Nambots (Namibia Y Botswana) ✏️ Blogs de Africa Sur

Ya pasado el ecuador del viaje hoy nos toca un día "atípico". Durmiendo en cama y comiendo como señores. Nos hemos despertado a las 6 ya que a las 7 nos recogían para el tour de las cataratas victoria. Ir a las cataratas Vitoria con el coche no compensa por lo que leímos en internet y organizarlo desde el hotel es bastante cómodo y a precio decente.

Llegar a las cataratas parece que es sencillo pero es bastante cansino por los cruces de frontera. En cambio lo bonito es que por el camino se cruzan tanto elefantes como los famosos pumbas. Aquí los elefantes sí que aparecen en medio de la carretera de golpe. Yo imagino que tienen que tener problemones con esto porque es que se meten prácticamente en el pueblo. Le hemos preguntado al chico que hace de guía y nos confirma que es un auténtico problema y que cuando se meten al pueblo es legal matarlos. Los pumbas directamente están en el pueblo. Las zonas de cultivo están electrificadas e incluso muchas casas también tienen vallas electrificadas.

El primer paso para llegar a las cataratas ha sido la frontera Botswana. Relativamente fácil, luego la frontera de Zimbabwe, aquí se nota que baja el nivel de desarrollo significativamente. Se supone que enseñas el pasaporte covid primero a un tío que está en una caseta en un descampado lleno de coches abandonados. Ese tío te dice que ok y entonces vas a otra caseta en donde pagas 30 dólares y te ponen una pegatina en el pasaporte. Pero el tío de la caseta del covid no tiene forma de comunicación alguna con el de los pasaportes y hay tanto caos que no pueden saber si has pasado primero o no por la del covid, pasas de buena fé básicamente... un paripé. A todo esto los zimbabwenses tienen su propia cola, esos no pasan por lo del covid, le sellan un folio y zurriendo. En la frontera de Zimbabwe hemos perdido bastante tiempo, aun no es temporada alta y el chico que va de guía dice que en temporada alta es de locos la cola que se forma.

A las 9 por fin estábamos ya camino a las Victoria falls por carreteras zimbabwenses. De la frontera a las cataratas hay como una hora y se han cruzado de sopetón dos familias de elefantes. Por fin llegamos al pueblo de Victoria Falls. Una vez aparcas se te acerca una señora que por 3 dólares te alquila un chubasquero, lo cojo sin mucha fe de que hiciera falta pero menos mal que lo hemos pillado.

Antes de entrar se pagan otros 30 dólares de entrada. Aquí todo son 30 dólares. Una vez dentro es inevitable que todo recuerde a Iguazú ya que es la comparativa más igualada. La visita a las cataratas se inicia en una estatua del Dr Livingstone. Se va pasando por miradores que poco a poco se van metiendo más y más en las cataratas. Las vistas son un espectáculo y el ruido por momento es ensordecedor. Cuando se llega al punto en el que estas frente a la cascada principal directamente es como si diluviara. Terminas empapadísimo pero es una aventura en toda regla, el sendero va por momentos por el mismo borde. La ruta termina frente al puente victoria que hace de frontera con Zambia. Este puente tiene su historia porque es parte del proyecto megalómano de Inglaterra de unir por tren el Cairo con ciudad del cabo. Cecil Rhodes, cuando esto era Rhodesia, mando construir la primera parte de esta línea y fue el puente frente a las victoria en las que quiso que el tren fuera salpicado por el agua cuando pasara, de ahí la espectacularidad del puente.




Tras dos horas y media salimos de las cascadas y vamos hacia el puente. No sabíamos si se podía pasar pero sí que se puede llegar hasta el otro lado del puente justo donde está la oficina de inmigración. El camino hasta el puente es un poco apocalíptico. Una cola de camiones enorme esperando a cruzar, gente vendiendo cosas y monos por todas partes. Una vez llegas al puente pasas la frontera Botswana y lo recorres con unas vistas a la parte de las cataratas de Zambia muy espectacular. La caída de las cataratas forma una piscina de remolinos con unos rápidos de miedo. La mitad del puente es de Zambia así que por un momento hemos estado en territorio de Zambia "Extraoficialmente".



De vuelta del puente le hemos pedido al guía que nos llevara al Victoria Falls Hotel. Este hotel es uno de los más antiguos de África y con poco el más famoso. Lo bueno es que los precios aun siendo algo caros no son para nada prohibitivos y te puedes permitir el lujo de comer en un sitio histórico con unas vistas excepcionales. El hotel está enclavado en una llanura con vistas a las cataratas al fondo con el puente victoria y la cortina de nubes que se forma. La construcción es de estilo inglés y por dentro hay miles de detalles, es como estar a principios de siglo XX. Merece muchísimo la pena. Además la comida de diez.



Tras comer, a las 15:15 nos ha recogido el guía y vuelta para Botswana. A la vuelta los trámites son más sencillos. Y a las 17:15 estábamos ya de vuelta en el hotel. La tarde la hemos pasado comprando algunas cosas que nos hacen falta para mañana, echando gasolina y ultimando los últimos detalles para cruzar el Chobe y Moremi.

A partir de mañana dejamos de tener cobertura hasta el día 23. Espero no tengamos que usar el teléfono satélite. De todos modos preguntando en los campamentos por los caminos y evitando el agua no debe haber problema alguno.

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Nos despertamos por última vez en cama hasta dentro de seis noches. Recogemos las cosas y vamos a desayunar. En el desayuno conocemos una pareja de alemanes que están haciendo un recorrido parecido al nuestro salvo que ellos no pasan por Savuti y recorrerán el Moremi desde Maun. Desayunamos fuerte y con todo en el coche salimos para el Chobe. Al entrar al Chobe hay que pagar las tasas de Chobe y Moremi... vaya palazo. 7 días 350 euros entre los dos. En fin, Botswana tiene un lema "Poco turismo y caro" Así que hay que pasar por el aro.

Comenzamos por una zona con muchísima vegetación, estamos aproximadamente media hora sin ver nada y cuando llegamos al rio es cuando empieza la explosión. Sin lugar a dudas ha sido el día más espectacular de safari que hayamos hecho tanto en Kruger como en Etosha. Los caminos son 100% de 4x4. Es imposible de otro modo pues se pasa por banco de arena en algunos momentos bastante profundos. Lo primero que hemos empezado a ver ha sido los búfalos y al poco tiempo una leona descansando tan tranquila en la orilla del rio. Hemos estado a escasos metros de ella y en el matorral de atrás, a la sombra dos más. Una mujer que había parada nos ha indicado un sitio donde había un macho y varias leonas con crías. Justo han llegado la pareja de alemanes con los que hemos desayunado y tras verificar que he pillado bien el punto nos hemos dirigido para allá. Al poco en el mismo camino un macho durmiendo a pierna suelta. Enorme, con su melena e impasible. Ni abría los ojos. A unos 30 metros se veía en un matorral bastante leones y con el teleobjetivo se veía que había crías. Justo había dos camiones de safari privados que han cogido y se han acercado al matorral de las leonas saliéndose un poco del camino, pues tonto el último, detrás que hemos ido nosotros hasta estar frente a un grupo de 13 leones. Adultos y crías... Los leones ante nuestra presencia no se han alterado ni lo más mínimo, ni se inmutan...




De los leones hemos continuado hasta el campamento de Ihaha. Por el camino nos hemos encontrado aún más leones, búfalos cruzando el agua, elefantes.... Sin duda El Chobe muy autentico, muy salvaje y no paras de ver vida.

Hemos llegado al campamento a las 13. Los campamentos son "Unfenced" es decir sin valla. Te asignan una parcela que tiene sitio para hacer la barbacoa y una mesita. Hay una caseta con aseos y poco más. Mientras preparábamos la comida ha aparecido un búfalo frente a nosotros que se nos quedaba mirando mientras resoplaba....

Nos hemos hecho para comer unos noodles y tras descansar un rato a las 15:30 hemos ido a dar la última vuelta. Hemos avanzado por el camino más rápido hasta un tramo en el que se baja al rio para luego volver poco a poco por el rio. . Nada más bajar al rio hemos visto un grupo de 50 babuinos mezclados con impalas cruzando el rio. Ha sido buenísimo porque los babuinos para cruzar el rio no lo cruzan andando, pegan un brinco para intentar saltar pero el resultado es que caen al agua y parece que se tiran de bomba. Uno tras otro iban tirándose al rio y saliendo del mismo como alma que lleva el diablo junto con impalas que de un brinco no se mojaban ni media pezuña... Después de los babuinos un grupo de elefantes que venia del rio nos ha cortado el paso. Hemos estado un rato viéndoles tirarse arena y ya viendo que iban para rato poco a poco hemos pasado a su lado con más miedo que otra cosa. Les fastidia que pases a su lado y empieza a mover la cabeza y barritar. Lo siguiente han sido un par de leones con una luz perfecta. Al lado del camino... los he fotografiado a placer. Ya volviendo al campamento se nos ha cruzado la sorpresa del día. Una hiena marrón. Lo normal es ver las moteadas, la hiena marrón es mas rara de ver durante el día, la hemos encontrado entre los arbustos, al mínimo ruido se escondía.





Hemos llegado al campamento media hora antes del atardecer. El atardecer ha sido precioso y ya con el campamento montado y duchados nos hemos empezado a hacer unos macarrones. La noche es brutal se escucha un león rugir relativamente cerca, elefantes a lo lejos y mientras estábamos en la hoguera mareando después de cenar un búfalo ha pasado tranquilamente frente a nosotros pastando. Lo mejor es estar con las linternas apagadas y de vez en cuando encenderla para buscar ojitos... en cuanto ves algo brillas ahí que hay un animalito. Hemos visto también una civeta que se acercaba a ver si pillaba algo.

Antes de dormir hemos visto unos ojos que se movían rápido. Iba dirección a los aseos y al pasar por la luz del edificio se ha visto en todo su esplendor, una leona! Manda narices. Mi pareja se ha subido escopetada para la tienda y la leona ha seguido su camino sin hacer ni un solo ruido. Cuántos no habremos visto que habrán pasado igual...

Hay que reconocer que genera cierta intranquilidad porque es un no parar de ruidos por todas partes. La sensación es de estar en lo más salvaje, con un cielo estrelladísimo y la hoguera es perfecta. Ya en la tienda es un festival de ruidos.

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Aunque la noche prometía al final ha sido tranquila, solo se han escuchado más que algún hipopótamo lejano. Hemos madrugado, para la 7 hemos arrancado para poder llegar a Savuti bien. Savuti tiene fama de muy malos caminos.

La parte occidental de Ihaha nos ha despedido con menos vida que la que vimos ayer. Aun siendo una parte también muy fotogénica. Lo más destacable ha sido una pareja de tejones nada más salir del campamento. Son como bulldogs, van andando con una decisión que parece que en alguno campamentos llegan a meterse a robar comida y si te enfilan más te vale que la tires porque te la quitan.

Hasta la salida de Ihaha poca cosa, rapaces en forma de buitres y águilas pescadoras, babuinos y poco más. A las 9:30 estábamos fuera del parque dirección Savuti. A medio camino, junto a la frontera de Ngoma, hemos encontrado la que será la última gasolinera hasta dentro de 6 días. Hemos llenado el depósito y comprado leña en un puestecillo cercano. La carretera conduce hasta Kachikau. Después de Kachikau desaparece la carretera y se convierte en un camino de arena profundísima que manda narices. Al principio iba cagao pero luego te vienes arriba y esta chulo, realmente es difícil quedarte atascado salvo que frenes de golpe o no lleves velocidad suficiente.



A medio camino hemos encontrado un camping con un Baobab gigante y un cartel gracioso refiriendo ser el baobab de la buena actitud e invitando a bajar del coche y abrazarlo para tener buena actitud. Estamos de viaje, llevamos una hora por camino de arena así que... abrazo al árbol.


Por arena pura llegamos al campamento de Savuti a las 12 del mediodía. El campamento es más grande que el de ayer y se ve con más vida, hasta tiene una tiendecita para pillar leña y artesanía. En la entrada nos indican que por la noche hay hienas y que no dejemos nada fuera del coche si no queremos que desaparezca. También nos avisan de que pueden aparecer elefantes pero que son amigables. Cuando cae la noche no se puede andar por el campamento y para ir a los aseos en los matorrales o al lado del coche.

Hemos llegado a nuestro campamento y para celebrar que la arena de momento es dominable nos hemos abierto unas cervezas. Aquí ha llegado un momento muy bueno del día. Mientras mi pareja buscaba no sé qué en el coche empiezo a escuchar ramas romperse y aparece delante de mí un elefante. Mi pareja se queda tiesa y se sienta a mi lado. El elefante ha venido hacia nosotros se ha puesto junto a la acacia que nos hacía sombra, la ha agarrado con la trompa y los colmillos y le ha pegado un meneo que ha empezado a caer frutos al suelo mientras nos tapábamos la cabeza, que luego meticulosamente ha ido cogiendo uno a uno. Ha seguido su camino y en el camping de al lado ha aflojado de vientre. Nos hemos quedado sin palabras. Sentados con una cerveza y un elefante enorme a dos metros de nosotros.


Lo del elefante sin duda ha salvado el día porque lo que ha venido después ha sido flojito. A las 14:30 hemos cogido el coche y nos hemos cascado como dos horas por los caminos que hay por la zona que son unos caminos horrorosos . Eso era para verlo. No ya la arena, el matorral se comía el coche y había prácticamente que adivinar y hacer un acto de fe para avanzar. Menudo berenjenal en el que nos hemos metido. Quizá más avanzada la época seca el matorral se reduzca pero había algunos tramos que eran puros pasillos de acacias llenas de pinchas.


El entorno es de puro matorral por momentos densísimo en el que es imposible ver nada, hay tramos en el que hay llanura pero no ha habido nada de suerte. Savuti es famoso porque se han dado casos de leones cazando elefantes pero, si bien es cierto que se ven antiguos esqueletos de elefantes, no hemos visto vida. La cuestión es que hay charcas con agua y bastante pero nada. Cero. Se ven huesos por todas partes, de elefantes, de búfalos pero de vida contada. Si ayer el Chobe nos brindó sin duda el mejor día de safari hoy nos ha regalado lo contrario.

El coche ha terminado rayadisimo. Son rayajos que la mayoría si les das con agua se van, aunque hay muchos que ni así. Por esto el seguro es necesario porque el coche lo vamos a entregar bastante rayado y de saber que tienes seguro te da igual un arañazo más o menos. A Dios gracias que no hemos pinchado porque hay acacias por todas partes y es inevitable pisarlas. Hay que tener en cuenta que esto es 4x4 y parte del disfrute es conducir en estas condiciones por lo que yo llega un punto en que me olvido de si rayo o no el coche y me sitúo donde estoy, en medio de la más absoluta sabana. El paisaje acompaña. Hay un bosque de baobabs bonito, lagunas intercaladas, colinas salteadas en medio de la sabana e incluso el cauce de un rio. No todos los días son jauja con la vida está claro. Donde más vida hemos visto ha sido en el campamento sin duda



De vuelta al camping Hemos ido directos con el coche a la zona de duchas, duchita, tienda de campaña y junto al fuego hemos cenado con los ruidos de la sabana.

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