
Día 4 (10-08-24): Segundo día en Seúl: Bukchon Hanok Village, Gyeongbokgung, zona de City Hall y Deoksugung
Empezaba nuestro segundo día conociendo Seúl y a las 7 de la mañana ya estábamos en pie. Como os comenté en la etapa de preparativos, en este hotel teníamos desayuno incluido, pero no lo aprovechamos porque el horario era de 8:30 a 10:30, demasiado tarde para nuestros planes.
Nosotros a las 8 ya estábamos en marcha, rumbo a la parada de metro de Myeongdong, donde tomamos línea 4 hasta Chunguro y luego hicimos transbordo a la línea 3 hasta Anguk (igual que el día anterior). Desde allí hay un corto paseo hasta Bukchon Hanok Village, así que a las 8:20 ya estábamos allí y le dedicamos sobre una hora a la zona.
Bukchon es un barrio de casas coreanas tradicionales que se encuentra ubicado entre los palacios Changdeokgung (el que vimos ayer) y Gyeongbokgung (siguiente visita del día). Inicialmente el barrio fue creado para alojar a trabajadores de la corte y aristócratas, pero actualmente se ha puesto muy de moda y a ciertas horas puede estar masificado.

Es el barrio de casas tradicionales más grande de Seúl, formado por unos 900 hanoks (así se llaman las casitas tradicionales de madera). La masificación no fue nuestro caso, a las 8:30h de la mañana casi no habían puesto ni las calles:


No le dedicamos demasiado tiempo, ya que en nuestro itinerario incluimos Jeonju, donde nos alojaríamos dos noches en un hanok. Subimos hasta la zona más alta del barrio y luego fuimos bajando tranquilamente hasta el palacio Gyeongbokgung, que no queda lejos.
El Gyeongbokgung o palacio de la Felicidad Brillante es el principal palacio de Seúl y ha renacido varias veces de sus cenizas. Aquí ya encontramos más gente que en los otros sitios, pese a ir bastante temprano (a las 9:20 estábamos entrando).
Se accede al recinto por la puerta principal, Gwanghwamun:

Este palacio fue construido por el rey Taejo (fundador de la dinastia Joseon) y fue el palacio principal hasta 1592, cuando fue destruido por un incendio durante la invasión japonesa. Permaneció en ruinas durante casi 300 años hasta su reconstrucción en 1865. Más adelante fue destruido de nuevo y actualmente casi todo son reconstrucciones recientes.

Entramos y empezamos a visitar una parte del complejo, que es enorme: en su momento constaba de 330 edificios y hacían vida hasta 3000 personas al servicio de la familia real. El edificio principal es el llamado Geunjeongjeon, donde los reyes eran coronados, atendían los asuntos de estado o recibían a emisarios extranjeros:


Un poco antes de las 10 nos dirigimos a la entrada principal para ver la ceremonia del cambio de guardia, que tiene lugar en la entrada principal. Para ello hay que salir del complejo, y para poder volver a entrar gratis hay que pedirle a uno de los vigilantes que te pongan un sello que te da una hora de margen para volver a entrar. El cambio de guardia dura 15-20 minutos, así que hay margen suficiente para salir con tiempo y pillar buen sitio en primera fila.
Así pues, salimos y vimos la ceremonia, por suerte se había nublado un poco y no morimos deshidratados bajo el abrasador sol coreano:


En este palacio hay mucha gente vestida con el traje tradicional coreano, sobre todo chicas. Ir así disfrazada con esa mesa camilla en las piernas permite entrar gratis y que las fotos queden muy cuquis, pero en pleno agosto a 35 grados con sensación térmica de 40 la verdad que a mí no me compensa, llamadme rara


Horarios de visita: de 9 a 17h de noviembre a febrero, de 9 a 18:30 de junio a agosto, y de 9 a 18h el resto de los meses. Los martes está cerrado (tenedlo en cuenta en vuestra planificación).
Precio entrada: 3000 wones (adultos), pero también está incluido en el Royal Palace Pass.
Después del cambio de guardia volvimos a entrar al recinto hasta las 11:30 a acabar de ver lo que nos faltaba. Uno de los puntos destacados es el Gyeonghoeru, un pabellón con 48 columnas sobre un lago artificial. Al parecer aquí se celebraban banquetes de estado y los reyes practicaban el remo:


Otro sitio que merece la pena es el Hyangwonjeong, un bonito pabellón de forma hexagonal situado en una isla emplazada al fondo del Donggun, los aposentos del príncipe heredero.


El complejo también comprende un par de museos y podríamos habernos pasado allí medio día viéndolo todo, pero nosotros en total le dedicamos un par de horas viendo lo más representativo y dando un paseo por los jardines.
Ese día decidimos hacer una pausa para descansar las horas de más calor, así que pensamos comer en algún restaurante cercano al hotel.
Cerca del Gyeongbokgung está la parada de metro del mismo nombre, de la línea 3, así que la tomamos y nos fuimos hacia Myeongdong.
Al llegar estuvimos un rato dando una vuelta por las tiendas del centro comercial subterráneo que hay junto a nuestra parada de metro. Hay cosas bastante divertidas y mucho merchandising de estrellas del k-pop:


No soy mucho de ir a ver tiendas cuando viajo, pero en esta ocasión valía la pena hacerlo, para disfrutar del necesario aire acondicionado y también para echarse unas risas.
Luego fuimos a comer a un restaurante indonesio cercano a nuestro hotel, y nos retiramos a descansar un par de horas para volver a salir posteriormente con fuerzas renovadas.
Nos vino genial la parada, pero a las 15:30h estábamos de nuevo en marcha para ir a visitar la zona de City Hall, donde hay varios puntos de interés: el observatorio Jeondong, la biblioteca de Seúl (con una bonita terraza que ofrece buenas vistas), el Ayuntamiento y el palacio Deoksugung.
Cómo llegar a la zona de City Hall: desde la parada Myeongdong tomar línea 4 hasta Seoul Station (a dos paradas) y allí hacer trasbordo a la línea 1 hasta City Hall (una parada más).
Una vez allí, nos dirigimos primero al Jeondong Observatory, un edificio de oficinas donde se puede subir hasta la planta 13. Hay buenas vistas del palacio Deoksugung y parte de Seúl, y un bar, pero se puede entrar igualmente sin consumir.
Horario días laborables: de 13:30 a 17:30h
Horario fines de semana: de 9 a 17:30h
Vistas del Deoksugung desde Jeondong Observatory:

Vistas de la biblioteca y el Ayuntamiento:

Tras la sesión de fotos bajamos y nos desplazamos hasta la Biblioteca de Seúl. Coincidió que había una manifestación y no paraba de desfilar gente por la plaza y las calles aledañas, pero no conseguimos averiguar el motivo por el cual se reivindicaban. Hasta para manifestarse son superordenados y tranquilos:

El principal atractivo de la biblioteca es su terraza o Sky Yard, que abre de 9 a 18h cada día excepto los lunes. Está en el piso 5 y hay un ascensor que no llega hasta allí, pero el otro sí. La terraza cuenta con un pequeño jardín muy bien cuidado, además de vistas (se veía incluso el Gyeongbokgung que habíamos visitado por la mañana, a lo lejos).



Muy cerquita de la biblioteca se encuentra el Ayuntamiento de Seúl, que también visitamos. Además de verlo por fuera, se puede entrar a la planta baja. Vale la pena echarle un vistazo, y también descansar allí un rato si hace falta (se estaba fresquito y hay sitios para sentarse):


Ya sobre las 17:30 nos dirigimos al Deoksugung, el cuarto palacio de Seúl incluido en el Royal Palace Pass. Le dedicamos sobre una hora, hasta las 18:30, ya que este palacio es más pequeño que los otros (siempre que no se visiten los museos que hay habilitados en alguno de los edificios) y también porque queríamos ver el cambio de guardia que se hacía frente a la entrada a esa hora.
El palacio Deoksugung fue utilizado inicialmente como palacio temporal (Jeongneungdong Temporary Palace) por el rey Seonjo, el 14º rey de la dinastía Joseon. Después de una serie de cambios de nombre y de reyes que se mudaron a otros palacios, lo habitó el rey Gojong (el que proclamó Joseon como Imperio Coreano asumiendo el título de emperador), expandiendo el territorio del palacio y añadiendo nuevos edificios. En esa época los dominios del palacio ocupaban unas tres veces el tamaño actual. Cuando el emperador Gojong fue obligado a abdicar en 1907, el palacio fue rebautizado como Deoksugung.

Horarios:
Deoksugung: de 9 a 21:00h (última entrada a las 20:00h). Lunes cerrado.
Dondeokjeon Hall: de 9 a 17:30h
Jungmyeongjeon Hall: de 9:30 a 17:30h
Precio entrada individual: 1.000 KRW (adultos). Incluido en el Royal Palace Pass

Éste es su salón del trono, más humilde que otros:

Nosotros no entramos en los dos edificios que cerraban a las 17:30, pero vimos el resto. En este complejo encontraréis una mezcla de estructuras coreanas tradicionales y edificios de estilo neoclásico occidental. Es bastante curioso, aunque los edificios neoclásicos canten como una almeja


La ceremonia del cambio de guardia en este palacio en teoría tiene lugar a las 11, 14 y 15:30h, pero nosotros vimos una sesión especial que hacen a las 18:30 únicamente en el mes de agosto. En vez de los 15 minutos habituales, este cambio de guardia duró una media hora, ya que hacían un poco de espectáculo con las armas.


También existe la opción, si uno quiere, de disfrazarse de guardia allí mismo en una carpa que tenían montada en la puerta con todo el atrezzo (de 18 a 21h).
Tras ver el espectáculo eran ya las 19h y decidimos pasarnos por Nandaemun Market, que nos pillaba muy cerca. Expectativa: Nandaemun es el mercado más grande de Corea, abierto 24 horas y repleto de gente día y noche. Hay cientos de puestos en cada sección que venden todo tipo de artículos y también comida, incluyendo un callejón de restaurantes. Realidad: allí no quedaba ni el tato, todos los puestecillos estaban cerrados o cerrando. No sé si no supimos encontrarlo (aunque es difícil no ver cientos de miles de puestos como dicen que hay, ni Rompetechos los pasaría por alto) o que los horarios han cambiado, pero nosotros lo encontramos todo chapadísimo.
Nuestra idea era haber cenado en Nandaemum, pero ante el fracaso decidimos volver a Myeongdong paseando y cenar en alguno de los restaurantes cercanos al hotel.


Cenamos en un restaurante vegano en el que ordenas la comida y bebida en una tablet y al cabo de poco un robot te trae lo que has pedido. Nos echamos unas buenas risas, era la primera vez que lo probábamos.
Después de cenar nos retiramos a nuestra humilde morada, acababa así otro gran día que había sido muy bien aprovechado. Al día siguiente tocaba cambiar de zona, nos íbamos a Sokcho, junto al mar, a conocer el Seoraksan National Park y sus rutillas de senderismo.