
Día 3 (09-08-24): Primer día en Seúl: Changdeokgung, Changgyeonggung, Ikseodong, Insadong y Templo Jogyesa
Empieza un nuevo y soleado día en Seúl. Ya a las 7 de la mañana vimos que va a hacer un sol de justicia. Desayunamos (teníamos microondas para calentar el café con leche que compramos en el 7eleven) y nos dirigimos hacia la parada de metro.
Las visitas que habíamos planificado para ese día eran las siguientes:
- Palacio Changdeokgung con visita al Jardín Secreto (Huwon).
- Palacio Changgyeonggung
- Barrios de Ikseodong e Insadong
- Templo Jogyesa
- Paseo de vuelta hacia Myeongdong parando en HiKR Ground
- Myeongdong
Antes que nada cargamos la T-money con 50.000 wones cada uno, muy fácil hacer la recarga en las máquinas habilitadas a tal efecto. Eso sí, hay que recargar con wones en efectivo.
Después tomamos la línea 4 hasta la parada siguiente (Chunguro) y allí hicimos transbordo a la línea 3, tres paradas más hasta Anguk.
Llegamos a las 8:30 y el palacio Changdeokgung no abre hasta las 9, así que primero caminamos un poco por la zona y luego nos pusimos a hacer cola en la taquilla (ya a esa hora la escasa sombra iba muy buscada).
En cuanto abrieron compramos el pase con las entradas para los diferentes palacios (Royal Palace Pass), vale 6.000 wones y sirve para visitar los palacios y templos más emblemáticos de Seúl. Incluye la entrada a los siguientes lugares: Changdeokgung, Gyeongbokgung, Changgyeonggung, Deoksugung y Santuario Jongmyo. Vale la pena comprarlo, ya que la entrada individual a los palacios cuesta 3.000 wones (o sea que con ver más de dos ya amortizas).

Además, aprovechamos para cambiar el resguardo del pase al Jardín Secreto, que había reservado antes de viajar, por la entrada definitiva. Teníamos hora a las 10:30 (tour en inglés) y no es posible visitarlo sin apuntarse a una de estas visitas guiadas. Lo que sí vi es que vendían parte de las entradas online y otra parte en taquilla presencialmente, pero claro, comprándolas allí sobre la marcha si no eres de los primeros en llegar te arriesgas a quedarte sin el horario de interés.
Ya con las entradas en nuestro poder, procedimos primero a visitar el palacio, disponíamos de casi una hora y media hasta la visita al Jardín Secreto y fue tiempo suficiente para verlo todo y parar a tomar algo en el bar que hay en el complejo. El palacio es muy bonito, os paso algo de información del folleto que nos dieron junto con el mapa del complejo, pero no me extenderé mucho porque tenéis todos los datos en internet o en las guías de viaje.


Changdeokgung fue construido en 1405 como un palacio secundario en la dinastía Joseon. Después de su destrucción durante la invasión japonesa (1592-1598) fue reconstruido en 1610 y se utilizó como palacio principal durante unos 270 años. La sala del trono se llama Injeongjeon Hall, y era utilizada para celebrar los acontecimientos de estado más formales, como audiencias con ministros,
ceremonias de coronación y recepciones de delegados extranjeros.


El Seonjeongjeon Hall es la sala del consejo del gobernante y es la única estructura que se conserva en el palacio con tejas de color azul en el tejado. La residencia del rey es el Huijeongdang Hall (además de vivir allí también trabajaba en tareas más informales) y la de la reina el Daejojeon Hall.



Finalmente tenemos el Nakseonjae Hall, el lugar que el rey Heonjong, 24 monarca de Joseon, construyó para la concubina que realmente amaba (o sea, el nidito de amor que le puso a su churri extra-oficial


Horario del palacio: de junio a agosto abre de 9 a 18:30h, de noviembre a enero abre de 9 a 17:30h y el resto de meses de 9 a 18h (la última admisión es una hora antes de cerrar). Cerrado los lunes, importante a la hora de distribuir las visitas en vuestro planning.

Tras la visita, nos sobró tiempo para tomar algo en un bar que hay cerca de la entrada al Jardín. Nos vino bien refrescarnos con el aire acondicionado porque ya apretaba un calor considerable a las 10 y poco de la mañana.
Poco después empezó la visita, te revisan la entrada y empiezan las explicaciones. El grupo es de 100 personas (50 entradas online + 50 en taquilla), demasiada gente para mi gusto, pero es lo que hay.
Los tours en ingles son a las 10:30, 11:30 y 14:30 (y de mayo a noviembre hay otro extra a las 15:30h). La duración del recorrido es de aproximadamente una hora.
Este jardín (el llamado Huwon) en la parte trasera del palacio Changdeokgung es su punto fuerte, y es lo que hizo que el palacio fuese el
preferido de los reyes de la dinastía Joseon. En el momento de visitarlo el cielo se nubló, así que las fotos quedaron un poco churro, pero nosotros lo agradecimos:

Podemos encontrar diversas zonas ajardinadas junto con una serie de estanques y pequeños pabellones, junto con otros edificios y una biblioteca de dos plantas.


El Jardín Secreto era un lugar destinado al relax para los miembros de la familia real, pero también fue la ubicación elegida para realizar diversas actividades al aire libre (ejercicios militares, concursos de tiro con arco, banquetes…).


Por lo que dice el panfleto explicativo, alguna vez los reyes intentaban jugar a los jardineros plantando ellos mismos sus propias cositas en el jardín (y las reinas practicaban la sericultura). El panfleto no especifica qué tipo de cultivo preferían los monarcas para relajarse tras una dura jornada gobernando el país o aplacando las rebeliones y conspiraciones de palacio, así que lo dejamos a la imaginación de
cada uno.

El Jardín Secreto ocupa prácticamente el 60% del total del área del palacio, y según dicen en los antiguos días incluso podían aparecer tigres por allí… esto ya me cuesta bastante de creer, pero aun así me pasé toda la visita vigilando por si había suerte y podíamos ver uno
de estos lindos gatitos, pero nada, no tuvimos éxito


Esta visita me gustó, pero no me entusiasmó: el jardín es precioso y las explicaciones de la guía muy interesantes, pero verlo con 100 personas a la vez no mola (además no podía uno separarse mucho del grupo para hacer fotos en otras zonas). Pero bueno, pese a ello pudimos conseguir algunas fotos libres de peña, cosa que no está mal.
Al lado de la entrada/salida del Jardín Secreto hay una puerta que conduce a un sendero que lleva a otro palacio, el Changgyeonggung, así que para allá que nos fuimos. En este caso, se accede por la puerta trasera, la llamada Hamyangmun gate y puede observarse una panorámica de gran parte del complejo:

Este palacio no es tan popular como el anterior, pero me gustó mucho, es muy grande y apenas había gente y eso que lo visitamos ya bien entrada la mañana (de 11:30 a 12:30h). La entrada también está incluida en el Royal Palace Pass y el horario de visita es de 9 a 21 h (última admisión a las 20h). También cierra los lunes, igual que el vecino Changdeokgung.
Un poco de la información que proporciona el mismo palacio: el Changgyeonggung fue construido en el lugar donde el rey Sejong había establecido el palacio Suganggung en 1418 para su padre, el rey retirado Taejong (lo que vendría siendo el rey emérito coreano, se ve que en esa época no era habitual instalarse en Abu Dhabi, la gente se quedaba más cerca).
Más adelante en 1483, el rey Seongjong expandió el palacio para tres reinas (no entraremos en detalles) y lo renombró palacio Changgyeonggung. Originalmente no había barreras entre los dos palacios, Changgyeonggung y Changdeokgung, y se les llamaba en conjunto Palacio del Este o Donggwol.


Este palacio se utilizaba principalmente como vivienda de la familia real, pero fue quemado en 1592 durante la invasión japonesa de Corea (1592-1598) y fue reconstruido en 1616. De nuevo, en 1830 un importante incendio destruyó la mayoría de los edificios, que fueron restaurados años después.

El salón del trono de este complejo se llama Myeongjeongjeon Hall, y es el más antiguo entre los salones principales de los palacios reales coreanos. A diferencia del resto, está encarado hacia el este y no al sur:


Hay muchos más edificios y estancias, todo ello está explicado en el panfleto informativo que te dan a la entrada (que incluye un mapa del complejo), y también hay visitas gratuitas guiadas en diferentes idiomas y horas del día (las visitas en inglés son a las 11 y a las 16h).
Además de la zona principal con las diferentes estancias reales, hay otra parte algo apartada que contiene jardines, un estanque y un invernadero:

Este invernadero, el Grand Greenhouse, fue construido en 1909 y fue el primero de estilo occidental en Corea. Incluye marcos de madera y acero y está cubierto con paneles de cristal. Resulta curioso encontrarlo allí, tan cerca del resto de edificios con una arquitectura totalmente diferente.
Cuando acabamos la visita a este bonito y poco transitado palacio eran ya las 12:30 y el calor resultaba bastante insoportable. Pese a ello, decidimos acercarnos andando hasta el barrio de Ikseodong, que no estaba demasiado lejos, y comer por allí.
Ikseodong es un pequeño barrio de casas tradicionales de unos 100 años de antigüedad, enfocado al comercio. Actualmente está lleno de restaurantes, cafeterías y tiendecitas cuquis.

Antes de explorar el barrio comimos en un restaurante de ramen, no apunté el nombre (era un local pequeñito) pero estaba bueno y barato, nos costó unos 16 euros los dos.
Luego dimos una vuelta por Ikseodong, tiene sitios curiosos:



Después de recorrer el barrio paramos a tomar un café para sentarnos un rato y disfrutar del bendito aire acondicionado antes de seguir hacia Insadong.
Insadong es otro barrio interesante, donde se mezclan el ambiente tradicional y hipster. Podemos encontrar casas de té, galerías de arte, librerías, cafeterías o tiendas de productos artesanos.

Algunos sitios que vimos en Insadong:



Seguimos nuestra ruta y llegamos al templo Jogyesa, un templo budista decorado con muchos farolillos de colores. Además, cuando fuimos se celebraba el festival del Loto y estaba todo lleno de preciosas flores de loto.


Este templo es gratis y está abierto las 24 horas, se puede llegar fácilmente desde la parada Anguk de la línea 3 de metro.

De la guía Lonely Planet: lo más notable del Jogyesa es la majestuosa sala de madera Daeungjeon, la sala de culto budista más grande de Seúl y epicentro del budismo coreano. Está construida siguiendo los cánones del estilo Joseon u fue terminada en 1938.


No entraré más en detalles, pero personalmente lo que me pareció más bonito fue el tema de las flores de loto, tuvimos suerte de pillarlo durante ese festival.
Continuamos con nuestra rutilla a pie, a esa hora (sobre las 16:30) la temperatura empezaba a ser más aceptable y decidimos volver andando hacia nuestro barrio, Myeongdong. Sí, lo sé, ya me he quejado varias veces del calor y aún y así acabamos pateándonos casi medio Seúl en un día

De camino hacia Myeongdong pasamos por primera vez junto al arroyo Cheonggyecheon, un espacio reformado que anteriormente era una autopista y en la actualidad es un parque urbano junto a un riachuelo de casi 11 kilómetros de largo que cruza el centro de Seúl con caminos, puentes e incluso con flora y fauna. Este sitio sale bastante en las series coreanas, fue como si ya lo conociese de antes. Teníamos programado recorrer un tramo de este paseo los últimos días en Seúl, así que esta vez pasamos de largo.
Donde sí entramos es en HiKR ground, un espacio turístico (moderno) con frikadas varias. La entrada es gratuita y está abierto hasta las 19h (los lunes únicamente están accessibles las plantas 1 y 5).
Contiene diversas exhibiciones y para nosotros lo más divertido fue la segunda planta, el K-pop Ground, una zona que ofrece experiencias multimedia de K-pop. Hay varios escenarios que simulan estudios y se pueden personalizar. Aquí sí que estuvimos un ratillo haciendo el tonto, si en vez de k-pop llegan a ser unos estudio de k-drama aun estaríamos allí:


En la información que te dan al entrar al edificio pone lo siguiente: K-pop Ground es el único estudio XR en Corea que te permite convertirte en un creador de K-pop. Crea tu propio contenido utilizando los diversos backgrounds virtuales.
El otro punto interesante es la quinta planta, la terraza, donde se encuentra el HiKR Lounge. Desde esta zona de descanso hay una buena vista del arroyo Cheonggyecheon, pero cuando nosotros fuimos no estaba accesible (ya te avisan en el panfleto que la terraza puede estar cerrada por causas operativas).
Salimos sobre las 17:30 y seguimos nuestro recorrido por Seúl hasta llegar al barrio de Myeongdong, donde dimos una vuelta. Se trata de un barrio comercial muy animado, con muchas tiendas y paraditas de comida en la calle.

Primero entramos en un gigantesco centro comercial subterráneo con tiendas curiosas, más que nada para aprovechar el aire acondicionado (también tienen wifi gratis, por si a alguien le interesa).Después caminamos por las calles de fuera, algunas zonas están petadísimas de gente:

Hay una especie de mercadillo con paradas de comida y en las calles hay tiendas de todo tipo. La zona de paraditas puede estar bien para comer algo, aunque los precios están algo inflados porque es un sitio típicamente guiri.

Nosotros ese día decidimos comprar algo y cenar en nuestra habitación tranquilamente, ya que disponíamos de una mini-cocina que nos permitía calentar cualquier plato preparado y contaba con todos los utensilios para comer dignamente. Había sido una jornada de mucho tute y bien aprovechada, eso sí.
Así que, de camino al hotel (que como dije está en el lado tranquilo del barrio, lejos del ajetreo de las tiendas y paradas de comida), paramos en un supermercado y compramos cena y desayuno para el día siguiente. Luego nos retiramos a descansar, fundidos pero contentos con todo lo que habíamos podido ver ya en un solo día.
Al día siguiente tocaba otra de las visitas más emblemáticas: el palacio Gyeongbokgung y su famoso cambio de guardia.
