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Dia 5. Salta-Jujuy- Cerro de los 14 colores en Hornorcal-Tílcara.Part 1.
Puntual, Pilar nos deja el desayuno en la mesa del jardín a las 7 de la mañana. Hace mucho frío, con un termómetro que marca 3 grados. Tanto frío que el coche está congelado cuando salimos media hora más tarde.
La idea es ir por la carretera panorámica 9 que llega lleva a JUJUY ( o San Salvador de Jujuy). Son 94 km por el Camino de la Cornisa, una carretera panorámica, sinuosa y bastante estrecha ( angosta, como la llaman aquí ) que circula por la frontera entre las provincias de Salta y Jujuy. Si vas por la autopista ( por donde regresaremos, solo ganas 15 minutos según el gps, asi que preferimos hacer este tramo por la Cornisa. La carretera está asfaltada pero no hay arcén, y a veces es tan estrecha que dos coches grandes tienen que pasar despacio para no tocarse.
En este tramo, comprobamos lo temerarios que son los argentinos al conducir. Nos adelantan coches en continua, en las curvas invaden la calzada y no se apartan demasiado (o nada) cuando pasan por tu lado, con lo que tienes que extremar las precauciones un montón. Ah, y los intermitentes solamente sirven para decorar el coche. No para usarlos. A pesar que hay tramos para parar y tomar fotos, la neblina de primera hora de la mañana ( no son ni las 9) no deja ver mucho más allá. Eso sí, se intuyen algunos tramos espectaculares.
Llegamos a Jujuy y aprovechamos para pasar por el super mercado para comprar cuatro cosas que necesitamos, e por suerte, podemos aprovechar que hay baños en todos los supermercados ChangoMas ( dato importante ;-= ). Seguimos teniendo problemas para recargar la tarjeta de teléfono y ahora si que los necesitamos para el gps. No nos queda otra opción que entrar en la ciudad de Jujuy para buscar una tienda oficial de Claro ubicada en el centro centro, al lado del Mercado y del Banco de la Nación y en todo el centro muchas colas para todo. Nos armamos de paciencia y mientras uno de nosotros aparca y se espera, que llevamos el coche cargado, yo me acerco a la tienda. Por fin, y 40 minutos después, solucionamos el tema de la recarga y con saldo suficiente para el resto del viaje.
Continuamos hasta Tílcara. Son unos 90 km esta vez por una carretera muy transitada de camiones y autobuses de linea ya que es la carretera que lleva a la frontera con Bolivia..
El paisaje es un espectáculo. Bordeando el Río Grande, las montañas son una variedad casi infinita de tonos ocres y rojizos debido a las tierras arcillosas de las Quebradas, y donde destacan los cactus tipo candelabro o “ cardón”, como lo llaman y del que se aprovecha toda la corteza para hacer desde artesanía a tejidos, o como sustituto de la madera ya que en esta zona no hay demasiados árboles.
El paisaje agreste y duro es a la vez espectacular. Podemos parar muchas veces para hacer fotos, y aunque sea la misma vegetación y parte de las Quebrada de Humahuaca, es una maravilla.
Sobre las 12’30 llegamos a Tílcara, una ciudad de origen prehispánico que nos recuerda mucho a Perú. Está a unos 2600 msnm. Y se nota porque el aire parece que pesa más y te obliga a caminar más despacio. De hecho, los rasgos físicos de la población local son muy quechuas y las cuatro tiendas de artesanía que vemos de camino al hotel son las mismas. Es un pueblo de unos 6000 habitantes según la wikipedia pero con mucho mochilero, hostels, familias viajeras y autoestopista en la carretera, que nos cuentas en el hotel que se triplica en verano. Además, comparado con Iguazú, todo es muy barato.
El hotel se llama Tierra Andina Hostal y Cabañas por el que pagamos 6380 pesos por 2 noches ( un mini apartamento con cocina, baño privado y dos habitaciones y parking ) pero todavía puedes ahorrar más si te hospedas en su Hostel, con baño compartido y que se encuentra a 500 metros. El hotel no está lleno por lo que podemos hacer el checkin antes de la hora prevista.
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