Nada más llegar a Luxor tras la ruta nocturna nos presentamos en nuestro hotel, el Nefertiti, con la intención de dejar nuestras maletas, desayunar y ponernos en marcha hacia el Templo de Karnak. Y cuál fue nuestra sorpresa, cuando en el hotel nos dijeron que si esperábamos un rato podíamos entrar a la habitación. Agradeciendo el detalle, decidimos desayunar mientras nos la preparaban, y tras asearnos nos dirigimos por fin al Templo siguiendo el camino de la Avenida de las Esfinges por su parte exterior (a la interior se accede desde el Templo de Luxor). A pesar de la hora y la época del año, en esta zona el calor aprieta y agradecimos mucho llevar sombreros de ala ancha, algo que puede parecer un complemento de lo más absurdo, pero que os aseguramos que nos fue muy útil.
No hay palabras para describir lo que te encuentras tras acceder al recinto de Karnak: hay que ir y simplemente disfrutarlo, aunque a veces las hordas de visitantes hacen de esta tarea algo difícil. En nuestro caso, al disponer de toda la mañana para estar allí, decidimos tomárnoslo con calma e ir primero a todas esas zonas a las que la mayoría de los turistas no llegan por falta de tiempo, y pudimos más tarde estar prácticamente solas en la sala hipóstila, algo que es una auténtica pasada.
No hay palabras para describir lo que te encuentras tras acceder al recinto de Karnak: hay que ir y simplemente disfrutarlo, aunque a veces las hordas de visitantes hacen de esta tarea algo difícil. En nuestro caso, al disponer de toda la mañana para estar allí, decidimos tomárnoslo con calma e ir primero a todas esas zonas a las que la mayoría de los turistas no llegan por falta de tiempo, y pudimos más tarde estar prácticamente solas en la sala hipóstila, algo que es una auténtica pasada.
![DÍA 4: TEMPLOS DE KARNAK Y LUXOR - Dos Mujeres y un Viaje a Egipto (1)](/foto/user/398279/sa_ptimo_pilono_del_templo_de_amon_en_karnak.jpg)
![DÍA 4: TEMPLOS DE KARNAK Y LUXOR - Dos Mujeres y un Viaje a Egipto (2)](/foto/user/398279/sala_hipostila.jpg)
Fue en este templo donde descubrimos la grandísima afición que tienen los egipcios, sobre todo las adolescentes, de sacarse fotos con los turistas. Hay que dosificar el decirles que sí, porque de lo contrario no estarías haciendo otra cosa todo el día.
Ya al mediodía, regresamos del templo y fuimos a comer a Aboudi, una cafetería-restaurante que en su planta baja tiene una librería y en las plantas superiores sirve pizzas, hamburguesas, crepes, batidos, zumos… una auténtica delicia y a muy buen precio. El personal es muy amable, se paga en libras egipcias, tanto en metálico como con tarjeta, y las vistas del Templo de Luxor son geniales, ya que se encuentra prácticamente enfrente.
Ya al mediodía, regresamos del templo y fuimos a comer a Aboudi, una cafetería-restaurante que en su planta baja tiene una librería y en las plantas superiores sirve pizzas, hamburguesas, crepes, batidos, zumos… una auténtica delicia y a muy buen precio. El personal es muy amable, se paga en libras egipcias, tanto en metálico como con tarjeta, y las vistas del Templo de Luxor son geniales, ya que se encuentra prácticamente enfrente.
![DÍA 4: TEMPLOS DE KARNAK Y LUXOR - Dos Mujeres y un Viaje a Egipto (3)](/foto/user/398279/aboudi.jpg)
Aprovechamos que nuestro hotel estaba muy cerca de allí para ir a descansar un rato y así visitar al atardecer el Templo de Luxor, que según teníamos entendido se aprecia mejor cuando es de noche, porque la luz de los focos resalta los relieves.
El Nefertiti Hotel es un hotel sencillo pero muy apañado, con un personal muy agradable, con restaurante tanto en la planta calle como en la azotea y muy bien situado para llegar al Templo de Luxor, a la Corniche y al Zoco (bueno, por decirlo de alguna manera, está en una de sus calles). Pero en contra de lo que pudiera parecer, es un hotel muy tranquilo en el que pudimos descansar muy bien y sobre todo muy barato, teniendo en cuenta que el desayuno está incluido y es muy completo. Así que tras una pequeña siesta (no hay que olvidar que la noche anterior habíamos dormido en un autobús), salimos de nuevo para visitar el templo.
La puesta de sol nos regaló una verdadera postal del Nilo y una imagen impresionante de las estatuas del templo y sus relieves. Nuevamente agradecimos toda la información que habíamos estado recopilando sobre los monumentos y lugares que teníamos pensado visitar, porque aunque no seamos expertas en arte e historia egipcias, ayuda mucho a la hora de disfrutar en las visitas.
El Nefertiti Hotel es un hotel sencillo pero muy apañado, con un personal muy agradable, con restaurante tanto en la planta calle como en la azotea y muy bien situado para llegar al Templo de Luxor, a la Corniche y al Zoco (bueno, por decirlo de alguna manera, está en una de sus calles). Pero en contra de lo que pudiera parecer, es un hotel muy tranquilo en el que pudimos descansar muy bien y sobre todo muy barato, teniendo en cuenta que el desayuno está incluido y es muy completo. Así que tras una pequeña siesta (no hay que olvidar que la noche anterior habíamos dormido en un autobús), salimos de nuevo para visitar el templo.
La puesta de sol nos regaló una verdadera postal del Nilo y una imagen impresionante de las estatuas del templo y sus relieves. Nuevamente agradecimos toda la información que habíamos estado recopilando sobre los monumentos y lugares que teníamos pensado visitar, porque aunque no seamos expertas en arte e historia egipcias, ayuda mucho a la hora de disfrutar en las visitas.
![DÍA 4: TEMPLOS DE KARNAK Y LUXOR - Dos Mujeres y un Viaje a Egipto (4)](/foto/user/398279/puesta_de_sol_en_luxor.jpg)
Al igual que a la mañana, también pudimos dedicarle al templo todo el tiempo que quisimos, porque cierra muy tarde para los horarios a los que nos tiene acostumbradas Egipto, en esa fecha a las 20:00.
![DÍA 4: TEMPLOS DE KARNAK Y LUXOR - Dos Mujeres y un Viaje a Egipto (5)](/foto/user/398279/templo_de_luxor.jpg)
![DÍA 4: TEMPLOS DE KARNAK Y LUXOR - Dos Mujeres y un Viaje a Egipto (6)](/foto/user/398279/gran_patio_de_ramses_ii_en_luxor.jpg)
Ya bastante cansadas, aún tuvimos ganas de atravesar el zoco para ir echando un primer vistazo y comprar algo para cenar en la propia habitación, ya que al día siguiente tocaba madrugar para ir de excursión a Abydos y Dendera.