El domingo un chaval pasa a recogerme por el hotel a las 08:15h, algo antes de lo que me habían anunciado en la agencia. Poco a poco, el autobús fue parando en los diferentes hoteles recogiendo hasta… 25 personas!. Los turistas iban entrando por la puerta como si fuera la presentación de los diferentes personajes de una teleserie, cada uno aportando todos los tópicos posibles e imaginables.
La escapada a Tiwanaku en domingo parecía una mala idea por el exceso de turistas para un solo guía o tener que cruzar El Alto en día de mercado, el mayor de toda Sudamérica, lo que limita el tiempo de la visita.
Pronto se presenta muestro guía del tour, Nayro, y ve dando algunos datos de La Paz y El Alto, como que son, respectivamente, la tercera y segunda ciudad de Bolivia en población, por detrás de Santa Cruz (1,2 millones por 1,1 y 1,0 ).
A las 10:00 hacemos un alto en el camino para contemplar las maravillosas vistas de la Cordillera Real. Allí recolecta el dinero de la entrada al recinto y del almuerzo para aquellos que lo deseen. En domingo, nos advierte, hay mucha demanda por ser feriado y hay que reservar.


Llegamos a las ruinas a las 11:00h y tras formalidades, compras de bebidas, visitas al baño de todos y dispersión de fotógrafos iniciamos la visita con un Nayro en plan sargento chusquero.
El complejo es pequeño y desafortunadamente hay poco que visitar, ya que la pequeña parte de los restos que ha llegado hasta nuestros días, lo ha hecho después de muchos años de saqueos, reutilización de los sillares en nuevas edificaciones, mutilaciones por considerar que se trata de ídolos paganos, incultura de los campesinos de la zona que cultivaban apartando los restos arqueológicos o uso como objetivo de tiro por los militares.
En general, la visita tiene más interés por su contexto histórico que artístico. Tiahuanaco fue el centro de la civilización del mismo nombre, una cultura preincaica que basaba su economía en la agricultura y la ganadería, y que abarcó los territorios del sur del lago Titicaca.
Esta cultura se inició entre 900 a 800 aC y colapsó alrededor del año 900 o 1000 dC. Dada su antigüedad, algunos consideran que Tiahuanaco fue la cultura madre de las civilizaciones americanas. Sin embargo, la escasez de los restos arqueológicos encontrados impiden asegurarlo.
En general, los restos son de gran interés, si bien se nota demasiado su restauración, lo que resta importancia a la aparente precisión astronómica de las construcciones. Por otro lado, las esculturas de arenisca no están suficientemente protegidas de la intemperie. Una pena.


A las 14:00h Nayro dio por finalizada la visita, así que fuimos a almorzar a un restaurante a las afueras donde, contrariamente a lo comentado, no había problemas de espacio. Allí compartí mesa con un matrimonio jubilado de Galicia que estaban viajando por toda Sudamérica sin billete de vuelta y una ecuatoriana que trabajaba en Bolivia por seis meses y que nos dio su visión entre los diferentes gobiernos sudamericanos y su demonización occidental.
De regreso a La Paz, paramos en El Alto para contemplar la impresionante vista de la ciudad. es día de mercado y hay un gran ambiente. Una pareja de franceses y yo decidimos vagar entre los indígenas que rezan cantando con una orquesta de metales.


Cuando entramos en el mercado oigo un sonido de megafonía. Es el animador del espectáculo lucha de cholitas, una adaptación de la lucha libre mexicana a los iconos bolivianos. Se trata de un show guionado donde acróbatas fingen luchar y pelearse. La primera fila está llena de turistas, las últimas de locales. Ellos gritan, lanzan botellas y participan del espectáculo. Algo alucinante por esperpéntico.

Así se las gasta Sonia la Romántica. … y es que las cholitas siempre ganan.