Tran un sueño reparador bajamos a desayunar, se sirve en un bonito patio cubierto, es un buffet, pero servido en mesa, te ponen de todo: quesos, fiambres, mermeladas, bizcocho, fruta, aceitunas, yogurt y te preparan huevos en el momento como los pidas, todo muy rico.
Cogemos el tranvía y bajamos hasta Eminönü para cruzar a la parte asiática Kadiköy nos espera. En nada el ferry nos deja en el puerto.

Empezamos viendo los murales que se han hecho famosos en los últimos años, no sé por qué mi móvil se declaró en huelga y se negó a hacer fotos durante un buen rato, no me había llevado la cámara grande. Si tenéis curiosidad podéis verlos en internet, aquí hay algunos planetaestambul.com/ ...no-kadikoy
Seguimos por las calles que conforman el mercado, para mí el mejor sitio de la ciudad para comprar especias, te de mazana, jabones naturales, a precios mucho más bajos que en el lado europeo y sobre todo que en el Bazar Egipcio. Ssi buscas los típicos pasos de te lisos los supermercados de la zona son una uy buena opción, los encontrareis a menos de la mitad de los que piden en la zona turística.
Hay un montón de restaurantes en la zona donde comer pescado, pero hay que mirar bastante las cartas porque la caza del turista es un deporte con un alto número de practicantes. Nosotros nos decantamos por comida más local y fuimos a Halil un sitio pequeñito con un lahmacum que está de muerte, comimos los dos por 150 TL (5€).


Volvimos al ferry hasta la parte europea, y subimos a Istiklal a través del túnel, porque queríamos ver los horarios del monasterio de derviches, pero nos encontramos que está temporalmente cerrado por restauración, nuestro gozo en un pozo, tendremos que sacrificarnos y volver a Estambul en una temporadita, jajajaja.

Caminamos por Istiklal, en la que los restaurantes en los que te podías comer un gozleme han dejado paso a infinidad de tiendas, muchas de ellas de marcas occidentales, la globalización es lo que tiene. Hicimos una parada en la iglesia de San Antonio de Padua.
Hicimos el camino inverso hacia nuestro hotel, el día había sido largo cenamos algo rápido, y café helado como postre en el Coffe nº 4, que estaba junto a nuestro hotel y tenía un café buenísimo a mitad de precio que el del Starbucks.