Llegamos a Gorakhpur con media hora de retraso o así. La verdad que dormimos bastante bien en el tren a pesar del hombre que teníamos en frente, que no hacía más que roncar mientras su mujer le daba masajes en los pies. La verdad que la mujer nos dió pena, porque después el hombre no le hizo ni esperar cuando se bajó del tren. En fin, espectáculos aparte, aunque dormimos bien nos supo a poco, porque el tren salió pasadas la 01:00 y llegamos antes de las 7.
Bajamos en Gorakhpur y teníamos pensado buscar los jeep compartidos para llegar cuanto antes a la frontera y habíamos leído que los autobuses eran muy lentos. En cuanto salimos de la estación nos ofrecieron un coche compartido por 300 rps cada uno. Aceptamos y ahí nos quedamos esperando a que se llenara el coche, pasamos no sé cuánto tiempo esperando (una hora o algo así), y decidimos decirle que nos íbamos ya no queríamos esperar más. Apareció otro y nos ofreció ir por 1000rps hasta la mismísima oficina de la frontera los dos solos. Al final aceptamos porque lo que nosotros queríamos era llegar y así haríamos el recorrido más cómodos,
El recorrido lo hicimos bien. En un momento dado el conductor amablemente nos ofreció poner el aire acondicionado por 200 rps, le dijimos que no amablemente nosotros también. Después nos lo bajó a 100 rps, y también lo rechazamos diciendo que estábamos bien (en serio, no nos gustan los aires acondicionados tan fuertes que ponen), hasta que al final lo encendió él porque se estaba cociendo de calor. El viaje iba tranquilo, hasta la última media hora que fuimos por autopista en dirección contraria, y era un poco acojonante. Unos 15 km antes de la frontera había una cola de la leche de camiones de todos los colorines posibles.
El tío nos dejó en la puerta de inmigración de India y le dimos las 1000 rps acordadas y una propina. Sellamos el pasaporte de salida enseguida y fuimos andando hasta la oficina de inmigración de Nepal porque no hay ni 500 mts.
Llegamos a la oficina de inmigración de Nepal y ahí empezó nuestra pesadilla. Primero, no teníamos dólares americanos, y solo se podía pagar en dólares americanos. Yo me quedé pidiendo los papeles necesarios y D se fue a cambiar dinero a una casa de cambios, pero ninguna tenía dólares. Al final llamaron a un tipo, que le sacó no sé de donde dólares americanos y le hizo un cambio malísimo, pero por lo menos los habíamos conseguido.
Con eso pudimos pagar el visado. Después se pasa a una oficina y se rellenan los datos personales, y se vuelve a la primera oficina. Se supone que ahí solo te tienen que poner un sello, y rumbo para Nepal, pero la cosa se alargó. Se lo tomaron con calma. Muchísima calma, eso sí, a la gente que aflojaba pasta se lo hacían en un santiamén. Nuestros pasaportes pasaron de una mesa a otra, supongo que para que reposasen, se atemperasen y se secase la tinta del sello. Intentamos parecer tranquilos y nos pusimos a comer nuestro almuerzo, porque no queríamos entrar en el juego. Cuando al final se cansaron y vieron que los pasaportes ya estaban a punto decidieron dárnoslos.
Con nuestros pasaportes en la mano salimos a cambiar Rupias Nepalies. Casi en ninguna casa de cambios aceptaban Euros y el único que las aceptaba era el trapichero de la casa de cambio de los dólares. Decidimos intentar buscar algo más, porque nos hacía un cambio súper malo, seguimos buscando algo más hasta que al final encontramos una en una esquinita que nos cambiaba euros a un cambio buenísimo (130rps) y cambiamos 50€ en vez de 20.
En la ruta de buscar las casas de cambios nos ofrecieron mil opciones para ir a Kathmandú en autobús, en las supuestas agencias de allá (800 nps sin aire acondicionado y 1200 nps con aire acondicionado). Nosotros decidimos ir un poco más adelante y preguntar directamente al chófer del autobús y nos pidieron 800 nps por un autobús con aire acondicionado que salía en breves.
Nos montamos en el autobús y ahí empezó el que pensamos que iba a ser el peor viaje de nuestras vidas (aunque todavía hubo uno peor). Resumiendo, para hacer 280 km tardamos 10h. Parando una vez para mear, otra para cenar, y otra sin parar el motor para echar gasolina.

Terminamos el viaje reventados, una mierda de carreteras, con un barranco a un lado y unos baches que más bien eran socavones, y dos vueltas al DVD de grandes éxitos nepalíes con sus respectivos estrafalarios
videoclips.
Al final llegamos a las 00:00 de la noche tras más de 10h en el autobús, y eso que se suponía que llegábamos a las 22:00. Llegamos y cogimos un taxi para ir a la zona de Thamel, que nos timó un poco, 300 rps por el trayecto. La búsqueda del hotel a esas horas fue bastante jaleo, teníamos un hotel apuntado pero total que estaba lleno, y fuimos al hotel de al lado. Era bastante cutre y tuvimos que pagar 1200 nps pero era lo que teníamos a esas horas de la noche.