecido agua y le he dado una chocolatina que tenía. Con la felicidad hemos estado echándonos fotos y al rato, viendo que empezaba a tener mucho frío, le he dicho de bajar. ![]() ![]() ![]() La bajada ha sido lo mejor. Solamente había que ponerse de culo y empezar a deslizarse. Tampoco me podía flipar y tenía que ir clavando el palo para frenarme, me veía que cogía una velocidad y terminaba despeñado. En 15 minutos hemos llegado al templo donde nos hemos encontrado con sus amigos y, a 3000 y pico metros lleno de nieve hasta las cejas de la bajada, nos hemos dado los Instagram. Uno de los chicos me ha dicho que era la tercera ve que venía y que nunca lo había visto así, que en abril no suele haber tanta nieve. ![]() ![]() La bajada por el camino empedrado ha sido lo peor. El kilómetro de hielo era una pista de patinaje. Se juntaba con que la gente subía en masa al templo y te veías de cada ostia. También hay que decir que yo me he pegado tres culazos importantes. Mucho he dicho que los indios pueden llegar a ser intensos y maleducados, desde nuestro contexto, pero en la montaña yo creo que impera el espíritu de compañerismo que hacía que muchos me preguntasen y hasta me ayudaran a bajar mientras ellos se ayudaban a subir. Ha sido una bajada muy chula hablando con bastantes indios que preguntaban por cómo estaba la subida. Todos me preguntaban que a qué hora había empezado, cuando les decía que a las 4:30 yo creo que no lo entendían, como lo de pedir arroz sin Dahl. Un chaval me ha preguntado que si con unas crocs que llevaba podría subir a la cima. Aún tiene narices a subir el amigo. ![]() Ya pasada la zona de hielo ha quedado una bajada muy bonita pero a contracorriente de una cantidad de indios tremenda. Al pasar por el puesto donde se pagan los permisos el guardia me ha empezado a decir cosas, aún quería que pagara el tio, que hubiera madrugado, me he hecho el loco y he seguido. De todos modos el permiso que pague antes de ayer creo que sigue siendo válido. Finalizada la ruta voy hacia mi tienda, recojo mi mochila, me cambió la ropa mojada y me despido del hombre. Subo al pueblo a ver si puedo conseguir llegar a Ukhimath, para de ahí llegar a Rudraprayagh y de ahí a Rishikesh o Haridwar. He llegado donde estaban los jeeps a las 10:30. He preguntado y me querían cobrar 2000 rupias por el jeep solo. Mas del doble de lo que me costó venir. Les digo que compartido y me dicen que 300 rupias pero que puede que estemos esperando más de 3 horas porque la gente acaba de empezar a subir. Me quedo un rato mareando por el pueblo y un buen hombre me pregunta. Me dice que me están pidiendo de más, que lo justo sería 1000 rupias pero que no tengo más opciones porque aquí no hay taxis pequeños. Me ha dicho que en Ukhimath voy a tener el mismo problema porque solo hay un bus que sale a primera hora de la mañana, que intente ir hasta Rudraprayagh. Viendo el panorama tengo varias opciones: Esperarme a que se llene el jeep: eso me condena a no llegar a Rishikesh y tener que buscar alojamiento en un pueblo perdido a medio camino. Hacer autostop: he intentado preguntando a 4 coches que bajaban pero han pasado de mi cara, puedo echar la mañana intentándolo y ahora mismo la gran mayoría de coches están llegando, son pocos los que se van. Quedarme un noche más e intentarlo mañana: estaría en las mismas porque no hay taxis y menos a primera hora y con poco no llegaria al primer bus desde Ukhimath. Total he vuelto a la zona del jeep y le he preguntado que cuánto me cuesta ir a Rudraprayagh. Al final me han sacado 50€. Me están timando pero es que no me queda otra. Perdería dinero si me quedo aquí también porque dormir me ha costado 20€, y si tuviera todo el tiempo del mundo pues tiraría del autostop, de viaje cuanto más tiempo tienes menos tienes que gastar. Si yo pretendo llegar hoy a Rishikesh tiempo es lo que no tengo. Con todo mi pesar les he dicho que sí. Si hay alguna posibilidad de llegar hoy a Rishikesh o Haridwar pasa por ahí. El camino hasta Ukhimath es tremendo. Son todo curvas con muchísimos desprendimientos. Al punto de que nos hemos topado con uno y hemos estado media hora parados mientras quitaban una piedra gorda en medio del camino con una excavadora. He llegado a Rudraprayagh a las 13:30. El chico me ha dejado donde pasan los buses. Nada más bajarme ha parado un jeep, le he dicho Rishikesh y para adentro por 7 euros. Vaya tortura de viaje el jeep. Han sido 4 horas y media sentado en la parte de atrás, apretado con un paisano y la música de Bollywood sonando las 4 horas y media al máximo. Ni Guantánamo. Me he puesto mis podcast y algo he amortiguado. La llegada a Rishikesh ha sido un atasco enorme hasta que nos ha dejado en la estación. Eran las 18 y le he preguntado a un tuktuk y por 9 euros me ha llevado a Haridwar con un tráfico infernal. La India es la antítesis de la calidad de vida. Es el icono de la superpoblación. No cabe ni un coche más. Al final me ha costado 67€ euros llegar a Haridwar desde Chopta. Ni tan mal. Si no fuera por el tramo de Chopta a Rudraprayagh me habría salido como a la ida, poco más de 15€. En Haridwar he pillado un hotel algo más decente que el de la última vez pero aun así muy lejos de los estándares europeos. Bastante sucio, lo de la limpieza lo llevan mal está gente. He buscado una pizzería y con la barriga llena he caído muerto. Etapas 16 a 18, total 22
El día de hoy y de mañana me los había dejado como colchón por si fallaba algo del trekking y no llegaba a tiempo. Tanto hoy como mañana son dos días tranquilos.
He cogido el tren para Delhi a las 6:30 y a las 11:30 he llegado a Delhi. El alojamiento de hoy lo cogí cerca del aeropuerto. Para llegar he tenido que coger el metro de Delhi. El metro es algo como que no pega con la India. Cuando entras te sientes totalmente en Europa. Es un metro como el que puede haber en cualquier ciudad europea tipo Madrid, París o Londres. Contrasta mucho el caos y la miseria de la superficie con el orden y lo limpio que está el metro. La verdad que funciona perfecto. He llegado a la parada que me correspondía y con un tuk tuk a las 13:00 por fin he llegado al alojamiento. Menos mal que este alojamiento está de lujo (The Stay Cube). Lo lleva un indio con pasta. Me ha estado contando que veranea en Málaga y que tiene también apartamentos en Lituania, al menos se nota en que el alojamiento tiene comodidades europeas. Tele con Netflix, las sábanas huelen limpias, jabón y champú, sofá... el tío me ha animado incluso a pedir una pizza a domicilio y con el hambre que tenía he visto el cielo abierto. Me he comido mi pizza tan tranquilo en mi habitación mientras veía YouTube. Qué maravilla después de dos semanas. Eso sí, la pizza picaba. Además he aprovechado para darles la ropa sucia y reiniciar la mochila. A las 16:00, ya duchado y comido, me he pillado un tuktuk para el metro y he echado la tarde viendo alguna cosa de Delhi que me quedaba. Un templo Sij, en donde me he tirado un buen rato disfrutando de lo tranquilo del sitio, con sus cánticos y su olor a rosa. Luego me he acercado otra vez a la vieja Delhi a andarla. En Delhi es donde más miseria he visto yo de lejos. En Etiopía por ejemplo uno ve pobreza pero no la miseria de aquí. Cada dos por tres hay alguien tirado en el suelo que uno duda si duerme, está muerto o drogado. Llegan a dormir en las medianas de la carretera e incluso entre perros. Se ve, hombres y mujeres, amputados e incluso niños ciegos pidiendo, muchas veces duermen en grupos en medio de la acera o la carretera y los esquivan los tuktuk como si nada. Esto sería impensable en España, alguien llamaría a una ambulancia si hay alguien tirado en la carretera. Aquí mientras la gente va y viene en una locura tal que podrían estar pasando al lado de alguien muerto y nadie se percataría. Hasta tal punto que me he fijado en un periódico del metro y es que tienen una sección de reconocimiento de muertos. Tremendo. Si consigues separar la miseria de lo bonito te vas encontrando con escenas chulísimas. Los puestos de dulces. Los de tela o especias. Los niños y los bebes con los ojos pintados. Hay muchos detalles en los que fijarse y en cada esquina te llevas una sorpresa que no entiendes. Aun así es difícil separar lo bonito de la miseria cuando esta todo mezclado, como si fuera arroz con leche. ![]() ![]() ![]() He recorrido la vía principal hasta una mezquita donde los musulmanes esperaban el ramadán y, curiosamente, a la puerta de la mezquitas los indios vendían dulces. Luego buscando nuevamente el metro y he pasado por un parque donde jugaban al criquet. He intentado meterme al parque pero solo en la entrada habría 20 persona tiradas, muchas de ellas yo creo que drogadísimas de lo que supongo que era pegamento, porque tenían muchas una bolsa negra que se llevaban a la cara. Me he dado media vuelta y atravesando el mercado de fruta he llegado al metro y vuelta al alojamiento. Me he vuelto a duchar y una pizza que me he cascado, picaba pero poco. He terminado viendo dos capitulitos de The Last Of Us en la cama tan ricamente Etapas 16 a 18, total 22
Hoy día muy tranquilo en Delhi. Me he despertado sin ninguna prisa y a las 9 he desayunado en la habitación mi tortilla con tostadas. Con lo mal que estaba comiendo en la parte de Himalayas un desayuno así sabe el doble de bien.
He mirado en internet que me quedaba por ver y me he ido para el metro. Lo primero que he visitado ha sido la tumba de Safdarjungh. Eran las 10:30 y no había prácticamente nadie. Me reafirmo con que los indios no les gusta madrugar. La tumba, a pesar de ser pequeña es bastante bonita, junto el ambiente que la rodea, sus fuentes, sus pavos reales y demás. Nuevamente, como en Jaipur, lo que falta es conservación. Tienen aquello como un palomar. Cero cuidado. Es que hasta del propio monumento crecen aboles y se ve como las raíces lo están reventando. Es la típica escena distópica en donde la humanidad desapareció hace 50 años y la vegetación se lo come todo. La decadencia es fotogénica pero una cosa que esté bien. ![]() ![]() De la tumba me pillaba al lado los jardines de Lodi. Son casi las 12:00 y está cascando más de 35 grados seguros. Los jardines hay que reconocer que están preciosos. Se ven muchas aves y dentro hay nuevamente varias tumbas con la arquitectura típica persa. Otra vez la conservación es nula y te ves monumentos del siglo XV lleno de pintadas. ![]() ![]() ![]() ![]() He estado en los jardines hasta las 14:00 y viendo el caloruzo que hacía he picado algo de un puesto decente en la sombra y me he metido a un Starbucks a pasar el calor. Fácil hacía 40 grados. Y hace dos días casi muriendo de hipotermia en Chandrashila. A las 16:00 ya aburrido de marear me he pillado el metro hasta Old Delhi y he estado vagando sin rumbo viendo el caos de las calles hasta que ha atardecido. ´ Me despido de Delhi. Tiene cosas muy bonitas, la vida es puro caos, la mezcla de religiones hinduistas, jainistas, sijs y musulmanes es increíble. Lo malo que no lo suficiente como para hacer sombra a la miseria que campa a sus anchas. A mí por lo menos una escena de miseria tan dantesca como un niño ciego pidiendo, o gente en la calle que no sabes si están vivas o muertas me impacta más que cualquier monumento o ritual religioso. Mañana vuelo a Varanasi. Recta final del viaje. Etapas 16 a 18, total 22
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