TITICACA, Islas Uros, Amantani y Taquile 14 y 15 de mayo.
El lago Titicaca (Puma Gris). Tiene una antigüedad estimada de 3 millones de años y una profundidad media en 107 metros. Es el lago navegable más alto del mundo con una altitud media de 3.812 metros sobre el nivel del mar, el 56% pertenece a Perú y el 44% a Bolivia, sirviendo de frontera entre ambos territorios. No se de donde le viene el nombre de gris pero yo le vi un bonito color azul.

Los Uros fabrican sus islas, con unas plataformas que se forman con las raíces de la planta Totora y que se desprenden del fondo del lago de forma natural durante las tormentas, las enlazan entre si con cuerdas, encima le ponen mas totora y fabrican sus casas. No se otros pero los que nosotros visitamos si que me dieron la impresión de que viven allí, eran tres familias, es mas el guía nos explicó que hay más de cien islas como esa, muchas no admite turistas, y empieza a ser un problema porque cada día hay más, y las plantas de Totora cada vez la cortan más joven. Nos mostraron como viven, como cazan aves, nos dimos una vuelta con una de sus barcas de totora, se mueven y dirigen con una larga pértiga. A petición mía me dejó llevarla unos metros, era bastante más difícil de lo que pueda parecer.

En la isla de Amantani el sistema de asignación de turistas va por sorteo, cuando llegas al puerto ya tienes asignada una “mama”. A nosotros cuatro nos tocó la mama Sabina. Una vez todos presentados, las mamas conducen a sus asignados a sus casas, y convives con ellos un par de días.


Es una isla muy árida y casi no hay animales, los trabajos agrícolas los hacen manualmente. Por la tarde habíamos quedado en un punto de encuentro para visitar el templo de la Pachamama (femenino) o en la montaña de enfrente el Pachatata (masculino). Nuestra mama nos llama a la hora, las chicas se distraen, se nos hace tarde. Comenzamos a andar detrás de la mama. La mama viste su traje típico con su amplia falda y sandalias. Es costumbre en la isla que las mujeres mientras andan tejen, lleva un ritmo constante, subida o bajada el ritmo no cambia y no para, a 4000ms nosotros la seguimos a duras penas, y un ritmo que no es muy conveniente para nosotros. Suerte que la caminata a penas duró 20 minutos y aún así me dio un molesto dolor de cabeza, que se me pasó en cuando descansé un poco.
El guía explica las costumbres de la isla, excepto lo de la costumbre de tejer mientras caminan, a penas me acuerdo de lo que dijo. Iniciamos la subida hacia esta vez cada uno a su ritmo, casi todo el mundo elige subir al Pachatata (está más cerca), arriba vemos la puesta de sol y hacemos una ofrenda de hojas de coca mientras pedimos un deseo, naturalmente no creemos en estas cosas, pero por si acaso.
A la vuelta se nos hizo de noche, suerte que la mami, envió su hija a buscarnos, si no ni de coña encontramos la casa. Durante la cena conocemos al marido, charlamos un rato antes de irnos a la cama.
Al día siguiente 15 de mayo, a las 5 de la mañana yo ya estaba despierto. Me levante y sentado en una piedra contemplé un espectacular amanecer sobre el Lago Titicaca.
Nos reunimos para el desayuno a estas alturas ya tenemos aborrecido la coca, la muña y el café soluble, echo de menos un buen nespresso.


La vuelta la hicimos por otro camino diferente, hay muchas construcciones. Es una isla en pleno desarrollo, ojala que no pierda su encanto.
Por algún sitio he leído que lo de las islas Uros y Amantaní son una turistada. Eso depende de las expectativas de cada uno, de la actitud y los ojos con que lo mires. Si esperas tener algo así como una experiencia religiosa, lo dudo. Para mi simplemente fue algo curioso, en el sentido que ves cosas, gentes y paisajes diferentes.
Atardecía lentamente en Puno cuando llegamos, nos dimos un paseo por sus calles, birra en el local ochentero con videos de Héroes del Silencio y cena. A las diez ya estábamos en la estación del bus. Viajaremos de noche para Arequipa la famosa ciudad blanca.