Comentaba en la etapa anterior la destrucción que ocasionó el terremoto y que llevó a la desaparición de gran parte de la ciudad antigua. Sin embargo no todo desapareció.
Uno de los puntos más alejados de la ciudad es también el más bonito. El complejo Hazrat Imam es el centro religioso más importante de Tashkent. Consta de dos mezquitas (la Hazrat Imam y la Tila Sheikh), un mausoleo (el de Kaffal Shashi) y una madraza, aunque hoy es sede de tiendas de artesanía y las clases se han desplazado de lugar (el Instituto islámico del iman al-Bukhari). Ahora están haciendo un centro de interpretación islámica imponente siguiendo una inspiración tradicional.
La edificación del complejo empezó en el siglo XVI. Como resultado de frecuentes terremotos, guerras y del paso del tiempo muchos edificios del conjunto han perdido parte de su decoración. En 2007 se terminaron las obras de restauración.

El complejo se llama Khazret Imám en memoria de uno de los primeros y más respetados imanes de Tashkent, Abu Bakr Muhammad Kaffal Shashi. Tenía fama como un gran científico musulmán, ya que recibió muy buena formación en las madrasas de Tashkent y Bagdad; era el alumno del gran historiador at-Tabari y sabía muy bien el Corán y hadices, el derecho musulmán y la lexicología. Hasta nuestros días han llegado algunos versos del imán y también la información sobre su maestría en la fabricación de cerraduras (de aquí proviene su apodo Kaffal - en la traducción “fabricante de cerraduras”).
Abu Bakr Muhammad Kaffal Shashi gozaba de mucho respeto entre la gente. Después de su muerte en el año 976 su tumba, en el jardín Bogi-Keykaus, cerca de la muralla de la ciudad antigua de Tashkent, se convirtió en lugar de la peregrinación de los musulmanes. En el siglo XVI sobre la tumba del imán se construyó el mausoleo y toda esta parte de la ciudad que estaba situada cerca del mausoleo empezó a llamarse Khazret Imám.
El mausoleo de Qaffol Shoshiy fue construido con ladrillos cocidos por el arquitecto Gʻulom Husayn en el siglo XVI (1541-1542). El mausoleo lleva el nombre de Abu Bakr Muhammad ibn Ali Ismoil Qaffol ash Shoshiy. Es necesario descalzarse y cubrirse para entrar. Es un mausoleo con portal abovedado asimétrico, conocido como khanqah. Los Khanqahs fueron diseñados para proporcionar refugio a los peregrinos en lugares residenciales llamados “khujrahs”. Los complejos de mausoleo en aquella época a menudo incluían una mezquita y una cocina. Al sur del edificio principal, en un pequeño patio, se encuentran lugares de enterramiento posteriores (saganas). En el dintel sobre la puerta están escritos la fecha de construcción del mausoleo , el nombre del arquitecto y la inscripción del calígrafo; las inscripciones de la cúpula no se han conservado.

En el interior hay dos salas. En la primera, cubierta de terciopelo verde, vemos la tumba del imán. Como no se puede rezar mirando a las tumbas, hay dos pequeñas capillas para entrar en las cuáles tienes que agacharte.
Durante el período soviético, cuando las autoridades iniciaron una especie de campaña contra el Islam, el mausoleo de Kaffal Shashi fue cerrado. Sin embargo, los creyentes continuaron visitándolo. El 27 de marzo de 1945, el Consejo de Comisarios del Pueblo de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, mediante decreto, transfirió la gestión del mausoleo, junto con otros seis lugares de peregrinación muy visitados, a la Administración Espiritual de los Musulmanes de Asia Central y Kazajstán ( SADÚM).
El edificio principal del complejo en aquel entonces se consideraba la madrasa de Barak-khan, del siglo XVI. Dos mausoleos y la biblioteca rica en los manuscritos de autores orientales formaban parte de esta madrasa. Se construyó en el siglo XVI por orden del gobernador de Tashkent Navruz Ahmadkhan, el nieto de Ulugh Beg. Los dignatarios consideraban a Navruz Ahmadkhan como un gobernante afortunado y por eso le dieron el apodo “Barak-Khan” o “gobernante afortunado”. Desde entonces la madrasa se llama con el apodo de su fundador. La construcción de la madrasa fue realizada en varias etapas y terminó en 1532. La madrasa sufrió grandes daños en un terremoto del siglo XIX y hoy no está en activo.

La mezquita de Tilla-jeque construida en 1856-1857, también forma parte del conjunto Khazret Imám y se encuentra enfrente de la madrasa de Barak-khan. Esta mezquita, que hoy en día está en funcionamiento, se construyó gracias al khan de Kokanda Mirza Ahmed Kushbegi. Según la leyenda, guarda en sus paredes el cabello de oro del profeta Mahoma. La sala de oración, de forma cuadrada, se utiliza para oraciones en invierno. Está separada de la entrada por los tabiques. Delante la mezquita se constituyó el aiwan (galería) que sirve para realizar las oraciones al aire abierto, a los lados hay dos minaretes, biblioteca y dependencias. Los vanos de las ventanas de la mezquita están decorados con las tradicionales celosías de escayola - panjara. Dentro de la mezquita se pueden ver el mihrab (el nicho oracional marcado en la pared) y el minbar (la cátedra con escalera, de la que se reza la oración en el tiempo de namaz). Fue construida en 1857 por orden de uno de los comerciantes más ricos y musulmán devoto. Traducido del idioma uzbeko, el nombre de la mezquita significa "Mezquita del jeque dorado". Hasta el día de hoy, es una de las mezquitas más grandes de Tashkent.
El nuevo edificio de la mezquita Hazrat Imam o Khast-Imam fue erigido en 2007. Su estructura consiste en una mezquita y dos minaretes de 50 metros, cuya arquitectura sigue el estilo del siglo XVI. La entrada de la mezquita está decorada con espléndidos trabajos tallados en madera, que representan varias escuelas de talla de madera de Uzbekistán. Para entrar es necesario cubrirse y descalzarse. Hay sala de hombres y sala de mujeres (más pequeña). En nuestra primera visita (solos) pudimos entrar, no así en la segunda (con el grupo) porque se preparaban para la oración.

La madrasa de Muy-Muborak construida en el siglo XVI, es famosa porque allí, en un sarcófago especial con el mantenimiento de cierta temperatura y humedad, se guarda el famoso original del Corán del Califa Osmán, escrito en el siglo VII sobre la piel de ciervo. Esta reliquia es única porque en sus páginas se han conservado las manchas pardas de la sangre del Califa Osmán. Este libro sagrado fue traído a Samarkanda por Amir Timur, pero en 1869 el general fon Kaufman lo envió a la biblioteca imperial situada en San-Peterburgo. Después de muchas aventuras y desplazamientos, a principios de los años 90 del siglo XX por la iniciativa de Islam Karimov el Corán del Califa Osmán se entregó a la Junta espiritual de los musulmanes de Uzbekistán. El nuevo edificio de la biblioteca, que se construyó en 2007, está al lado de la madrasa de Muy-Muborak y en sus fondos se guardan más de 22.000 libros religiosos.
Osmán, más conocido como ’Uthman ibn ’Affan, fue el el tercero de los califas ortodoxos que gobernaron el Imperio islámico tras la muerte de Mahoma. Se cree que durante su reinado, a mediados del s.VII, encomendó la compilación del primer Corán canónico, ordenando los textos que hasta entonces habían circulado de manera oral o de forma escrita sobre astillas o huesos de camello, una empresa muy necesaria porque la comunidad de fieles se expandía a pasos agigantados y necesitaba urgentemente una clarificación doctrinal.

Según la tradición, Osmán mandó copiar un corán para cada una de las ciudades más importantes del mundo islámico: Meca, Damasco, Kufa y Basora. El quinto se lo habría quedado él en su residencia califal de Medina. Su imperio se había expandido por el este hasta Pakistán y por el oeste acababa de derrotar a los ejércitos bizantinos de África. Pero no todo el mundo estaba contento. Un grupo consiguió burlar a la guardia y entrar en palacio. Se cuenta que en ese momento el califa se hallaba enfrascado en su lectura del sagrado texto, concretamente la aleya de la sura de la vaca que dice: “si creen en lo mismo que vosotros habrán seguido la buena guía; y si vuelven sus espaldas, Allah sabe que están en contra y bastará contra ellos. Él todo lo oye y todo lo sabe.” El certero y letal golpe que le propinaron en la cabeza impregnó con su sangre aquellos versículos sobre las gruesas páginas del pergamino. Desde 1997 está reconocido por el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO (en una de las salas se ve dicho certificado). Se conserva también una copia hecha en 1905 en San Petersburgo y El Corán en varios idiomas (también catalán).
La entrada para ver el Corán es de pago (50.000) y requiere cubrirse y descalzarse. No se permiten fotos.
El Instituto Islámico Imam al-Bukhari fue fundado en 1971 por el prominente líder religioso islámico, predicador y erudito Sheikh Ziyauddinkhan ibn Eshon Babakhan. A pesar de las dificultades, logró abrir el primer instituto de la Unión Soviética para estudiar el islam.
El edificio del instituto fue erigido en el sitio de la mezquita de Namozgoh, de finsles del siglo XIX y destruida como muchos otros monumentos religiosos durante la Revolución. Cuando se decidió abrir el instituto islámico allí, el edificio fue restaurado. El instituto no tuvo su estilo actual sino hasta 1997, después de una gran restauración del complejo Khast-Imam, dentro del cual se encuentra. En nuestra segunda visita los estudiantes, hoy unos 200, celebraban su fiesta de fin de curso. Hoy en día es una institución de educación superior reconocida por el estado.