Después de ver los monumentos de Kokand volvemos al coche.
Nos dirigimos a la localidad de Rishtan, muy conocida por su cerámica. Se trata del centro de fabricación de cerámica en Uzbekistán, desde donde salen las piezas que luego vemos en los mercasos de todo el país. Durante las excavaciones arqueológicas en Rishtan encontraron los barrios artesanales con los hornos para leña, datados de los siglos II-I aC.

Se sabe de la existencia de un asentamiento humano en la actual Rishtan que se ha datado en el siglo IV a.C. Durante los siglos III-I a.C, las caravanas de la Gran Ruta de la Seda pasaban por este territorio.
La ciudad se conoce desde el siglo IV y ya desde el siglo IX el asentamiento se hizo conocido como Rishton, palabra que en la antigüedad significaba “hombre sabio”.
Los residentes locales comenzaron con la cerámica hace muchos siglos. Al principio, producían platos de cerámica ordinarios, pero luego comenzaron a colocar ornamentos utilizando un glaseado azul especial. Es este glaseado, el cual los maestros producen a partir de tinturas naturales, el que se ha convertido en el sello distintivo de Rishtan.
La mayoría de los monumentos arqueológicos de Rishtan fueron destruidos por los bolcheviques en la primera mitad del siglo XX. Los restos de asentamientos antiguos se preservan en el cementerio "Sohibi Hidoya", el cual permanece activo. Allí se encuentra la mezquita Khoja Ilgor, construida a finales del siglo XIX, principios del siglo XX, en estilo tradicional. No la visitamos.
Las cerámicas de Rishtan se hacen a partir de arcilla roja, la cual solo se extrae en Rishtan. Los productos más famosos son lyagan (un plato grande), kosa (una taza profunda), piala (una taza sin asa) y jarras.

Nos espera un trayecto de 50 minutos y 42 kilómetros.
Fuimos a un taller de cerámica para aprender como se elabora la cerámica de forma artesanal. Y vemos el proceso en su totalidad, desde que la pieza se crea en un torno de alfarero (uno de los trabajadores nos hizo una demostración, fabricando un plato en pocos minutos) hasta la segunda cocción en el horno, después de la pintura. Después de fabricado un artículo se deja secar naturalmente durante 15 días. Una vez seco, se cuece una primera vez, se pinta, se sumerge en un producto blanco como la cal que fija la pintura y se vuelve a cocer. El taller cuenta con tres hornos de distintos tamaños.


La cerámica de Rishtan (la típica de allí y que no se ve por otros lugares) se produce con la arcilla roja local y de esmalte azul “ishkor” que se obtiene de colorante mineral con ceniza de plantas. Las piezas presentan muchos tonos de azul. La podemos ver en la enorme tienda, adornada en el centro de la sala más grande con una gigantesca fuente.
