El tren salía a las 07:00, por lo que nos tocó madrugar un poco. Cogimos un tuktuk por 50 rps para que nos llevase. En la estación compramos unas galletas súper buenas para desayunar mientras esperábamos al tren.

Aunque le viaje era por la mañana, los billetes los cogimos en la clase Sleeper Class. La verdad que estuvo bien coger cama porque así pudimos dormir un poco y llegar más descansados aún a Jodhpur. Así eran los vagones de sleeper:




Comimos en el tren pan de molde con jamón que habíamos traído, así que una vez llegamos a Jodhpur estábamos listos para cualquier cosa. Teníamos mirados dos hoteles que estaban bastante cerca y nos vino bien, porque en cuanto salimos de la estación nos empezaron a ofrecer hoteles, tuktuks…. Le enseñamos a uno la dirección de los hoteles y nos comenzó pidiendo 250 rps, aunque enseguida bajó a 50.
Cuando entramos al hotel que teníamos apuntado como primera opción nos pareció que estaba aceptable. Nos pedían 500 rupias por la habitación, pero le dijimos que en booking lo vimos por 265 rps. Nos dijo que se lo enseñásemos, y como llevábamos capturas de pantalla en el móvil, nos dejó la habitación por ese precio. Así que ya sabéis, si lleváis hoteles mirados hacer capturas con el móvil, ya que in situ os intentarán cobrar más
Dejamos las mochilas en la habitación y sin perder tiempo salimos a explorar la ciudad ya que teníamos poco más de 24h para visitarla. Fuimos andando a la torre del reloj que parece que es el centro del mercado y callejeamos por el mercado. En general el mercado está preparado para los locales, no tanto para los turistas. Los productos están organizados por calles y puedes encontrar de todo. Pero sobre todo muchas, muchas telas.

Subimos al Jaswat Thad (50 rps la entrada) la verdad que está cuidado y viene bien descansar un poco del bullicio de la ciudad. Dimos una vuelta y descansamos un poco sentados en los jardines. Para subir es recomendable coger un tuktuk porque queda en un alto, nos pedían 100 rps pero al final subimos por 60. Bajar lo hicimos andando y así paseamos por calles más alejadas del centro.


Nos gusta pasear traquilamente por las zonas que se salen un poco de los lugares más turísticos, ya que es donde se descubre de verdad las ciudades.



Dimos una última vuelta por el mercado y volvimos para cenar en el hotel. Tiene una terraza con unas vistas espectaculares tanto al fuerte como a la ciudad. Pedimos huevos fritos, patatas fritas y pan de queso, muy poco indio pero todavía estamos probando cosas poco a poco. Lo único malo que había bastantes mosquitos

Disfrutamos de la cena y de las vistas, charlamos un poco con los demás huéspedes que estaban cenando y aprovechamos la tranquilidad del sitio para mirar hoteles en los que poder quedarnos en Jaipur, hablar con la familia, etc.