Me estaba costando mucho cuadrar los tours organizados con la distribución de los sitios que yo quería visitar.
Desde la imprescindible web imaginaisladepascua.com/ coontacté con Patricio de la agencia www.moaitour.com/ con quien contraté en privado las excursiones prácticamente al mismo precio que se ofertan las compartidas. Muy recomendable.
A las 9 en punto pasó mi guía a recogerme en coche para iniciar el tour del día completo.
Primera parada Rano Raraku (nombres raros que al final se hacen familiares)
La palabra Rano significa volcán con un lago en su interior.

Este es el sitio arqueológico más increíble que he visto en mi vida.
En las laderas de un volcán se encuentra la cantera en la cual se tallaron estas magníficas estatuas gigantes.
Toba lapilli es el nombre de la piedra volcánica que forma la parte sur del cono volcánico.
Se trata de un material más blando que el basalto y bastante fácil de esculpir.
Se buscaba una buena veta y se tallaba directamente en la roca

En esta foto se ve la escultura tumbada a medio tallar, aún enganchada a la pared de piedra.
El trabajo era colectivo y una vez tallado se trasladaba hasta las plataformas Ahu donde se le daba la forma definitiva y se les colocaban los ojos y los pukaos (no son "gorritos") que simbolizaban el pelo recogido en un moño y son de color rojo.
La visión de la ladera con decenas de moais en diversas fases de contrucción, algunos rotos por caída y otros hundidos en la tierra es algo indescriptible.

Por estas diferentes fases de elaboración de los moais, los arqueólogos han podido deducir que primero se buscaba un bloque más o menos rectangular al que se le efectuaba un esbozo de su dimensión y se empezaba a tallar por la nariz que era el elemento más significativo y el que marcaba la simetría y armonía de la estatua. Si la piedra presentaba algún riesgo de rotura era desechada.
Lo siguiente en esculpirse era el resto del rostro y por último el torso y las extremidades.
Llegados a este punto se trasladaban hasta los Ahus familiares deslizándose por la cantera y después, supuestamente, arrastrados con cuerdas y troncos.
No está nada claro cómo lo hacían.

Todo son teorías al respecto aunque la tradición oral dice que los moais llegaron caminando.
Es factible que se trasladaran las esculturas erguidas y sujetas con cuerdas a la altura de los ojos "caminando". De hecho, los ojos no se les colocaban hasta el final y la cuerda se adaptaría bien a la cuenca ocular.
Por otro lado, la teoría de los troncos y cuerdas de cañizo explicaría la deforestación de la isla y el colapso de su cultura. (Volveremos a hablar de esto)

Un sendero en la ladera nos lleva hasta el interior del volcán extinto.
Con sus 160 metros de altitud, alberga en su interior una laguna de agua dulce procedente de las lluvias.
Caballos salvajes y moais salpican las laderas
Es un lugar inolvidable.
Nuestra siguiente parada es Ahu Tongariki

Esta es la imagen más famosa de la isla de Pascua: los 15 moais en su plataforma y el Pacífico a sus espaldas.
Se cree que Tongariki fue un gran centro ceremonial por la explanada que se extiende delante de la plataforma y además está orientado al sol naciente del solsticio de verano
Se han encontrado restos de asentamientos con hogueras, pilares de entrada a viviendas y cientos de petroglifos.

Mañana vendré a ver el amanecer aquí, por lo que mi guía dice que se reserva historias para entonces.
Y como no, me hice la foto con el ángulo adecuado para convertirme en el moai número 16

Nos trasladamos ahora a Vaihu, una antigua aldea de pescadores donde podemos ver varios moais derribados.
Las guerras entre clanes provocaron la destrucción de muchísimos moais.
Las estatuas representaban a los antepasados (por eso miran hacia el interior) y los enemigos las destrozaban rompiéndoles el cuello para dejar desprotegidos a sus descendientes.

También se ha hecho una reconstrucción de la aldea, para que veamos cómo eran las viviendas: de cañizo y paja con uns estera para dormir. La vida se hacía en el exterior, solo eran refugios para dormir.
De piedra eran los fogones, la protección de los cultivos o este enorme gallinero que se cerraba de noche con una piedra.
