Llegamos a Jaisalmer tras dormir un rato en la locura de vagón de anoche. Eran las 5:00 de la mañana. Tras bajarnos del tren, tal como habíamos quedado con el chico de ayer en Bikaner buscamos a alguien con un cartel con nuestros nombres, pero para nuestra sorpresa apareció él mismo. Pero de dónde leches ha salido este tipo ahora??? Si ayer estaba en Bikaner….cómo ha llegado tan rápido a Jaisalmer?? Y además tiene más cara de dormido que nosotros!!. Bueno, “this is India” pensamos, estamos demasiado cansados para hacer preguntas y solo queremos descansar por fin en una cama normal un rato. Nos lleva a su hotel que se llama Hostal Tofu Safari. El precio lo que habíamos acordado en Bikaner 300 rps la noche y el hotel estaba muy bien, era nuevo. Dormimos un rato, necesitábamos descansar. A media mañana nos levantamos, ducha reconfortante y como el precio era muy bueno desayunamos en el hotel, para darles un poco de negocio, además los camareros era muy majos y muy atentos. Después vino a vernos el dueño (sí, el que nos habíamos encontrado en Bikaner y nos recogió en la estación) , nos quería vender la excursión al desierto a toda costa. Es algo típico en Jaisalmer, pero nosotros habíamos pensado no hacerla porque el año anterior habíamos estado en marruecos y según habíamos leído el desierto aquí no era tan impresionante. La verdad que insistió bastante, pero creímos haberle convencido de que no la haríamos.
Una vez descansados, aseados y con la tripa llena, salimos a visitar Jaisalmer. El hotel se encontraba fuera de la zona amurallada, así que fuimos subiendo hasta adentrarnos en las murallas.



Fuimos a ver la Patwa Havelim, nos gustó mucho, con todos esos detalles en su fachada

Callejeamos tranquilamente por dentro del fuerte y los alrededores. Estábamos agusto, es una ciudad muy bonita, tenía callejuelas estrechas y había muchas vacas por la calle, pero se veía mucho más cuidada y tranquila que las demás ciudades que habíamos visitado hasta el momento.


Nos compramos unos pantalones por 150 y 300 rps, y fuimos a cenar a una terracita con vistas panorámicas, justo encima de las murallas del fuerte. Estuvo muy bien. El restaurante se llamaba The Panorama Café.
