03/7
Nos levantamos pronto para llegar cuanto antes a San Francisco, pero paramos en Oakhurst para hacer la colada, que ya tocaba. En la cabaña de Yosemite teníamos publicidad de una lavandería en Oakhurst con buena pinta y decidimos ir allí directamente, para no perder tiempo buscando una en San Francisco. Estaba muy bien, con máquinas muy nuevas y de distintos tamaños (genial si vas con sacos o cosas muy grandes porque hay algunas gigantescas para eso), con tele, música y todo muy limpio. Era algo más cara que las demás (5$ lavar y secar) pero es que era mil veces mejor. Aún así, no es muy caro. Mientras se lavaba la ropa, aprovechamos para echar gasolina (en Oakhurst estaba a 3.099). Cuando terminamos la colada, pusimos rumbo a San Francisco. Por el camino, en Modesto, paramos a comer en un mexicano (21.50) que tenía tele y pudimos ver el partido contra Paraguay, y también aprovechamos para hacer compra en el Walmart (las cocacolas de la neverita volaban...). Después de un rato, por fin llegamos a San Francisco a través del Bay Bridge (peaje 5$ pero sólo en sentido oeste, es decir, de entrada a la ciudad):
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Fuimos derechitos al hotel porque queríamos deshacernos del coche lo antes posible. Teníamos reservadas 3 noches en el hotel Vertigo, elegido en base a situación/precio/opiniones/fotos. No nos equivocamos. El hotel estaba muy bien, la única pega es que la habitación quizás era un poco pequeña, pero tampoco pasamos demasiado tiempo en ella. La ubicación es muy buena, a unos 5 minutos de Union Sq., está recientemente reformado, y tenían una oferta que incluía parking que nos pareció bien para olvidarnos del coche mientras estuviéramos en la ciudad. Además, tiene solera: es el hotel donde se grabaron escenas de la peli de Hitchcock, Vertigo (de ahí su nombre). Hicimos el check in, nos duchamos y a patear! Enseguida descubrimos la cruda realidad de San Francisco: hace frío. Mucho frío. Dicen que es en verano, por culpa de la geografía curiosa de la zona: todo el valle está rodeado de montañas, es como una bañera gigante, y en verano, el calor hace que se caliente mucho el aire, que asciende y crea un efecto de succión. El único punto donde se "rompen" las montañas es justo en el Golden Gate, y es el único sitio por donde puede entrar aire del océano arrastrado por la succión en el valle. De ahí la niebla, que viene del Pacífico, y de ahí los vientos de San Francisco. Se supone que en primavera hace mucho mejor tiempo que en verano, y no sé si será verdad, sólo sé que en pleno julio pasamos mucho frío!
Fuimos andando hacia Union Sq. y vimos nuestro primer tranvía subiendo por Powell St.:
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En Union Square está el Macy's, con su famosísimo (y petadísimo) restaurante Cheesecake Factory, la tienda Levi's, algún que otro hotel interesante y muy cerquita está también la tienda Apple.
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Digo que el Cheesecake está petadísimo porque intentamos cenar ahí y teníamos una hora de espera, así que cambiamos de idea y nos fuimos a un thai en la calle O'Farrell (King of Thai Noodle) donde cenamos estupendamente bien (por qué no hay thais baratos en España???) por 24$.
Después de cenar, y de camino al hotel, pasamos por un Walgreens y compramos los pases de transporte público de San Francisco (Muni Pass). Cogimos pases de 3 días (20$ cada uno) para empezar a usarlos al día siguiente pero no perder el tiempo buscándolos. Y a dormir, que falta hacía!
04/7
El plan de ese día, viendo el pronóstico del tiempo, era alquilar una bici para cruzar el Golden Gate hacia Sausalito y volver en ferry. Hay muchas compañías de alquiler de bicis, nosotros elegimos esta porque tenía varias tiendas y ofrecían descuentos. La tienda que más nos convenía era la del final de la calle Hyde, justo donde termina el tranvía, así que decidimos estrenar nuestro pase con un paseo en tranvía. Pero primero teníamos que cargar las pilas con un buen desayuno (un delicioso bagel de queso crema, tomate, cebolla y salmón ahumado con alcaparras, un poco de fruta y zumito de naranja, pedido para llevar y degustado en Union Square... un poco clavada, eso sí... 30$). Cuando terminamos nos fuimos al tranvía, y qué sorpresa! vaya cola!! en la primera parada había una cola de escándalo, así que intentamos subir en la segunda y tuvimos más suerte, aunque no pudimos ir de pie en el borde como queríamos, pero nos conformábamos con haber podido montar. Este tranvía pasa por Lombard, pero por la parte de arriba, así que lo dejamos para otro día para poder verla desde abajo, y fuimos directamente a por la bici. Bueno, bici no, tandem! Nos apetecía probar algo distinto y nos arriesgamos con el tandem, aunque al principio nos daba un poco de respeto. Enseguida te haces a él y es muy fácil. Te dan mapas, cascos y una bolsita, el alquiler de todo el día fueron 78$ (incluyendo los billetes de ferry de vuelta, que te los dan ellos para que no hagas colas en Sausalito y valen para cualquier ferry).
El camino es casi todo sin coches, por carril bici, y vas viendo el mar y el puente todo el rato. Es bastante llano, pero largo: desde la tienda hasta el puente hay algo más de 5 km. Primero paramos en Fort Point, desde donde se tiene una de las mejores vistas del Golden Gate: la de la famosa escena de Vertigo (os habéis dado cuenta de que me encanta esa peli??).
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Desde aquí ya sí que subimos a la entrada del puente (hay que subir una cuestecita que se las trae), compramos agua y de cabeza al Golden Gate! El puente en sí no es muy largo (unos 2,5 km), y se cruza enseguida. Qué frío pasamos!!! Pero merece la pena Llegamos al otro lado y parecía que habíamos cruzado a otro mundo: un sol estupendo, como 5ºC más y nada de niebla. Desde el final del puente hasta Sausalito es cuesta abajo y se tarda muy poquito.
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Por supuesto, comimos en la famosaa hamburguesería del toldo verde, pero como ya han comentado por aquí (creo que fue pilaralgon), la carne sabe demasiado a brasa, como a requemado, a mí no me apasionó. Pero no está mala, eh? Es sólo que las he comido mejores durante el viaje. Después de comer y dar una vuelta por Sausalito cogimos el ferry de vuelta, desde donde teníamos unas vistas maravillosas de la ciudad:
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Hay dos compañías de ferry: una te deja en el ferry building y otra en el pier 41, que es la que queríamos coger porque está más cerca de la tienda donde teníamos que devolver la bici. Pero nos equivocamos de barco y acabamos en el ferry building, aunque no fue mucho trastorno porque tardamos muy poquito en llegar a la tienda con la bici. Devolvimos el tandem sano y salvo y deshicimos andando parte del recorrido que acabábamos de hacer en bici. Vimos Fisherman's Wharf y el Pier 39 con sus famosos inquilinos:
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Desde el Pier 39 también se tiene una buena vista de Alcatraz:
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Como era 4 de julio, nos enteramos de que habría fuegos artificiales en la bahía esa noche y decidimos subir a verlos y a cenar por allí (queríamos probar el clam chowder), así que nos fuimos hacia el hotel para cambiarnos antes de cenar. Cogimos un bus que nos dejó en el Ferry Building y desde ahí el tranvía que recorre la calle California, famosa por multitud de persecuciones de coches en películas:
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Llegamos al hotel con el tiempo justo de descansar un poco, ducharnos y salir para cenar. Pero, sorpresa! si por la mañana había colas para coger el tranvía, lo de la noche era de locos. De hecho, la línea Powell&Hyde estaba cerrada, que era la que llevaba a donde serían los fuegos. Sólo estaba funcionando la otra, Powell&Mason, pero era literalmente imposible montar sin hacer por lo menos una hora de cola. Intentamos coger el tranvía F, que recorre Market para luego subir por Embarcadero, y fue imposible también. Y nos pusimos a pensar en la multitud de gente que habría en la bahía viendo los fuegos... algunos llevaban cogiendo sitio desde por la mañana, que los vimos cuando pasamos en bici. Así que, con lo hartos de gente que habíamos acabado en Yosemite, cambiamos el plan de los fuegos artificiales por una cena en el Cheesecake factory pensando que habría menos gente que el día anterior porque tenían que estar todos viendo los fuegos. No fue del todo cierto, porque tuvimos que esperar, pero sólo media hora que pasamos en el bar con unos buenos cócteles (buenos pero caros: cóctel+cerveza 19$). Cenamos bien, aunque nos pareció que el sitio está un poco sobrevalorado. La comida está rica, pero las raciones no nos parecieron exageradas (65$).
Y ya muertos de cansancio (y de frío!) nos fuimos para el hotel, pensando ya en el día siguiente...