A veces no hace falta irse de viaje muy lejos para visitar lugares maravillosos, que normalmente y erróneamente pensamos que sólo existen en otros países. Éste lugar mágico, se encuentra a tan sólo una hora de Madrid, en la provincia de Toledo sin ir más lejos. Se trata de las impresionantes Barrancas de Burujón, lugar muy poco conocido y más en el año que fui yo donde todavía a la gente no le había entrado el "boom" de viajar tanto, esto llego durante y después de la pandemia del Covid-19, antes éramos muy pocos los que ya teníamos el "virus de viajar" en las venas, después la gente se volvió loca y empezó a viajar como si se fuera acabar el mundo, jajajajaja. Hoy día son más populares tras su aparición en distintos medios de comunicación y redes sociales, esto ha provocado la masificación del entorno. Esperemos que la gente sea cívica, ya que es un entorno único, aparte de ser declaradas Monumento Natural el 26 de octubre de 2010. Os dejo mapa de la zona cogida de internet.

Podéis llegar en coche sin problemas hasta las mismas cárcavas. Eran las 17h cuando llegamos a esta maravilla de la naturaleza creada en el curso del río Tajo.


Geológicamente, la zona se encuadra entre la Cuenca Sedimentaria Terciaria de Madrid y la Meseta Cristalina de Toledo. Las tonalidades rojizas del espectacular escarpe, contrastan con las aguas del Tajo haciendo un conjunto de gran valor paisajístico y para muestra, una foto


En algunas zonas salva desniveles de más de ciento veinte metros de altura, donde habrá que tener cuidado extremo con los niños y mascotas ya que el terreno es arenoso y de fácil derrumbe, sobre todo si ha llovido, cuidado!!.

El paraje es Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interés Comunitario de la Red Natura 2000, la flora es escasa en la zona y de fauna tiene una gran comunidad de aves rapaces como el águila-azor perdicera, el búho real o el halcón peregrino (este es más escaso). La comunidad de mamíferos cuenta con especies como el gato montés, la jineta, el turón o garduña. Ósea que si contáis con unos buenos prismáticos y la suerte os acompaña, estaréis la mar de entretenidos, si no, siempre podéis sentaros como hice yo para disfrutar del paisaje al atardecer.

También tenéis la opción de pasear por los alrededores o bajar a pie de río disfrutando del entorno.


El verdadero nombre son Barrancas de Castrejón aunque se las conoce más popularmente como de Burujón, localidad a la que pertenecen. Las Barrancas se formaron con la erosión del viento y el agua sobre sedimentos de más de 25 millones de años. El conjunto paisajístico se acrecentó por la inauguración del Embalse de Castrejón en el año 1967.


Hay distintos miradores en la zona para sacar panorámicas impresionantes del entorno.

La zona también se la conoce como el Gran Cañón del Colorado de Toledo, no tengo la suerte de conocer el de EE.UU pero creo que han exagerado, obviamente sin restarle encanto al de Toledo porque es una maravilla, pero hay que salvar las distancias


Sin duda, la mejor hora para disfrutar de esta maravilla para mi gusto, es al atardecer para que el sol ilumine las cárcavas y le de más color y magia a tus fotos. Tanto el parking como la visita es gratuita pero no olvidéis de ser cívicos y dejar el entorno sin basura ya que como os dije antes, es una reserva protegida donde viven muchos animales, algunos de ellos en peligro de extinción. Vamos hacer de estos lugares una visita obligada pero siempre respetando el entorno, bastante daño le hemos hecho ya a la naturaleza, ahora disfrutemos de ella de la mejor manera posible



En los alrededores podrás contemplar preciosos almendros en flor si vas a primeros de marzo.




En los alrededores vimos este tanque de agua que no se ha librado de los vándalos.

Merendamos en la zona contemplando el campo y las flores que nos rodean.



Después de hora y media visitando esta maravilla de la naturaleza en compañía de mi hijo, cogemos el coche y vamos a rematar el día visitando otro lugar cercano.

Podéis aprovechar el día visitando también el Castillo de San Martín de Montalbán y la Ermita de Santa María Melque como nosotros hicimos
