Este fue el primer día efectivo en Kathmandu. Lo primero que queríamos hacer era cambiarnos de hotel, porque en Kathmandu queríamos estar tranquilos y alojarnos en un hotel decente
Así que tras desperezarnos tranquilamente nos dimos una ducha y desayunamos en una cafetería muy bonita, al lado del que iba a ser nuestro futuro hotel. Fuimos al hotel Kathmandu, la habitación era súper bonita, aunque hubo algo de jaleo con el precio de la habitación. Nos equivocamos con la moneda que estaba configurada la web de booking, nosotros lo teníamos en rupias indias y por eso no coincidía con lo que nos estaban ofreciendo ellos. A pesar del malentendido decidimos quedarnos (pagando 1500nps), porque la habitación lo merecía, estaba súper limpia, céntrica y elegante. Así que llevamos las cosas en visto y no visto.
Salimos y fuimos al templo de los monos (Swayambhunath). Fuimos andando, y empezamos a subir por las escaleras. Mientras las subíamos vimos que un mono le robaba una caja de galletas a un guiri. Bien empezábamos, después de mi experiencia con los monos en Jaipur….
El templo y la estupa súper guays con todas las banderitas de rezo nepalíes, merece totalmente la pena



Además había unas vistas de Kathmandu estupendas.

D se comió un helado con monos alrededor amenazados por el tirachinas del heladero. Pasamos un buen rato sacando fotos y disfrutando de la estupa y volvimos a bajar por las miles de escaleras. Mientras bajábamos vimos a otro mono robando una botella de agua a otro guiri. Que de hecho el mono consiguió abrir hasta la botella de agua y todo, que artistas estos monos!!!
Comimos un par de hamburguesas en un restaurante justo debajo del templo, una de pollo y otra de búfalo que supieron a gloria bendita.

De camino a coger el autobús en Rin Road vimos una pastelería que tenía una pinta de la leche! Y compramos el postre y unos pastelitos para desayunar. Las pastelerías parece que eran una cosa típica de Kathmandu, y la verdad que nos encantó, se puede comer un pastelito de chocolate en cualquier lado. Junto a Ring Road había estas estatuas.

Cogimos el autobús hacia la Stupa Budannath. La verdad que el tema del transporte público para nosotros fue una gozada, hay un encargado de autobús que va gritando las paradas. No se les entiende nada, pero si les preguntas te dicen donde se puede coger.
Nos bajamos en la parada de la estupa, y a pesar de que habíamos leído que había que pagar entramos sin que nadie nos pidiera nada (puede que fuese porque ya era tarde). La verdad que la plaza está súper guay!



Parece que caminas por una plaza de un pueblecillo de holanda o bélgica con una estupa en medio. Estuvimos sacando fotos hasta que empezó a oscurecer, y fuimos a tomar una cerveza a un bar español que hay en la misma plaza, La Casita. El bar un poco carillo para presupuesto mochilero pero merece la pena tomarse una cerveza tranquilamente mientras ves oscurecer. La verdad que muy recomendable.


La vuelta decidimos hacerla en taxi porque a mí me dolía un poco el pie (3 semanas antes del viaje me había roto un hueso del pie) y no me apetecía mucho coger dos autobuses abarrotados. Menudos atascos había a esas horas… nos costó un buen rato llegar al centro
Fuimos a cenar a un restaurante que está en Thamel y solo pedimos una pizza porque D tenía las tripas un poco mal, y fuimos al hotel a descansar. Así terminó nuestro primer día por Katmandu.