Vamos acabar el día con un baño en Ferraria, al descender por la empinada carretera, el camino asfaltado conduce a una pequeña piscina natural rodeada de rocas volcánicas donde el contraste de colores parece salir de un cuadro, que preciosidad.



Dejamos el coche en el parking gratuito, tienes dos opciones, una pagar una tarifa y tener acceso al spa y a la piscina exterior en las Termas da Ferreria, o por el contrario, ir a la piscina natural de forma gratuita, obviamente nosotros elegimos ésta


Para esta última opción hay que tener en cuenta que a menudo el oleaje es intenso y que a veces el agua se pone extremadamente caliente cuando la marea está baja, así que lo mejor es bañarse cuando la marea está por la mitad porque según he leído, si la marea es alta el socorrista pone bandera roja y no deja bañarse. Nosotros vinimos como a las 18:30h de la tarde, no entiendo de mareas pero creo que a esta hora es baja o media




Aunque parezca que el agua está tranquila no te fíes, ya que hay corrientes y te lleva de un lado para otro sin poder evitar chocarte con la gente o con las rocas, por eso es recomendable ponerse en el centro de la piscina, para evitar posibles arañazos.


El lugar es perfecto para nadar, bucear y relajarse en las aguas cristalinas, no lo recomiendo para niños menores de 8/10 años, por lo que os decía antes de las corrientes que te llevan de un lado para otro. Mientras mi hijo, sobrina y yo nos bañábamos, mi hermana nos iba haciendo fotos a nosotros y al entorno volcánico.



Si os fijáis, en la izquierda de la foto hay un chico con bañador azul, ahí se puede ver que hay una cuerda atada de lado a lado de la piscina para que te agarres si en un momento dado el oleaje te lleva mar adentro, todo bien pensado, también hay unas escaleras metálicas para bajar y subir a la piscina natural. Ya va quedando menos gente y nos vamos quedando algo más relajados.

Nos fuimos a la parte de las rocas para descansar un poco pero no se si fue buena idea ya que al romper aquí las olas, había momentos que nos ponía patas arriba literalmente, jajajaja.


Mi hermana siempre con cámara en mano está pendiente de hacernos fotos y sacarnos nuestra "mejor cara", como en mi caso, que parezco un pez globo en todos los sentidos



Me acomodo mejor entre las rocas y parece que tengo un poco de paz para relajarme, pero no, aquí tampoco me libro, vino una ola y me sacó de mi zona de confort, al agua patos



Estuvimos casi una hora bañándonos y revolcándonos pero mereció la pena porque lo pasamos muy bien, y el agua, pese a estar nublado estaba buenísima y no hacía nada de frío al salir, otra aventura más en mi cuaderno viajero


Nos despedimos de esta maravilla de lugar rodeado de lava volcánica que hace las delicias de los visitantes, sitio muy recomendable para pasar un día disfrutando y encima gratis




Volvemos a Ponta Delgada y nos dirigimos al aeropuerto a dejar el coche de alquiler. De camino hacemos una breve parada delante del "Monumento al Cardenal Humberto Sousa Medeiros", fue cardenal arzobispo de Boston (Estados Unidos), y una de las figuras religiosas azorianas más prestigiosas, habiéndose licenciado en Filosofía y doctorado en Teología.

Ya en el aeropuerto, entregamos el coche de alquiler y aprovechamos para hacernos otra foto de última hora.

De camino al puerto vemos estas esculturas y moles gigantes junto al mar.


Ya en el puerto nos metimos a cenar en un restaurante (no recuerdo el nombre), después de cenar paseamos por la zona y nos fuimos andando al hotel.

Muy cerca de nuestro hotel se encuentra el Parque de Bomberos Voluntarios de Ponta Delgada y enfrente hay un pequeño cementerio.


Ya en el hotel, nos encontramos con un grupo folklórico que estaban cantando y bailando, nos quedamos un rato viendo el espectáculo.




Subimos a la habitación, una ducha y a descansar
