No puedo decir si es fácil encontrar un taxi en la calle en Uzbekistán. De hecho muchas veces ni ves los taxímetros.
Leo en algún blog que son de color amarillo. No obstante eso en Tashkent no está tan claro. Lo mejor es descargarse una aplicación (Yandex, por ejemplo). Si no tienes tarjeta SIM (de compra incluso en el aeropuerto junto a la cinta de recogida de equipaje) puedes pedirlo en la recepción de cualquier hotel. Nunca se niegan. Lo hacen por aplicación y te facilitan matrícula y precio exacto del trayecto. Los precios de los taxis son muy baratos. Nuestros trayectos rondaron los 20.000 sums y los más caros, 35.000.
Mucho más económico es el metro. Los billetes valen 2.000 sums y son papeles con código QR que se valida a la entrada. Se compran en taquilla (pago en efectivo o tarjeta). No hay ascensor en las estaciones. Siempre hay mucha seguridad y la frecuencia de paso no es muy grande. Hay trenes más antiguos y otros más modernos. Cabe decir que solo hay metro en Tashkent. La construcción de la primera línea comenzó en 1972 y se inauguró el 6 de noviembre de 1977 con nueve estaciones. Esta línea se amplió en 1980 y la segunda línea se añadió en 1984. La línea más reciente es la línea Circle (Halqa), cuya primera sección se inauguró en 2020. El 29 de agosto de 2020 se completó y abrió una extensión norte de la línea Yunusobod para 2 estaciones Turkiston y Yunusobod.También debo señalar que es el único metro de Asia central. Siempre va muy lleno. Del metro volveré a hablar más adelante.

No puedo hablar de los autobuses porque no los usé pero en Tashkent me parecieron bastante nuevos. Y también vemos Marshrutkas, esa especie de furgoneta-minibus de transporte colectivo (muy abundantes por todo el país).
Las principales calles de Tashkent también están colapsadas de coches todo el día. Lo mejor es armarse de paciencia y salir con tiempo.
Los vuelos internacionales desde España llegan en general a Tashkent pero también puede haber vuelos a Bukhara, Urgench o Samarcanda. Los aeropuertos están en las ciudades, a veces (como en Bukhara) céntricos y más cerca que la propia estación de trenes.
Las principales ciudades están conectadas con tren aunque no siempre resulte la mejor opción (para ir de Tashkent a Khiva fuimos en avión para evitarnos horas en un tren soviético). El tren de Tashkent a Kokand era de aspecto soviético pero el interior era confortable. Mención aparte es el Afrosiyob, tren de alta velocidad del modelo Talgo y de construcción española que une Tashkent, Samarcanda y Bukhara. Nosotros lo hicimos de Samarcanda a Tashkent y era cómodo, con espacio para maletas. Eso sí, el aire acondicionado a tope. Está previsto que llegue a Khiva.