Antes de empezar quiero decir, que mientras estaba seleccionando las fotos de esta etapa, me he enterado del ataque terrorista que ha sufrido hoy (23-11-14) un autobús, al norte del país, en la frontera con Somalia, en el que han fallecido 28 personas, por el grave delito de no ser musulmanes.
Esto me deja un poco conmocionado, porque el viaje aún lo tenemos muy reciente y a Kenia aún la llevamos en el corazón.
Que cada uno saque sus conclusiones, pero por este camino, creo que vamos mal.
* ***** *
Samburu
día 25
El segundo día en Samburu lo empezamos después de desayunar, a la hora que nos marcó el guía: las 7,30.
Y vimos muchos animales, de las mismas especies que ya conocíamos, pero muchos. Las únicas novedades fueron las aves y los orix y poco mas. Por cierto hay muchos y variados pájaros.
El primero en estrenarse fue este precioso pájaro azul, que cuando encuentre su nombre lo pondré en el pié de foto.
Luego encontramos esta preciosa rapaz
Y jirafas, muchas jirafas
Poco después paramos para hacerle una foto a este hormiguero, asentado en la base de un precioso árbol florecido.
Y aquí también vimos otras dos variedades de abejaruco. Estos pajarillos son una de mis debilidades.
Y aquí os presento a la mismísima doña Rogelia, o al menos así me lo parece.
Esta hembrita de facóquero, con su retoño, iba teñida del color local, Aquí todo el mundo lleva el mismo maquillaje.
Uno de los muchos nidos de pájaros tejedores.
by adolfocamino, on Flickr
Y este figura, no me digáis que no es simpático..
Y aquí su señora madre.
Este precioso antílope, magníficamente armado.
Y esta curiosa diana que tiene en la retaguardia, supongo que solo es para los fotógrafos
Que bella estampa la de esta gacela
Este precioso pajarito, yo diría que es una rapaz
Y aquí llegamos al punto en que los leones se estaban merendando una cebra. Se la habían acabado y estaban reposando, pero al seleccionar las fotos veo que este cachorro tiene un problemilla. Tiene una mejilla muy hinchada y un ojo cerrado. Puede ser una infección en la boca o un zarpazo por meterse donde no debía, o quizás algo que se había clavado...
Aquí volvemos a tener a la rapaz que nos seguía.
Y aquí otro abejaruco que se dejó hacer fotos.
Hasta que decidió dar una vuelta
Y volvió para acabar la sesión
Y otro de los cachorros que todavía estaba haciendo la digestión.
Los restos de la cebra. Alguien se los comerá. Aquí se aprovecha todo.
El pajarito de ayer, será el mismo?
Y la rapaz que nos sigue.
Otra rapaz. Esto es un no parar.
Otra preciosa jirafa
A la orilla del rio no faltan los cocodrilos tomando el sol.
Siguiendo el río, encontramos en la orilla de enfrente un enorme elefante. Un macho solitario con los colmillos muy batallados.
Después de un rato observándolo se pone en movimiento, para seguir la orilla del rio.
Mientras pasábamos el rato observándolo, se acercó un monito que estaba devorando los frutos de una palmera.
El elefante siguió por la orilla del rio, hasta llegar al punto de cruce, que conocía sobradamente.
Y al llegar a la orilla opuesta, apareció justo donde estábamos nosotros. Se quedó un rato remoloneando, como invitándonos a dejarle pasar. Y mientras el monito, se sentó en primera fila.
por fin, dio un bufido con las orejas abiertas, intentando intimidar, pero salió del río un poco mas arriba y empezó a caminar hacia nosotros. Y así fuimos un rato por el camino. Nosotros delante y el detrás, cada vez mas cerca, Hasta tal punto que llegó un momento que no me entraba en el objetivo. Ahí el guía, prudentemente aceleró y nos separamos, ya que el elefante daba muestras de empezar a enfadarse.
Mas tarde encontramos un grupo de orix. Estos antílopes tienen unos cuernos larguísimos, de mas de un metro.
El siguiente protagonista fue un avestruz que nos dejó bonitas poses.
Es impresionante la pezuña que tiene este animal, mucho mas grande que la cabeza. Las coces deben ser temibles.
Estos estorninos, que los hay por todo el país, a mi me parecieron bellísimos.
Y otra preciosa rapaz, que cuando se cansó de vernos, levantó el vuelo.
Y otra mas…
Y aún otra mas
Este precioso pajarillo cantaba muy bien.
Y al final dimos con una familia de guepardos. La madre y dos cachorros. Serían los mismos del dia anterior? Posiblemente.
Como no se decidían a salir de la sombra, nos fuimos a comer, Eran las 11,30h. Y a esta hora se acaba el safari. O se acaba la jornada laboral del guía. O se acaba el producto que hemos comprado…
Por el camino encontramos un elefante joven.
Cerca del Sopa está la pista de aterrizaje de este resort. Y allí había un único operario pintando la pista.
Esto me recordó al chiste del señor que pintaba la raya de la carretera de Barcelona a Zaragoza y cada día tenía el bote de pintura mas lejos.
En el Sopa comimos en el buffet y después de comer nos dimos un baño en la piscina.
En esta piscina nos encontramos, primero un lagarto bicolor, mimetizado con el entorno. En el Mara era rojos y azul, aquí son azul y del color de la tierra.
Pero con quien disfruté, fue con unas libélulas que se posaban en el borde de la piscina. Me tuve que meter en el agua, con la cámara, para hacer una foto en condiciones.
Después de la comida y el baño nos fuimos a despedirnos de Samburu y lo primero que encontramos fue un numeroso grupo de jirafas
[/url
[url=https://flic.kr/p/q7HqWE]
Al llegar a un charco de agua en el camino, no se lo pensaron. Se pusieron a beber, como si fuera font vella
Y aquí está claro lo que nos dicen: Y vosotros, que miráis?
Los picabueyes, se posan por todas partes
Y de esta jirafa, lo que me llamó la atención fue la cola. Le faltaba la cola.
Pueden ser dos motivos: que los depredadores se la hayan arrancado en algún ataque. Y de hecho, a esta se le ven marcas que pueden ser de garras.
La otra posibilidad es que los nativos se la hayan cortado. Lo hablamos con Mwasi, porque en algún sitio nos ofrecieron pulseras de pelo de jirafa, pero de una forma muy esquiva, escondiendo la mercancía. Además, nos dijeron que si alguien nos preguntaba donde la habíamos comprado, que dijéramos que la habíamos comprado en Tanzania.
Yo le pregunté a que se debía este comportamiento, y si los recogían de las jirafas que se mueren. Y me contestó que no. Que les ponen trampas, donde caen y a veces se rompen las patas, pero en todo caso, una vez en la trampa les cortan la cola y el destino del animal es incierto. Por eso están perseguidos y no las venden libremente.
Gallinas indias
Gerenouk
Este precioso antílope resulta muy gracioso, con ese cuello tan largo.
Y para acabar, otra vez guepardos.
Se metieron en una profunda zanja desde la que pudieron acechar a un grupo de gacelas, pero no se pusieron a tiro, durante el rato que estuvimos con ellos.
A las seis, sin previo aviso e igual que el día anterior, Mwasi arrancó el coche y nos largamos, dejándonos con la insatisfacción de días anteriores. A estas alturas ya tenemos claro, que va a ser el comportamiento diario.
Alguno me podrá decir, que después de días como hoy, de que me quejo.
Y no, no me quejo, porque realmente hemos visto muchos animales. Pero es inevitable esa sensación de haber visitado un parque temático. Con mucha fauna, eso si. Pero sujetos a un recorrido, a unos caminos marcados. Y esto hace mas difícil el poder compartir con los animales los momentos de acción.
Siempre queda, el inevitable recuerdo, de la libertad absoluta de la que disfrutamos en el del Mara.
Con todo, este día fué el primero que mereció la pena, de los que llevábamos viajando con Masaikio. Fué el primero en el que el dinero que cuesta cada día, considero que estuvo bien empleado.
[size=18][/size][/align][/align] Esto me deja un poco conmocionado, porque el viaje aún lo tenemos muy reciente y a Kenia aún la llevamos en el corazón.
Que cada uno saque sus conclusiones, pero por este camino, creo que vamos mal.
* ***** *
Samburu
día 25
El segundo día en Samburu lo empezamos después de desayunar, a la hora que nos marcó el guía: las 7,30.
Y vimos muchos animales, de las mismas especies que ya conocíamos, pero muchos. Las únicas novedades fueron las aves y los orix y poco mas. Por cierto hay muchos y variados pájaros.
El primero en estrenarse fue este precioso pájaro azul, que cuando encuentre su nombre lo pondré en el pié de foto.
Luego encontramos esta preciosa rapaz
Y jirafas, muchas jirafas
Poco después paramos para hacerle una foto a este hormiguero, asentado en la base de un precioso árbol florecido.
Y aquí también vimos otras dos variedades de abejaruco. Estos pajarillos son una de mis debilidades.
Y aquí os presento a la mismísima doña Rogelia, o al menos así me lo parece.
Esta hembrita de facóquero, con su retoño, iba teñida del color local, Aquí todo el mundo lleva el mismo maquillaje.
Uno de los muchos nidos de pájaros tejedores.
by adolfocamino, on Flickr
Y este figura, no me digáis que no es simpático..
Y aquí su señora madre.
Este precioso antílope, magníficamente armado.
Y esta curiosa diana que tiene en la retaguardia, supongo que solo es para los fotógrafos
Que bella estampa la de esta gacela
Este precioso pajarito, yo diría que es una rapaz
Y aquí llegamos al punto en que los leones se estaban merendando una cebra. Se la habían acabado y estaban reposando, pero al seleccionar las fotos veo que este cachorro tiene un problemilla. Tiene una mejilla muy hinchada y un ojo cerrado. Puede ser una infección en la boca o un zarpazo por meterse donde no debía, o quizás algo que se había clavado...
Aquí volvemos a tener a la rapaz que nos seguía.
Y aquí otro abejaruco que se dejó hacer fotos.
Hasta que decidió dar una vuelta
Y volvió para acabar la sesión
Y otro de los cachorros que todavía estaba haciendo la digestión.
Los restos de la cebra. Alguien se los comerá. Aquí se aprovecha todo.
El pajarito de ayer, será el mismo?
Y la rapaz que nos sigue.
Otra rapaz. Esto es un no parar.
Otra preciosa jirafa
A la orilla del rio no faltan los cocodrilos tomando el sol.
Siguiendo el río, encontramos en la orilla de enfrente un enorme elefante. Un macho solitario con los colmillos muy batallados.
Después de un rato observándolo se pone en movimiento, para seguir la orilla del rio.
Mientras pasábamos el rato observándolo, se acercó un monito que estaba devorando los frutos de una palmera.
El elefante siguió por la orilla del rio, hasta llegar al punto de cruce, que conocía sobradamente.
Y al llegar a la orilla opuesta, apareció justo donde estábamos nosotros. Se quedó un rato remoloneando, como invitándonos a dejarle pasar. Y mientras el monito, se sentó en primera fila.
por fin, dio un bufido con las orejas abiertas, intentando intimidar, pero salió del río un poco mas arriba y empezó a caminar hacia nosotros. Y así fuimos un rato por el camino. Nosotros delante y el detrás, cada vez mas cerca, Hasta tal punto que llegó un momento que no me entraba en el objetivo. Ahí el guía, prudentemente aceleró y nos separamos, ya que el elefante daba muestras de empezar a enfadarse.
Mas tarde encontramos un grupo de orix. Estos antílopes tienen unos cuernos larguísimos, de mas de un metro.
El siguiente protagonista fue un avestruz que nos dejó bonitas poses.
Es impresionante la pezuña que tiene este animal, mucho mas grande que la cabeza. Las coces deben ser temibles.
Estos estorninos, que los hay por todo el país, a mi me parecieron bellísimos.
Y otra preciosa rapaz, que cuando se cansó de vernos, levantó el vuelo.
Y otra mas…
Y aún otra mas
Este precioso pajarillo cantaba muy bien.
Y al final dimos con una familia de guepardos. La madre y dos cachorros. Serían los mismos del dia anterior? Posiblemente.
Como no se decidían a salir de la sombra, nos fuimos a comer, Eran las 11,30h. Y a esta hora se acaba el safari. O se acaba la jornada laboral del guía. O se acaba el producto que hemos comprado…
Por el camino encontramos un elefante joven.
Cerca del Sopa está la pista de aterrizaje de este resort. Y allí había un único operario pintando la pista.
Esto me recordó al chiste del señor que pintaba la raya de la carretera de Barcelona a Zaragoza y cada día tenía el bote de pintura mas lejos.
En el Sopa comimos en el buffet y después de comer nos dimos un baño en la piscina.
En esta piscina nos encontramos, primero un lagarto bicolor, mimetizado con el entorno. En el Mara era rojos y azul, aquí son azul y del color de la tierra.
Pero con quien disfruté, fue con unas libélulas que se posaban en el borde de la piscina. Me tuve que meter en el agua, con la cámara, para hacer una foto en condiciones.
Después de la comida y el baño nos fuimos a despedirnos de Samburu y lo primero que encontramos fue un numeroso grupo de jirafas
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[url=https://flic.kr/p/q7HqWE]
Al llegar a un charco de agua en el camino, no se lo pensaron. Se pusieron a beber, como si fuera font vella
Y aquí está claro lo que nos dicen: Y vosotros, que miráis?
Los picabueyes, se posan por todas partes
Y de esta jirafa, lo que me llamó la atención fue la cola. Le faltaba la cola.
Pueden ser dos motivos: que los depredadores se la hayan arrancado en algún ataque. Y de hecho, a esta se le ven marcas que pueden ser de garras.
La otra posibilidad es que los nativos se la hayan cortado. Lo hablamos con Mwasi, porque en algún sitio nos ofrecieron pulseras de pelo de jirafa, pero de una forma muy esquiva, escondiendo la mercancía. Además, nos dijeron que si alguien nos preguntaba donde la habíamos comprado, que dijéramos que la habíamos comprado en Tanzania.
Yo le pregunté a que se debía este comportamiento, y si los recogían de las jirafas que se mueren. Y me contestó que no. Que les ponen trampas, donde caen y a veces se rompen las patas, pero en todo caso, una vez en la trampa les cortan la cola y el destino del animal es incierto. Por eso están perseguidos y no las venden libremente.
Gallinas indias
Gerenouk
Este precioso antílope resulta muy gracioso, con ese cuello tan largo.
Y para acabar, otra vez guepardos.
Se metieron en una profunda zanja desde la que pudieron acechar a un grupo de gacelas, pero no se pusieron a tiro, durante el rato que estuvimos con ellos.
A las seis, sin previo aviso e igual que el día anterior, Mwasi arrancó el coche y nos largamos, dejándonos con la insatisfacción de días anteriores. A estas alturas ya tenemos claro, que va a ser el comportamiento diario.
Alguno me podrá decir, que después de días como hoy, de que me quejo.
Y no, no me quejo, porque realmente hemos visto muchos animales. Pero es inevitable esa sensación de haber visitado un parque temático. Con mucha fauna, eso si. Pero sujetos a un recorrido, a unos caminos marcados. Y esto hace mas difícil el poder compartir con los animales los momentos de acción.
Siempre queda, el inevitable recuerdo, de la libertad absoluta de la que disfrutamos en el del Mara.
Con todo, este día fué el primero que mereció la pena, de los que llevábamos viajando con Masaikio. Fué el primero en el que el dinero que cuesta cada día, considero que estuvo bien empleado.