Una vez reservado el viaje con la idea primigenia de un tranquilo crucero por el Mediterráneo oriental aderezado con la visita a varias ciudades emblemáticas, con el objetivo de relajar cuerpo y mente, olvidar enfermedades y penas y empaparnos de ARTE e HISTORIA en toda su expresión, se da uno cuenta de que este viaje es de lo más ambicioso por todo lo que abarca y representa:
- La cuna de la civilización occidental: Grecia, ejemplificándolo en Atenas.
- El enclave de uno de los templos del “postureo” contemporáneo: Mykonos.
- La huella de la protohistoria: Creta y su antigua capital Chania.
- El hogar de Ulises: Cefalonia y su capital Argostoli.
- Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Kotor.
- El último hogar del emperador romano Diocleciano: Split.
- El culmen del mosaico bizantino: Rávena.
- La sede de la Universidad más antigua de Europa: Bolonia.
Además, si seguimos ahondando en este recorrido éste también nos va a llevar por todo lo que fue antaño el Imperio Romano, en sus vertientes de Oriente y Occidente, sin olvidar todo lo que supuso la Grecia clásica del siglo de Pericles. Incluso si adoptamos una postura meramente deportiva vamos a tocar auténticos templos del baloncesto europeo de todos los tiempos (cada loco con su tema ) como son Atenas con sus Panathinaikos y Olympiakos, Split con su Jugoplastika y Bolonia con su Virtus Pallacanestro.
Por otro lado, ha habido para el viaje un cambio forzoso de acompañante y ello le va a dar otro enfoque a la experiencia porque, en primer término, uno está habituado a unas ciertas rutinas y maneras de vivir las vacaciones desde hace años y el cambiar el trole pues va a suponer un esfuerzo al fin y al cabo de adaptación mutua en el día a día. En segundo término mi nuevo acompañante nunca ha viajado en crucero y siente cierto respeto al mar por lo que va a ser una experiencia nueva el ver con los ojos de un novato la vivencia en este tipo de viajes.
En definitiva, a priori, está mucho por venir y todo por disfrutar a diferentes niveles y perspectivas.
Sin más dilación, procedo en las próximas etapas con el discurrir del viaje.
- La cuna de la civilización occidental: Grecia, ejemplificándolo en Atenas.
- El enclave de uno de los templos del “postureo” contemporáneo: Mykonos.
- La huella de la protohistoria: Creta y su antigua capital Chania.
- El hogar de Ulises: Cefalonia y su capital Argostoli.
- Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Kotor.
- El último hogar del emperador romano Diocleciano: Split.
- El culmen del mosaico bizantino: Rávena.
- La sede de la Universidad más antigua de Europa: Bolonia.
Además, si seguimos ahondando en este recorrido éste también nos va a llevar por todo lo que fue antaño el Imperio Romano, en sus vertientes de Oriente y Occidente, sin olvidar todo lo que supuso la Grecia clásica del siglo de Pericles. Incluso si adoptamos una postura meramente deportiva vamos a tocar auténticos templos del baloncesto europeo de todos los tiempos (cada loco con su tema ) como son Atenas con sus Panathinaikos y Olympiakos, Split con su Jugoplastika y Bolonia con su Virtus Pallacanestro.
Por otro lado, ha habido para el viaje un cambio forzoso de acompañante y ello le va a dar otro enfoque a la experiencia porque, en primer término, uno está habituado a unas ciertas rutinas y maneras de vivir las vacaciones desde hace años y el cambiar el trole pues va a suponer un esfuerzo al fin y al cabo de adaptación mutua en el día a día. En segundo término mi nuevo acompañante nunca ha viajado en crucero y siente cierto respeto al mar por lo que va a ser una experiencia nueva el ver con los ojos de un novato la vivencia en este tipo de viajes.
En definitiva, a priori, está mucho por venir y todo por disfrutar a diferentes niveles y perspectivas.
Sin más dilación, procedo en las próximas etapas con el discurrir del viaje.