Esa mañana nos levantamos a las 4:30 para ir a ver el amanecer al Taj Mahal. Salimos sobre las 05:10 del hotel y fuimos andando, ya que lo teníamos a unos 500m. La taquilla la abrieron a las 05:30 y éramos los primeros. La entrada 1100 rps y te dan unos patucos y una botella de agua a temperatura ambiente, es decir, al punto de ebullición.
Nos pusimos en la cola, y éramos de los primeros también. Las mujeres por un lado y los hombres por otro. Después nos revisaron las mochilas. Se puede meter lo imprescindible, dinero, agua (tu agua también) y cámara (nada de cuero, ni tabaco ni nada) a nuestros amigos no les dejaron meter algunas cosas, y tuvieron que dejar la mochila en consignas, que está en la zona de la taquilla de las entradas.
Hubo gente que entró corriendo para sacar las primeras fotos, y la típica foto. Es verdad que ya desde el principio hay mucha gente pero bastante menos que a las 09:00 que fue cuando salimos.

El Taj Mahal es impresionante, por muchas fotos que veas, cuando entras y lo ves ahí en frente te deja sin respiración. Nunca había visto algo tan bonito, tan perfecto. Fue un acierto haber ido tan pronto para disfrutarlo a una temperatura muy buena, a partir de las 8 o así el sol empieza a cascar y no lo disfrutas tanto. A pesar de haber muchísima gente, no nos dio sensación de que estuviera muy masificado, es un espacio muy amplio. Además conseguimos sacar fotos con poca gente detrás.



Para entrar dentro te tienes que descalzar o ponerte los patucos que te dan en la entrada. Nosotros preferimos descalzarnos. Lo mejor para nosotros fue pasear tranquilamente, disfrutar, estar sentados y observar/disfrutar del Taj desde distintos ángulos. Nos transmitió mucha paz y tranquilidad, no sabemos si por la simetría, la blancura el entorno…



Algunos comentarios extra; en la entrada nos avasallaron los guías, hay dos tipos de guías los que te cuentan la historia y los guías fotográficos, estos son los que te ayudan a sacar las mejores fotos. Como éramos 5 decidimos no coger este segundo tipo de guía, si estás solo o en pareja tal vez sea interesante para poder sacar fotos de los dos. Nosotros tuvimos suerte, y un hombre que tenía un guía de esos nos pidió las gafas de sol para sacar una foto chula, como se las dejamos, nos explicó el truco de cómo sacar la foto del Taj reflejado en la retina. Está bien prestar atención y ver que fotos saca la gente que lleva guía para copiarles


En total estuvimos casi 3h y cundo salimos había muchísima más gente que cuando llegamos. La verdad que se me hace hasta difícil de explicar que ver en el Taj y qué hicimos. Solo fue pasear, disfrutar de la calma y sacar fotos. La verdad que si fuese por nosotros nos hubiéramos quedado más tiempo, pero había que ir a desayunar y llegar con tiempo a la estación de tren. Nos fuimos mirando fijamente al Taj Mahal, todos sus detalles, las formas, etc. un largo photo finish para que se nos quedase grabado en la retina y en el cerebro.

Después fuimos desayunar al hotel y a hacer el check-out. Nos pusimos como el Kiko otra vez, además este segundo día había hasta pancakes, huevos fritos, salchichas, zumo… de todo. Recogimos todo, y hacia la estación para coger el tren a Orccha (que el víspera lo conseguimos gracias al de la recepción).
El tuk tuk a la estación nos costó 100 rps y a la vez nuestra salieron los otros en coche, ya que les iba a llevar su conductor. Nosotros gracias al tuk tuk llegamos antes y les esperamos. Nos volvimos a despedir ya que ellos iban directamente a Khajuraho, donde nos volveríamos a encontrar al día siguiente. Estuvimos esperando un buen rato y nos montamos en el tren. Fuimos en camas de 2nd Class y la verdad que pudimos dormir bastante, después del madrugón nos vino muy bien.
Llegamos a Jhansi llegamos 20 min antes de lo que marcaba, lo que pasa que Orccha está a unos 25 minutos del pueblo y tardamos un rato en ir hasta allí. Fuimos a un hotel que lo teníamos apuntado, que la verdad que era bastante cochambroso pero bueno, solo teníamos una tarde y lo teníamos que aprovechar al máximo.
A D le gustó mucho Orccha, a mí la verdad que no mucho. Al ser un pueblo poco turístico no estaba nada cuidado y lo peor era que fue el pueblo donde más dinero pedían.
Alquilamos dos bicicletas, bueno, uno era el del empleado del hotel, y otra en la tienda que estaba al lado, por 10 rps la hora. La experiencia de andar en bici estuvo guay, y aprovechamos mucho más la tarde, pero eran un peligro con ruedas. La de D no frenaba nada (pero nada de nada, literal), la mía bastante regulero y no tenían cambios, asique las cuestas eran imposibles de subirlas.
Dimos un par de vueltas por el pueblo y fuimos a un templo, parecía que estaba bastante abandonado y los jóvenes que estaban ahí tenían un negocio montado de la leche, por 50 rps pudimos subir hasta la parte más alta y ver las vistas de Orccha, estuvo bien. Vimos a dos ingleses jubilados, charlamos con ellos, y nos hizo gracia la situación porque eran auténticos mochileros, a ver si nosotros podemos seguir viajando así a su edad.


Bajamos y cogimos las bicis para ir a la zona de los cenotafios, la zona estaba bien pero había mucha suciedad alrededor. Dos cenotafios que estaban más cuidados estaban en un recinto cerrado que había que pagar entrada. La entrada se compra en el palacio por 250 rps y vale para varios monumentos de la ciudad. Para esa hora había empezado a oscurecer asique decidimos no comprar la entrada porque los lugares turísticos se cierran cuando se pone el sol. La verdad que una pena, porque me apetecía entrar en el palacio, pero teníamos pocas horas en Orccha y no se podían estirar más.



Así que fuimos a la zona del río para ver el atardecer, allí había muchos locales. Las vistas eran muy bonitas, con los cenotafios de fondo y el cielo con ese color anaranjado.

Compramos algunas galletas para desayunar al día siguiente en el tren de Orccha a Khajuraho y fuimos a entregar las bicis. El de la tienda no tenía cambio de 100rps (le teníamos que pagr 30) y nos decía que fuéramos a dar una vuelta más para cubrir las horas, ni poco listo el tío. Al final compramos una botella de agua y con los cambios le pagamos. También devolvimos la bici del hotel y nos fuimos a cenar. Era pronto, las 19 o así pero teníamos bastante hambre, porque solo habíamos comido unos sándwiches de jamón y estábamos muertos.
Cenamos en un restaurante que nos dijo el dueño del hotel que estaba bien, arroz frito con huevo y una pizza con cerveza. Bien. Y nos fuimos al hotel con intención de dormir. Queríamos pagar en ese momento porque al día siguiente sobre las 6:00 saldríamos a la estación para coger el tren a Khajuraho. Como el dueño no estaba tuvimos que esperar hasta las 21:00 para que apareciera y pagarle todo.
