- 29 de agosto -
Entrañable despedida de las gentes de este hotel de Pelling que ya sentimos como nuestra casa.
Y a las 9 de la mañana, puntualmente, dejamos Pelling. Este extraño rincón de Sikkim lleno de soledad y tesoros ocultos que hemos podido medio descubrir.
Y hoy no llueve !!.
Vamos destino Gangtok cruzando Sikkim de Oeste a Este. Subiendo y bajando inclinadas laderas y girando a derecha e izquierda sin parar.
Cruzamos bosques espectaculares alternandose con pequeñas aldeas y pueblos medianos llenos de pulcros niños uniformados yendo y viniendo de la escuela.



Casitas solitarias con perros y muchas flores y hoteles nuevos asomados a las espectaculares vistas.
Siempre los colores verdes, azules y naranjas recortados sobre la niebla.


La carretera está llena de desprendimientos. Algunos fruto de las fuertes lluvias del pasado mes de junio, otros más recientes. A veces nos parece imposible poder seguir. Pero Anil no se detiene. Callado, tranquilo y con gran pericia dirige su toyota por los difíciles caminos.


Y pasamos de un lado a otro del gran y alborotado rio por antiguos puentes y puentes nuevos todos rodeados de las omnipresentes banderas de oración.
Paramos un par de veces en encantadores y típicos chiringuitos para beber té y pisar la tierra.
Y así transcurre la mañana. Disfrutando del espectáculo con una visibilidad que no habíamos tenido ningún otro día. Incluso llegamos a entrever el sol !!!.
Son cerca de la 1 cuando llegamos a los pies de Gangtok.

Y enfilamos la ladera opuesta contemplando la panorámica de casas coloridas agarradas a las laderas verticales de la montaña, que constituyen la capital de Sikkim.
Y llegamos a otra importante visita
- el MONASTERIO de RUMTEK -
Construido en el siglo XVI y destruido más tarde, fué descubierto por un lama de la secta Karmapa durante su huida del Tibet que decidió reconstruirlo. Fué inaugurado en 1966.
Ahora es un enorme complejo, centro de estudios tibetanos que constituye el monasterio más grande de Sikkim. Una auténtica joya del budismo tibetano. Espléndidos murales, tapices, esculturas de peculiares budas ... Un enorme y lujoso monasterio en las montañas de Sikkim.



Aunque el ambiente era muy auténtico, fué un poco decepcionante encontrar la imagen anhelada de la preciosa fachada medio tapada por la fea cubierta añadida para dar cobijo a las multitudes de fieles que acuden a la plegaria.



Nos consolamos curioseando por los pasillos laterales donde vimos a los monjes afanarse en las tareas cotidianas.
Y subimos a las terrazas para contemplar la siempre armoniosa mezcla de colores y formas de la arquitectura tibetana. Todo rodeado de un precioso entorno con la ciudad de Gangtok en la lajanía.



Después de un buen rato de contemplación, bajamos andando el camino del monasterio escuchando de fondo la cantinela de los rezos budistas.


En la pequeña aldea de Rumtek, a los pies del monasterio, nos comemos otro delicioso plato de momos en un casero y entrañable restaurante.
Y nos queda aún visitar otra pequeña joya escondida de las multitudes del gran monasterio
- MONASTERIO OLD RUMTEK -
A 1 kilómetro del gran monasterio encontramos esta pequeña joya solitaria que nos llenó de paz y emoción.



Tiene más de 300 años y parece que conservó todas las reliquias de la vieja escuela tibetana hasta la inauguración del Nuevo Monasterio.


Disfrutamos mucho de la tranquila visita en el idílico espacio.
Belleza sin palabras en el sencillo edificio y en los viejos murales de su interior.


Y llegó la hora de ponernos en marcha hacia
- GANGTOK -
La capital de Sikkim fué un enclave de peregrinación budista en torno al Monasterio de Enchey ( 1716 ). En 1849 el rey de Sikkim la convirtió en capital del reino hasta nuestros días.
Y subimos a Gangtok. Subimos desde el viejo puente. Subimos serpenteando por calles llenas de vida y de tráfico. Circulando entre el caos ordenado y silencioso de las inclinadas calles de la capital de Sikkim.
Y llegamos a las puertas de un nuevo hotel en la parte alta de Gangtok
- FERN DENZONG HOTEL -
Hotel nuevo y funcional con una bien surtida pasteleria en la entrada y unas fantásticas vistas desde la enorme ventana de la habitación.

Tras volar la vista un ratito por sobre los tejados verdes, salimos a buscar la única calle de Gangtok que no está en pendiente
- la MAHATMA GANDHI MARG -
O como la llaman ellos MG street. La calle peatonal de Gangtok. La calle menos india de toda India ( o eso es lo que dicen ).
Bajamos desde el hotel por un callejón con gran pendiente y realmente disfrutamos con la tranquilidad y el festivo ambiente de la famosa calle.


Muy pulcra y llena de comercios y restaurantes. Artesanías nepalís, productos chinos y algunas marcas occidentales. Un paraiso para las compras.
Y, a uno y otro lado de la calle, asoman de vez en cuando tímidos callejones que parecen caer al vacío o escalar el cielo.
Escogemos para cenar un restaurante tibetano con platos excelentes y abundantes. Taste of Tibet.


Y subimos de nuevo el callejón vertical hasta el hotel. Despacito, pisando con cuidado el suelo inclinado que por momentos parece balancearse.
Y pasamos la primera noche en esta extraña ciudad que nos ha parecido especialmente acogedora.