Al día siguiente decidimos visitar la ciudad de Cascais. Está ubicada a unos 25 kilómetros de la ciudad de Lisboa, y limita además con Sintra, Estoril, con el Atlántico y con Oeiras. Como no sabíamos donde se cogía el tren, fuimos andando por Lisboa y llegamos hasta Plaza de Municipio. Aquí nos hicimos algunas fotos, la plaza es muy bonita y tiene estas esculturas, no se lo que representan porque no he encontrado información al respecto.

Seguimos andando y llegamos cerca de una comisaría y preguntamos al policía donde coger el tren para ir a Cascais, me pongo hablar con él en portuñol




Al final preguntamos a un chico (ya habló mi marido) y nos indicó


Uno de los atractivos principales de Cascais es su Puerto o Marina, un lujoso puerto con capacidad para más de medio millar de embarcaciones. A Cascais la llaman la Costa del Sol portuguesa. La ciudad fue un lugar de veraneo para duques y reyes del siglo XVIII que dejaron un legado de mansiones y palacios. Pese al creciente turismo, Cascais no ha perdido su esencia de antiguo pueblo de pescadores. Os dejo mapa de la localidad.

Cascais históricamente ha sido relacionada con la alta sociedad y esta relación empezó en el año 1870 y fue gracias a la familia real portuguesa quien transformó la región en lugar atractivo para la nobleza y aristocracia, tanto nacional como internacional. Incluso sirvió como país de refugio para la familia real de España, y otras familias reales europeas que también vinieron aquí a vivir. Cascais fue conocido como "el refugio de los famosos" y ahora, aunque ya no es un destino de lujo y es accesible para todo tipo de viajeros, sí que mantiene ese ambiente relajado, distendido y no masivo que lo caracterizaba por aquella época, hablo de cuando nosotros estuvimos, hoy día imagino que ya será más masivo, por desgracia , como casi todo.

Mirando a la bahía, se encuentra esta escultura del Rey Carlos I realizada en 2008. La escultura de bronce, se presentó con motivo de los 100 años del asesinato en Lisboa del rey Carlos I y presenta al monarca de pie, en el borde de su yate Amelia, mirando la bahía. El rey está vestido con un uniforme de la marina de guerra y con los prismáticos en la mano, la base del monumento simboliza el mar. D. Carlos de Bragança, que desarrolló actividades artísticas y deportivas intensas, organizó una docena de campañas oceanográficas entre 1896 y 1907 y construyó en el Palacio de la Ciudadela el primer laboratorio de biología marina en el país.

En la pequeña pero bonita Plaza 5 de Octubre, se encuentra la Cámara Municipal de Cascais y una estatua de D. Pedro I implantada en 1965, rey que en 1364 otorgó una carta de Vila a Cascais.

Nos vamos caminando por la Avenida Rey Humberto II de Italia hasta la Boca del Infierno. Zona con grandes acantilados frente al mar con un arco natural y una cueva abierta creada por la erosión de las olas. El nombre de Boca del Infierno proviene de un antiguo cuento local, que narra cómo un viejo hechicero que habitaba un castillo sobre las rocas se enamoró de la mujer más hermosa del lugar. Por miedo a perderla, la hizo prisionera en el castillo, pero el soldado que la custodiaba, ansioso por saber qué se ocultaba tras las puertas de aquella celda, decidió abrirla y, al ver a la muchacha, también se enamoró de ella. En este caso, su amor fue correspondido y decidieron fugarse juntos, pero cuando escapaban del castillo a caballo, el hechicero los vio y, mediante un conjuro, consiguió que las rocas bajo sus pies se abrieran engullendo a la pareja con un tremendo estruendo. Se cuenta que, desde entonces, el lugar fue bautizado como la Boca del Infierno que se había tragado a los enamorados de la leyenda




Volvemos hacia Cascais y vamos paseando a orillas del mar haciendo fotos aquí y allá.

Paseando por el Paredão de Cascais (paseo marítimo), casualidades de la vida, nos encontramos a un compañero del trabajo de mi marido en Madrid, también brasileño, pues aprovechamos y comimos los tres en uno de los restaurantes que hay en el paseo junto a la playa.

Después de la comida, el compañero se va por su camino y nosotros continuamos el nuestro. Al lado se encuentra la Playa de Tamariz donde no coge ni un alfiler y donde se puede observar el Fuerte de la Cruz, esto ya pertenece a Estoril. La construcción de esta fortaleza remonta al siglo XVII en la época de Felipe III de Portugal. Se inserta en una línea de fortificaciones de defensa costera que se extendía desde la playa de Abano a Caxias. Fue construida para prevenir un posible desembarco enemigo con el propósito de la ocupación de la capital. Su nombre original era Fuerte de la Cruz de San Antonio de Assubida, y fue diseñado para "fuego cruzado" con otro fuerte, hoy destruido. Fue comprado al Estado en 1894, por el bisabuelo de los actuales propietarios, y se insertó en el movimiento de la moda de la Corte que siguió al Rey en su estancia de verano a la zona de Cascais.

Hace bastante calor y me hubiese dado un bañito, pero como hay demasiada gente, sólo entro al agua para hacer un poco de postureo


Un poco más adelante se encuentra la Praceta Nuno Ribeiro, aquí ya queda menos gente porque ya es tarde y el sol está cayendo.

Continuamos caminata hasta llegar a Lisboa, la vuelta la hicimos toda caminando a orillas del mar y algo de ciudad, son unos 30km aproximadamente. Paseamos un rato por la ciudad hasta nuestro alojamiento, nos compramos algo para cenar en la habitación y a descansar que hoy hemos cumplido
