Fuimos a conocer el Palacio de la Bolsa, al que entramos, un interior bellísimo con infinidad de detalles en su decoración, me gustó esa visita.



Caminamos por la Avenida de los Aliados, otra de las más importantes de Oporto, se caracteriza por sus bonitos edificios art decó, por el Ayuntamiento y por la plaza de Batahla.


Tocaba volver al apartamento, preparar las valijas y descansar porque al día siguiente nos despedíamos de Oporto y de Portugal. Al mediodía tomamos un avión de Iberia que en menos de 2 horas nos dejó en el aeropuerto de El Prat de Barcelona donde yo me quedé en la casa de mi hija en un pueblo que queda a una hora de coche de Barcelona por unos días y Amalia se quedó un par de días en un hotel de Barcelona. O sea nos separamos al salir de Oporto y volvimos a la Argentina en distintos días.
Por último tengo que decir que le agradezco a Amalia, mi compañera de viajes, el haberme convencido de hacer estos destinos, porque me encantó todo.
Confieso que desde el 2012 nos juntamos después de cada viaje y tiramos a la mesa ideas de destinos para el año siguiente. Yo siempre digo China o Noruega y Amalia tira destinos a los que no puedo negarme y argumenta tan bien porque no ir a los que yo digo, que terminamos decidiendo ir, por ejemplo, en el 2017 a Andalucía y Portugal sin que yo tenga después ningún motivo para quejarme.
Gracias amiga.