DIA 15. Excursión a Colonia de Sacramento. Uruguay.
Hoy toca madrugón. A las 6'15 nos viene a buscar el taxi para llevarnos al Buquebús. Nos vamos de "finde" a Uruguay, aunque es un finde, de lunes y martes.
Nos recomiendan estar a las 6'30, dos horas antes de la salida, y a esas horas la terminal es un ir y venir de gente porque salen 3 buques a la vez. Sin maletas ni coche, estar dos horas antes es quizás demasiado ( al menos ahora en agosto)
El trayecto Buenos Aires- Colonia del Sacramento- MOntevideo- Buenos Aires nos sale por 187 euros por persona. La ida hasta Sacramento son 45 minutos ( de hecho, está enfrente de Buenos Aires, a 50 km ) , y me hace gracia que como crucero que es, hay un duty free y hasta que no sale del puerto no lo abren. Y la gente haciendo cola en la puerta esperando a comprar… ( a precios extremadamente caros… ).

Llegamos a Colonia puntuales a las 9'15. Los trámites de aduanas ya los hemos pasado antes del embarque, pero aquí tenemos que pasar todo el equipaje, por pequeño que sea para controlar que no introducimos comida en el país. Hay muchos pasajeros que van y vienen en un día desde Buenos Aires, porque merece mucho la pena y es una excursión muy típica.
Nos dan un mapa en la oficinita de turismo de la terminal y un par de indicaciones y nos vamos al centro histórico. Aprovechamos que la terminal de buses está al lado y preguntamos en TURIL, la empresa de buses si podemos cambiar los billetes a Montevideo y salir más pronto, porque hay 170 km hasta Montevideo y así no llegamos tan tarde. El billete vale 12 euros, y lo cambiamos sin problema porque hay plazas libres

Colonia ( o Colonia del Sacramento)está en la ribera izquierda del Río de la Plata, y su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad. Es una ciudad pequeña pero muy bonita, de estilo colonial con casitas bajas y calles empedradas y que durante siglos, iba pasando de manos portuguesas a españolas y viceversa. Como el primer buquebús llega a las 9'15, los primeros turistas llegan al centro histórico a las 10. Pues esa es la hora en qué abren las tiendecitas y los bares.

La otra oficina de turismo está a la entrada del centro histórico, y compramos una entrada para la visita guiada hecha con guía oficial por 200 pesos. Como no hemos visto ningún cajero, cambiamos 50 euros en la única oficina de cambio abierta a un precio carísmo. Se quedan 12 euros de comisión. Pero en realidad no es necesario ya que aceptan también pesos argentinos ( e incluso reales brasileños). Por 38 euros nos dan 1910 uruguayos.
De 11 a 12 paseamos con Vanessa, la guía y es una visita muy interesante, amena y que merece mucho la pena hacer. Termina en la iglesia y des de allí, nos acercamos a la calle de los suspiros, al faro, al bastión del Carmen, y callejeamos tomando fotos y disfrutando del buen clima y sol que hace. Y apenas gente. Ya nos advierte Vanessa que en verano es una locura y más desde que hace unos años, se ha puesto de moda y muchos extrangeros compran casas y suben todos los precios..

Es hora de comer, y con el madrugón, tenemos hambre y en Uruguay hay que probar el "chivito" y nos vamos al mejor de la ciudad, según nos comentan: Los Farolitos. Un pequeño bar, con 4 mesas y sillas en la calle y donde solo aceptan efectivo, pero las 3 monedas.

Leemos que el sándwich nacional de Uruguay nace en 1944 cuando una turista argentina pide un bocadillo con carne de chivo, común en su tierra, pero que al no tener en Uruguay lo sustituyeron por ternera y servido con pan tostado, queso, jamón y el jugo de la carne, se convirtió en el plato estrella. El chivito es un plato contundente pero delicioso. Nos tomamos un café en una cafetería cercana y después de comer nos vamos a pasear bordeando la orilla del Rio de la Plata durante un buen rato, para hacer un poco de ejercicio después del contundente chivito.
De regreso, hacemos tiempo en una cafetería esperando la hora de salir a Montevideo.

Y llegar allí, es una odisea. Las casi 3 horas se convierten en 3'30, y de las 9 paradas establecidas que pone en el web, en realidad hace como 30. Entra y sale de pueblitos, urbanizaciones y va por carreteras principales y desvíos por lo que constantemente sube y baja gente. Y como ha oscurecido nada más salir de Colonia, todo el trayecto es de noche y se hace muy pesado porque no hay nada iluminado. Menos mal que hay baños ( y funcionan).
Cuando llegamos a Tres Cruces, la estación central de buses y estamos hambrientos y cansados. Nos metemos en el centro comercial y buscamos algún sitio de comida rápida y cogemos un taxi para ir al hotel. Menos mal que está cerca y en 10 minutos llegamos al HOtel Crystal. Un hotel de 4 estrellas, de negocios por el que pagamos 54 usd. Eso sí, un lujo relativo pero una habitación casi tan grande como mi piso y una cama super cómodo. Lástima que está mal aislado del ruido de la calle y eso que estamos en un 7 piso.