Navidad y Fin de Año en Cuba 2021 ✏️ Blogs de Cuba

Después de la visita al Callejón de Hamel, teníamos el malecón cerca, al cual accedimos para ir regresando caminando hacía la Habana Vieja.
Los 2 días que estuvimos en la ciudad, había un poco de temporal, rompiendo las olas en el Malecón, que mojaban toda la acera que está del lado del mar, así que no había mucho ambiente que digamos.

La maleta que no llegó a Cuba, era la que tenía toda la ropa de nuestra hija mayor, esta maleta al final nos llegó el 25/12/2021 en Viñales, suerte que ella está delgadita y se pudo poner alguna cosa de su hermana.
Decidimos entrar por las calles de Centro Habana, para ver si había algo de ropa para comprar para ella, el día anterior en Habana Vieja, no vimos nada y Centro Habana tampoco fue la solución.
Digamos que lo que vimos en Cuba en general, en cuestión de ropa, si no es una camiseta como souvenir, no hay nada que fuera de nuestro agrado.
Era la primera vez que nos perdían una maleta, así que nos ha servido de experiencia, la próxima vez, mezclaremos un poco de ropa de cada uno en varías maletas, ya que la niña estuvo 4 días sin poder ponerse su ropa.



En este centro comercial, como no podía ser menos, había una buena cola para poder entrar, no sé si tendrían ropa, pero no nos apetecía mucho entrar.



Paseamos un poco sin ton ni son, viendo un poco como viven los Habaneros.


Siempre hay tiempo para una buena partida de dominó, el tablero no tiene patas, lo aguantan ellos con la rodilla

Había edificios, que estaban reformados y han quedado bien bonitos, otros en cambio están destrozados por fuera, pero dentro habita gente, supongo que dentro de lo que cabe por dentro estarán bien.



Nos llamó la atención esta carnicería.



Sin darnos cuenta, ya estábamos otra vez delante del Hotel Inglaterra, era el mediodía y nos dirigimos hacía la Habana Vieja, a buscar un lugar para comer.

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Enfilamos por la calle Obispo, en busca de alguna camiseta que comprar para nuestra hija, no vimos ninguna de su agrado, tampoco había mucha oferta.
En una tienda si que nos llamó mucho la atención unos zapatos...


Quedamos muy sorprendidos, eran como las avarcas típicas de Menorca, por muchos conocidas como Menorquinas.
La suela, era mucho mas delgada, la piel también mucha mas fina, pero lo que es la forma y estilo de modelo, tal cual nuestras avarcas menorquinas.
Cuando volví, se lo comenté a mi padre, que no se sorprendió tanto, me comento que en la época en que sus abuelos eran jóvenes, a finales de siglo XIX y principios del siglo XX, muchos Menorquines emigraron a Cuba en busca de fortuna. Los Menorquines dejamos parte de nuestro legado en Cuba, en forma de nuestro típico calzado.
No pude hacer menos que entrar en la tienda y preguntar por el nombre de esos zapatos, ellos lo llaman Neoyorkinas.
En ningún otro sitio de Cuba, encontré los zapatos, tan solo en esta tienda de la Calle Obispo.

Ya era el mediodía y queríamos probar los mojitos de La Bodeguita antes de irnos de La Habana.


No había nada de ambiente, había un grupo tocando en directo, pero allí tan solo éramos unos 12 turistas, subimos al piso de arriba a sentarnos un rato en una mesa y aprovechamos para firmar en la pared, allí arriba las paredes aún están sin muchas firmas, ya que creo lo han reformado no hace mucho, así que dejamos un mensajito de recuerdo, esperemos que dure unos cuantos años, antes de que vuelvan a pintar o reformar aquella sala.
Como digo, en parte muy bien que no haya aglomeraciones, pero por otra parte nos faltó esa alegría que comentan que tienen La Habana, en forma de música, baile etc... por las calles, en la calle de la bodeguita sobre las 14:00 cuando nos fuimos, prácticamente no había nadie.
Por cierto el mojito costó 140cups,
Antes de la pandemía, por lo que leí, venían a costar 5 cucs, que eran unos 5 euros, ahora con nuestro cambio callejero, no llegan a 2€.
Viva la desaparición del Cuc (los cubanos no piensan igual )

En la Plaza de la catedral, nos captó un camarero, para ir a comer a su restaurante, que fue el Restaurante Rancho Luna, justo delante del de Doña Eutimia, un restaurante bastante recomendado en el foro, pero el chico del Restaurante Rancho Luna, nos cayó bien y también nos indicó que el restaurante tenía Wifi.
Al decirnos que tenía wifi, nos enganchó, pero en realidad, cuando en los restaurantes te dicen que tienen wifi, no quiere decir que tienen wifi gratis, como aquí en España, es que si tienes tu tarjeta de Etecsa, te puedes conectar a su wifi, pero claro, consumiendo tu tarjeta
Comimos muy bien y a buen precio, por fin pude probar la Ropa Vieja.


Después de comer, paseamos un poco mas por la ciudad y como siempre, encontramos colas en varias tiendas y camiones descargando la mercancía. Esto lo encontramos en varias ciudades a lo largo de nuestro viaje por Cuba.



Ya por la tarde, llegamos a nuestra casa para descansar un rato, mañana teníamos que desplazarnos a Viñales, de momento la casa en la que nos hospedábamos y La Habana nos había encantado.

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Empezaba nuestro road trip por la parte occidental de Cuba.
Al no encontrar una web, donde pudiera reservar el coche de alquiler, sin que después, en caso de anularlo, pudiera recuperar todo el dinero, hizo que no reservara el coche justo cuando compramos los vuelos. Así que cuando nos decidimos a alquilarlo definitivamente, pasó que no había coches disponibles.
Tendríamos que desplazarnos con taxi o con guagua.
Nosotros al ser 4, nos convenía desplazarnos en taxi, normalmente nos salía un precio muy parecido al precio de comprar 4 tickets de autobús. En taxi tienes mayor libertad de horario, vienen a buscarte donde tu estés y te llevan donde tu digas.
Desde España, solicité precios de taxis La Habana-Viñales en varias webs y los precios que nos pedían no bajaban de 100€, a Vicky también le pedí si tenía algún chofer de confianza, pero no se quiso implicarse mucho, en la casa de Viñales nos pedían 100€, en alojamientosencuba.com unos 120€, demasiado dinero.
Sabía que con el ViaAzul, los autobuses destinados para los turistas, antes de la pandemia, solía costar unos 14€ por barba.
Intenté reservar el Viaazul a través de su web, pero no se podía.
Entonces encontré la web booktocuba, donde se ofertaban desplazamientos en bus, con salida desde los hoteles más céntricos de la ciudad, por 17€ persona. 74€ los cuatro.
Decidimos reservar con ellos, ya teníamos el primer desplazamiento reservado desde España, el resto lo haríamos sobre la marcha e in situ.
Al reservar este autobús y no ir en taxi, tuvimos que renunciar a ir a las Terrazas y los Baños de San Juan,
eran unos lugares, que nos apetecía ver, pero al no tener el coche de alquiler, lo que nos pedían los taxis, si añadíamos esta parada, nos pareció carísimo, así que renunciamos a la visita, ya tenemos excusa para volver a Cuba.


Al comprar por internet desde España, daban a elegir un lugar de recogida, pusimos que nos vinieran a buscar en el Hotel Saratoga.
También se podía escoger el Hotel Inglaterra, El Hotel Sevilla, El Hotel Parque Central etc.., pero de todos escogimos el Saratoga, según google maps, era el que estaba mas cerca de nuestro alojamiento.
Cual fue mi sorpresa, que el Hotel Saratoga estaba cerrado, así que nos preocupamos un poco, en el mail que nos mandaron, pusieron que a las 7:45am pasarían a recogernos allí, no teníamos mas que esperar a fuera delante del hotel y esperar que aunque estuviera el hotel cerrado, alguien se presentara a buscarnos y así fue, a la hora que nos indicaron sobre las 7:45 de la mañana, un autobús de Transtur pasó a recogernos.
El autobús iba medio lleno.
La guía que acompañaba al conductor, nos dijo que a parte de nosotros, había una pareja que tan solo contrataron el desplazamiento a Viñales, el resto de la expedición se componía de gente hospedada en hoteles diversos, que harían una excursión para ver una plantación de tabaco, mirador Los Jazmines, la Cueva del Indio, mural de la prehistoria, con comida en algún restaurante etc... que ella iría hablando por el micro explicando diversas cosas en inglés, éramos los únicos hispanohablantes, si queríamos también nos lo explicaría en castellano, aunque nosotros en teoría no éramos de la excursión.
Muy agradecidos, le comentamos que no hacía falta, que el inglés lo entendemos, si acaso teníamos alguna duda, ya se lo indicaríamos.
Después de nosotros, recogimos a otra persona de un hotel cerca del Hotel Nacional de Cuba, que por fuera es un hotel que me impresionó, muy bonito, con buenas vistas al malecón, aunque un poco lejos del centro.
Desde allí empezó la excursión que digamos, pasamos por el barrio de Miramar, explicando la guía las casas construidas a principios de siglo XX, cuando La Habana estaba en pleno apogeo, recorrimos la 5ª avenida, pasamos al lado de la embajada de Rusia, vimos bastantes hoteles enormes, para mi gusto muy lejos del centro, pasamos una zona que están bastantes embajadas, hasta que ya nos introducimos en la autopista dirección Viñales.
Sin esperarlo, nos hicieron un buen paseíto, nos fue bien, teníamos 2x1 excursión mas desplazamiento jajajaja

A medio camino de Viñales, en la autopista, nos paramos en un sitio llamado Las Barrigonas, lo único destacable es que degusté el primer Guarapito Ron, que es el zumo que se extrae de la caña de azúcar, si sois diabéticos o estáis a dieta, no os lo recomiendo, tiene calorías por un tubo, tiene mucho azúcar para mis hijas pedimos la versión sin alcohol para que lo probaran
En Cuba no te das cuenta y cada día estas bebiendo alcohol en cantidad
Estuvo bien la parada, ya que vimos las barrigonas, que son unas palmeras, que a mitad del tronco se enchancha de tal manera, que parece que la palmera está embarazada, en caso de cortar el tronco, este trozo mas ancho, lo suelen usar para hacer canoas, muebles etc...




Pasamos por Pinar del Río sin pararnos, vimos sus casas con columnas, después en teoría nos tenían que dejar en Viñales.
Al final, antes de llegar a Viñales, estaba el mirador del Hotel Los Jazmines, la guía nos preguntó a nosotros y la otra pareja, si nos importaba que parásemos allí, a lo que respondimos que no pasaba nada, que aprovecharíamos para hacer fotos.
El Hotel Los Jazmines estaba cerrado, empezamos a ver que aquí también(Viñales), igual que nos pasó en La Habana, habría muy pocos turistas, el Hotel Los Jazmines, es de los mas importantes de la zona y ni siquiera estaba abierto, como el Hotel Saratoga, Hotel Sevilla y el Hotel Telégrafo (Este en obras) en La Habana que también los vimos cerrados.
Supongo que por eso, que no había muchos turistas, nos pusieron mezclados con una excursión.



Antes de volver a subir al autobús, la guía nos volvió a preguntar, si ya que estábamos no nos importaría pararnos en la plantación de tabaco, que estaba prevista la parada antes de llegar a Viñales y que aunque en teoría a nosotros no nos correspondía, para ellos les venía mejor hacer la parada antes, que llevarnos al pueblo y después tener que deshacer camino, para volver a la granja.
Nosotros no teníamos ninguna prisa y como no teníamos que pagar nada, aceptamos encantados. Teníamos previsto al día siguiente un paseo con caballos, que nos llevaría a una plantación también, pero si podíamos ir ahora, ya nos iba bien, tal vez mañana haríamos otra cosa.
En esta granja, en estos momentos las plantas del tabaco, hacía como mucho 2 semanas que las habían plantado, casi bien no se veían, pero nos hicieron una buena explicación de todo el tema, fuimos al secadero, nos enseñaron como hacían un puro en un santiamén, con las diferentes hojas que usan, una creo recordar con mas sabor, otra que aguanta todo el entramado del puro, una que creo tiene mas nicotina etc..

Aquí empezamos a ver, que realmente aún usan los bueyes para labrar el campo, no todo el mundo tiene tractor o máquinas para la siembra.


El tractor que tenían también era de la época de los coches clásicos americanos
Después de la explicación, como no, nos llevaron a un lado de la casa de la granja, para vendernos puros y ron, yo no compré ninguno, hace años que no fumo y tampoco hoy en día no se estila mucho fumar que se diga, así que tampoco adquirí ninguno para regalar a alguien.


Después de esta visita, ahora si, nos llevaron al pueblo de Viñales, eran sobre las 13:30 y los que habían adquirido la excursión, se iban a comer a un restaurante, luego por la tarde, irían a la Cueva del Indio, el Mural de la Prehistoria etc..
Nosotros nos quedamos en la parada que hay junto a la iglesia, teníamos que llegar hasta la casa, según las indicaciones del casero, estaba como ha 10 minutos caminando del centro, muy fácil de encontrar, muy cerca de la escuela secundaría.
Preguntando un poco a la gente del pueblo, encontramos la casa, nos gustó mucho, también Ariel y su madre Sonia nos trataron muy bien.

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