- 24 de agosto -
El despertar impaciente en un espacio desconocido. Mirar por la ventana y encontrarse con la realidad que nos va a acompañar buena parte del viaje. Primeros términos ricos y coloridos flotando sobre espesas brumas que nos esconden todas las anheladas panorámicas de las montañas.
Pues vamos a disfrutar del primer término. Disfrutar del delicioso desayuno que nos sirve el amable camarero en el viejo comedor. Como aquí es temporada baja no hay bufet sino desayuno a la carta. Perfecto.
Nos recoge Sumon en la carretera, frente a la post office y empezamos las visitas del día en Darjeeling.
- DARJEELING - La capital del té, del famoso té de Darjeeling. Con aires coloniales ( ingleses ) no es una típica ciudad india. Es una curiosa y atractiva mezcla que apetece visitar. Pero recorrer Darjeeling no es nada fácil. Seguimos con la verticalidad y las calles escalonadas y serpenteantes no hacen nada fáciles los desplazamientos. Aunque esto tal vez sea una parte de su atractivo.
Primera visita - BATASIA LOOP -


La fotografiada estación del Toy Train entre Goom y Darjeeling donde el pequeño tren del Himalaya gira en espiral para salvar las pendientes y así permite a los curiosos contemplarlo con tranquilidad, La zona está bien ajardinada alrededor de un monumento al soldado desconocido y se supone que tiene unas buenas vistas de la ciudad y las montañas. Vistas que está claro que no disfrutaremos.



Volvemos al coche y circulamos por la estrecha carretera entre toyotas, motos, transeuntes y ... al lado del tren !!. El espectáculo nos tiene fascinados.


Circulamos por el estrecho callejón hasta la próxima visita.
- MONASTERIO de GOOM -
El antiguo, humilde y auténtico monasterio se nos aparece en un recodo de la calle envuelto en una espesa niebla.


Uno de los motivos que me llevaron hasta aquí fué contemplar de cerca estos pequeños, coloridos, sugerentes y perfectos monasterios. No había previsto que las poderosas nieblas se añadirian al espectáculo aunque reconozco que les dan un toque casi mágico.


El interior del antiguo monasterio respira paz e historia. Las paredes decoradas con expresivas pinturas budistas. Vitrinas llenas de coloridos libros de plegarias.



Algunos devotos haciendo sus ofrendas y el Gran Buda Maitreya hoy preso tras el andamio para la restauración del techo. Magnífica visita. Ambiente de paz estimulante en el viejo monasterio.



Afuera las brumas siguen envolviendo el mágico espacio del monasterio, las viviendas de los monjes y la vieja estancia donde se fabrican las velas para iluminar los budas solitarios.

Ahora el coche serpentea hacia el oeste cruzando todo el caos ordenado de Darjeeling. Vamos a visitar el
- TEA HAPPY VALLEY -
Llegamos a vislumbrar a través de la niebla los verdes poderosos de los campos de té. La fábrica huele de maravilla y, tras contemplar las viejas máquinas que siguen procesando el té desde el tiempo de los ingleses, nos invitan a una completa degustación del preciado té de Darjeeling.

Afuera las coloridas recolectoras del turno de la 1 van llegando a sus puestos entre charlas, risas y afectuosos saludos. Poco a poco se pierden por las verticales paredes verdes. Nosotros nos quedamos recordando las parecidas escenas que vivimos en los montes de Munnar y de Nuwara Eliya. La herencia británica del té.


Son las 2 cuando Sumon nos deja junto a nuestro hotel que se supone está en el centro de Darjeeling.
Nos comemos un buen plato de momos que aquí estan en la carta de todos los restaurantes y seguimos contemplando la mezcla de rostros nepalís, tibetanos e indios que comparten con nosotros la vida de Darjeeling.
Sabemos que aquí la noche llega pronto por lo que empezamos ya a caminar por las calles empinadas. Poco a poco, por la Nerhu Road, entre coches aparcados y coches que van y vienen por la calle-carretera. Los peatones aprendemos a sortearlos. Y aprendemos el silencio de Darjeeling. Pese al tráfico no se escuchan los típicos pitidos de las ciudades indias. Más tarde sabremos que en Daejeeling y Sikkim está prohibido tocar el claxon. Increible ...
Y, asi, cuesta arriba encontramos la Clock Tower envuelta en brumas británicas.

Y llegamos a la calle peatonal llena de preciosas tiendas de artesanías nepalís y tibetanas. Y teterías con aire inglés como la famosa Glenary donde nos tomamos un té y unos cakes en la terraza sobre la niebla.
La calle termina en la Plaza Chowrasta, el punto de encuentro de la ciudad. El único espacio de Darjeeling que no está en pendiente. Otro mirador sobre las vistas de la ciudad y las montañas que evidentemente nos quedaremos sin poder contemplar.

Pero volvemos al primer término y nos vamos a visitar el
- MAHAKAL TEMPLE -




El camino asciende desde la plaza entre campanas, banderas de colores, musgos y monos que visitan a los dioses. El entorno es precioso y los colores aparecen poderosos sobre la niebla.
Arriba se mezclan en armonía lingams y molinos de plegaria. Pequeños santuarios para Shiva, Kali y Ganesh con blancas estupas para el Buda. Encantador.



Volvemos a la plaza ya de noche. Ahora todo es un gran mercadillo lleno de tentaciones para nosotros y para las muchas familias indias de vacaciones en Darjeeling.
Cargados con las primeras compras volvemos al Glenary y cenamos muy bien en la terraza.
Son las 9 de la noche cuando empezamos el camino, ahora cuesta abajo, hasta el hotel.


Satisfechos con el primer término. Esperanzados aún con poder contemplar el más allá. Vana esperanza.