Salimos de nuevo sobre las 5:30 de la tarde con la intención de anochecer en el templo de Luxor. Ya por la mañana, Fátima, nuestra guía, nos confirmó que con la Luxor Pass tendríamos acceso al templo cuantas veces quisiéramos.
Hubiéramos podido ir andando dando un corto paseo pero, sin nadie por las calles a esa hora, éramos carnada perfecta para los cocheros apostados frente al hotel y después de negociar quedamos en que nos llevara por 30 LE hasta el templo, pero al llegar a la primera rotonda, justo antes del hotel Winter Palace, caímos en la cuenta que habíamos olvidado las Luxor Pass en el hotel, la vuelta nos costó otros 10 LE mas.
Templo de Luxor
La entrada al templo aun de día se veía magnifica. Habían repuesto una de las estatuas de Ramsés II del primer pilono y ahora lucían las seis (aunque creo que no todas originales) y el obelisco único con todo su esplendor.
Antiguamente no era esta la entrada primera del templo. Antes de eso, la ahora explanada de entrada era el patio de Nectanebo, cerrado en su totalidad y con una puerta que se abría al paseo de las esfinges de 3 Kms. que comunicaba con el templo de Karnak. Era la parte mas, digamos, "moderna" del templo construida siglos después por Nectanebo (XXX dinastía) y el periodo Ptolemaico.
Lamenté no traer mi cámara porque aun a esta hora había suficiente luz para hacer unas buenas series para HDR. De ese modo, todas las fotos del templo se hicieron con los móviles.
Continuamos adelante hasta llegar al siguiente patio, dejando a la izquierda y en lo alto la Mezquita en honor de Abu el Hagag, construida encima de una iglesia tras la conquista musulmana. En ella se conserva alguna reliquia del santo local.
El segundo patio es el de Ramsés II, construido por él junto al pilono anterior. Estos trabajos se añadieron a la estructura original un siglo después.
Este segundo patio del estilo de la XIX dinastía esta rodeado de grandes columnas macizas que recuerdan a la sala hipóstila de Karnak. Ramsés II colocó también varias estatuas alternando con las columnas y otras dos efigies sentadas a la entrada de la gran columnata que da acceso al patio siguiente.
Desde la hilera doble de grandes columnas papiriformes de final abierto hasta el fondo, es el templo original, construido por Amenhotep (hijo de Hapu), arquitecto del faraón Amenofis III o Amenhotep III (los nombres coinciden, por eso cuando los textos se refieren al arquitecto siempre se posponen como "hijo de Hapu".
La columnata doble da entrada al tercer patio: El Patio Solar, rodeado de una doble hilera de columnas papiriformes cerradas. Cuando llegamos allí aun había suficiente luz para unas fotografías decentes.
Este último patio se continua con una gran sala hipóstila de columnas muy juntas también de estilo papiriforme para llegar por fin a la antecámara, sala de ofrendas, tres capillas y el santuario.
Estas últimas estructuras son las únicas techadas y por ello iluminadas con potentes focos.
No había demasiada afluencia pero la mayoría se encontraba en estas estancias ya que conservan bajo y alto relieves de gran vistosidad, incluso en las paredes exteriores laterales.
En un momento determinado un guarda llamó la atención de mi mujer para indicarle unas figuras a la altura de la cabeza en uno de los muros que se encontraban ennegrecidas por las continuas reverencias de las frentes de los fieles (luego, por supuesto, pidió propina por ello).
A la izquierda de una de las capillas los administradores del templo han colocado el museo al aire libre pero en este caso solo se trata de trozos inconexos de muros y columnas. Distinto al de Karnak donde hay piezas y estatuas muy vistosas.
De cerca, a la luz artificial, los relieves tomaban un aspecto rugoso como de terciopelo. Entonces si que se notaba la perfección de los detalles.
Cuando salimos de las salas techadas era noche cerrada y ya íbamos de vuelta cuando fuimos abordados por un egipcio acompañado de 3 niños. Yo pensaba que otra vez estaban pidiendo propina por que insistían en hacernos una foto, pero no, ellos solo querían fotografiarse con nosotros. El hombre sacó una pequeña cámara y nos plasmó a los dos con sus hijos y luego nos dio mil gracias. Eso me sorprendió gratamente aunque debo decir que fue la única vez que nos pasó.
La avenida de las esfinges que lleva hasta Karnak, estaba cerrada por obras, con el suelo levantado. Al parecer, ha comenzado su reconstrucción aunque tardará mucho tiempo en verse como en la antigüedad porque es necesario expropiar muchas edificaciones que se construyeron entre ambos templos. En total estuvimos algo mas de 2 horas viendo el complejo.